Así lo menciona un informe del Banco Ciudad, que también remarca la desaceleración de la economía que muestran los números oficiales, sobre todo en lo que respecta a la industria. A eso se le suma un nuevo deterioro fiscal, asociado a las trabas del gobierno para implementar la quita de subsidios.
El último informe publicado por el Banco Ciudad habla de la desaceleración en la economía que ya comenzó a verse en los primeros datos oficiales del año. En ese sentido, la industria parece estar a la cabeza de esta reducción en el crecimiento. “El IGA-OJF experimentó un crecimiento interanual de 3,1% en enero, consolidando la desaceleración observada en el tramo final de 2011”, reza el reporte. Y Continúa: “cabe destacar que este indicador ya capturó una retracción desestacionalizada del nivel de actividad a fin de 2011 (-1% trimestral anualizada), en lo que fue la primera caída desde la crisis de 2008-09. Esta performance dejó un arrastre estadístico para 2012 cercano a 1 punto porcentual, la mitad del “heredado” del 2010 en 2011”.
También se hace mención a las mejoras registradas en el superávit comercial como consecuencia de las nuevas restricciones a las importaciones impulsadas por Guillermo Moreno. Y señala “un nuevo deterioro” en las cuentas fiscales, “asociada a la inercia de varios componentes del gasto y las dificultades que enfrenta el gobierno para instrumentar la quita de subsidios”. Tras lo cual aclara que “sólo el empleo siguió mejorando, aunque se presentan dudas para el año que comienza”.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por la consultora de Orlando Ferreres, la industria creció en enero sólo un 0,6%, que si bien está por encima de la caída del 1,3% registrada en diciembre, está muy por debajo del 4,8% del 2011 y el 10,7% que mostró el 2010. “Este abrupto enfriamiento industrial comienza a resultar cada vez más generalizado, si se tiene en cuenta que la mitad de los rubros industriales presentaron caídas interanuales en enero, situación que difiere radicalmente de lo ocurrido en 2011, cuando todas las ramas crecieron, con la única excepción de la refinación de petróleo”, explica el estudio.
Los U$S 500 millones de superávit comercial que el INDEC publicó esta semana se debe a que “las compras externas aumentaron sólo un 10%, una tercera parte del crecimiento del año pasado (31%), reflejo de un mix de desaceleración económica, caída estacional en la demanda
de combustibles y trabas comerciales”.
“En el frente fiscal, el superávit primario sumó $622 millones en enero, monto 70% menor al de un año atrás. Paralelamente, el resultado financiero (es decir, después del pago de intereses de la deuda) fue deficitario en $2.815 millones (vs un superávit de $ 88 millones en igual mes de 2011)”, comenta el informe. Es que el gasto continúa creciendo a un ritmo alto -34%- en parte por la “inercia” de algunas erogaciones, un nivel de paritarias por encima de lo originalmente pretendido por el gobierno y una quita de subsidios que el oficialismo no puede terminar de dinamizar.
Por último, se hace un análisis del mercado laboral. El INDEC difundió un índice de desocupación del 6,8% para el cuarto trimestre del 2011, con un 5,5% correspondiente al empleo público y un 4,8% al privado. El informe plantea una incógnita por la dinámica para el 2012, ya que a pesar de que se mantenga la elasticidad empleo-producto del 0,4 “la desaceleración económica daría lugar a una creación de empleos que apenas compensaría el crecimiento vegetativo de la población, de manera que la tasa de desocupación ya estaría cerca de encontrar un piso”, concluye.
El último informe publicado por el Banco Ciudad habla de la desaceleración en la economía que ya comenzó a verse en los primeros datos oficiales del año. En ese sentido, la industria parece estar a la cabeza de esta reducción en el crecimiento. “El IGA-OJF experimentó un crecimiento interanual de 3,1% en enero, consolidando la desaceleración observada en el tramo final de 2011”, reza el reporte. Y Continúa: “cabe destacar que este indicador ya capturó una retracción desestacionalizada del nivel de actividad a fin de 2011 (-1% trimestral anualizada), en lo que fue la primera caída desde la crisis de 2008-09. Esta performance dejó un arrastre estadístico para 2012 cercano a 1 punto porcentual, la mitad del “heredado” del 2010 en 2011”.
También se hace mención a las mejoras registradas en el superávit comercial como consecuencia de las nuevas restricciones a las importaciones impulsadas por Guillermo Moreno. Y señala “un nuevo deterioro” en las cuentas fiscales, “asociada a la inercia de varios componentes del gasto y las dificultades que enfrenta el gobierno para instrumentar la quita de subsidios”. Tras lo cual aclara que “sólo el empleo siguió mejorando, aunque se presentan dudas para el año que comienza”.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por la consultora de Orlando Ferreres, la industria creció en enero sólo un 0,6%, que si bien está por encima de la caída del 1,3% registrada en diciembre, está muy por debajo del 4,8% del 2011 y el 10,7% que mostró el 2010. “Este abrupto enfriamiento industrial comienza a resultar cada vez más generalizado, si se tiene en cuenta que la mitad de los rubros industriales presentaron caídas interanuales en enero, situación que difiere radicalmente de lo ocurrido en 2011, cuando todas las ramas crecieron, con la única excepción de la refinación de petróleo”, explica el estudio.
Los U$S 500 millones de superávit comercial que el INDEC publicó esta semana se debe a que “las compras externas aumentaron sólo un 10%, una tercera parte del crecimiento del año pasado (31%), reflejo de un mix de desaceleración económica, caída estacional en la demanda
de combustibles y trabas comerciales”.
“En el frente fiscal, el superávit primario sumó $622 millones en enero, monto 70% menor al de un año atrás. Paralelamente, el resultado financiero (es decir, después del pago de intereses de la deuda) fue deficitario en $2.815 millones (vs un superávit de $ 88 millones en igual mes de 2011)”, comenta el informe. Es que el gasto continúa creciendo a un ritmo alto -34%- en parte por la “inercia” de algunas erogaciones, un nivel de paritarias por encima de lo originalmente pretendido por el gobierno y una quita de subsidios que el oficialismo no puede terminar de dinamizar.
Por último, se hace un análisis del mercado laboral. El INDEC difundió un índice de desocupación del 6,8% para el cuarto trimestre del 2011, con un 5,5% correspondiente al empleo público y un 4,8% al privado. El informe plantea una incógnita por la dinámica para el 2012, ya que a pesar de que se mantenga la elasticidad empleo-producto del 0,4 “la desaceleración económica daría lugar a una creación de empleos que apenas compensaría el crecimiento vegetativo de la población, de manera que la tasa de desocupación ya estaría cerca de encontrar un piso”, concluye.
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