martes, junio 05, 2012

El que pide un “préstamo personal”, pierde. Por Rosario Castagnet.

Durante el año en curso hubo un notable crecimiento de casas de préstamos en La Plata. Años atrás sólo había dos en el centro de la ciudad y de a poco se fue incrementando, en donde llegan a haber dos casas de la misma firma en un radio de pocas cuadras.
Es evidente que tener un local de préstamos personales es un negocio, pero al tratarse de dinero hay que engañar a la gente para que entren en una de las peores inversiones de su vida. Es por eso que algunos de estos locales como es el caso de la reconocida casa llamada “EFECTIVO SÍ”, tienen distintos atractivos para la gente con necesidad, como invitando a su local a averiguar sobre el préstamo acorde a su necesidad y en base a esa consulta se ingresa en un sorteo por cinco motos, televisores y hasta autos 0 Km.
Otros, te dicen que el préstamo te lo llevás con o sin Veraz, como es el caso de CREDIEXPRES$ y luego nos encontramos con locales en donde se esconden detrás de una figura pública, que inspira confianza y hasta amigable con el público, como es el caso del famoso personaje Amigacho y Lita de Lázzari en el caso de CREDIL, o del famoso periodista y rey de los chimentos Jorge Rial, quien promociona la nueva casa de préstamos personales COREFIN.

Clientes desesperados
Es de público conocimiento que la inflación no para, que los precios suben cada segundo y los ingresos que un trabajador tiene son casi siempre los mismos. Por eso, estas empresas lucran con la necesidad del otro, con el hambre y hasta con la idea de cumplir el sueño de la casa propia, cuando lo único que estás haciendo es vendiendo tu alma al diablo.
Luego de una extensa investigación, el diario INFOSUR La Plata pudo averiguar que no todo es como dice Rial o Amigacho, las letras chicas debajo del contrato existen y se atajan detrás de la frase: “Préstamo sujeto a aprobación de requisitos”. ¿Qué quiere decir esto?, esta frase significa que una persona puede acercarse a cualquier sucursal de préstamos personales y luego de brindar una serie de datos a la persona que te atiende - tales como DNI, CUIT/CUIL, recibo de sueldo, y servicio a tu nombre- sacan un historial de tus gastos y en base a tus movimientos bancarios te dan el monto de lo que puede ser tu gasto. Está de más decir que si una persona se acerca a un local de esta clase, es porque necesita una suma de dinero importante y no tiene otra forma de conseguirla en lo inmediato. Muchas veces sirve para sacarte del paso y otras para pagar cosas que no son tan necesarias para algunos pero quizá si para otros.

El caso COREFIN
Ahora pongamos como ejemplo el caso de COREFIN, una de las marcas que últimamente llenó de publicidad las calles de la ciudad con la cara de Jorge Rial y con publicidades en la televisión con la participación de Toti Ciliberto, Matías Alé y Belén Francese. Todo se basa en la promesa de tener un préstamo personal de $ 20.000 en “tan sólo 15 minutos” cuando es completamente mentira. Uno se acerca a la sucursal que se encuentra más cercana, se entrevista con el empleado a cargo y luego de presentar una serie de requisitos te terminan tomando todos tus datos, y según lo que cobres, los movimientos bancarios que tengas y lo que aparezca en pantalla es el préstamo que te otorgan en el momento.
Lo más llamativo es que más allá que en algunos folletos diga “sujeto a normas crediticias de la empresa”, la empleada que fue entrevistada por INFOSUR La Plata, nos comentó que el préstamo no es de $ 20.000 como dice la puerta del negocio, depende no sólo de la necesidad del cliente sino que también de lo que le aparezca en pantalla. Antes de ingresar los datos de un trabajador con un sueldo de $ 2.500 pesos, con monotributo al día y todos los papeles al día, la señorita nos dijo que el MÍNIMO préstamo es de… $ 5.000 (cinco mil pesos). Pero lo más llamativo fue cuando en la pantalla figuraba que la persona que necesitaba la plata para poder comprar libros para sus hijos, sólo podía retirar $ 3.000 y no el monto que dos minutos atrás le habían dicho que era el mínimo.
Una vez que la empleada dijo el monto que podía retirar en el instante – eso sí es cierto -, le dijo muy rápidamente a la persona que los $ 3.000 se podían devolver en 12 cuotas de $ 451,90 o en 18 cuotas de $ 370,90. Dicho esto, hubo un rotundo cambio en la actitud de la señorita para que se efectúe rápido la operación pero con la negativa del cliente, la empleada del local trató de persuadirla aunque sin resultado positivo.

Pequeños “intereses”
Ahora, está claro que si tu negocio es entregar préstamos personales, deberías ganar algún interés y así encontrar ganancia y un negocio. Pero, ¿es necesario engañar a la gente de semejante manera?, ¿nos están tomando el pelo?
Si tomamos una calculadora y sacamos la cuenta, de un préstamo de $ 3.000, si lo pagas en 18 cuotas de $ 370,90 estarías pagando un total de $ 6.676,2 -una diferencia de $ 3.676,2– y si optas por la opción de las 12 cuotas de $ 451,90 el total es de $ 5.422,8 –$ 2.422,8 más del préstamo inicial -. Estas cifras terminan siendo aterradoras pero aún más en aquellas que teniendo necesidades terminan pagando, en el primer caso más del doble del préstamo inicial y, en el segundo caso casi el doble de lo prestado.
En conclusión me pregunto: ¿cada préstamo se encuentra hecho a tu medida?, ¿los intereses terminan siendo mínimos a la hora de pagar?, sinceramente dudo que sea así. No cabe duda que el negocio del préstamo personal termina siendo una necesidad de muchos y el negocio de pocos en donde juegan con los sueños de un ciudadano necesitado. (Agencia NOVA).

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