Disfunción eréctil: ¿orgánica o psicológica?

Las disfunciones sexuales en hombres son más comunes de lo que se piensa –una de cada tres personas padece o padeció algún grado de eyaculación precoz a lo largo de su vida, y una de cada cinco, disfunción eréctil - y sin embargo son pocos los que se animan a aceptarlo, y muchos menos los que deciden tratarse. Ante este panorama surge una pregunta: ¿las disfunciones sexuales son orgánicas o psicológicas?

“Seguramente la mayor parte de los pacientes afectados cree que la causa de la disfunción es una u otra, cuando en general son combinaciones entre lo orgánico y lo psicológico”, explica el Dr. Néstor Daffinoti, MN 43575, médico urólogo y sexólogo.

Las disfunciones sexuales, como la eréctil, en su gran mayoría son generadas por patologías claramente orgánicas como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, entre otras. También es claro el origen orgánico cuando se trata de pacientes operados de cáncer de próstata, o cuando el paciente debe utilizar ciertos medicamentos que interfieren o impiden una buena erección. Asimismo, los “hábitos” como el tabaquismo, el alcohol, la obesidad y el sedentarismo en un paciente con disfunción eréctil serán causas orgánicas únicas o agregadas a esa patología.

A propósito de las operaciones de próstata, el Dr. Daffinoti relata el caso de Roberto B; de 69 años, quien fue operado de próstata y “a pesar de no haber sufrido daños ni lesiones durante la intervención, él se adjudicaba una disfunción que lamentablemente después terminó padeciendo”.
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En otros casos, la disfunción aparece por causas “psicológicas” posteriores a un diagnóstico “orgánico” de otra enfermedad. Tal fue el caso de Matías M; de 50 años, a quien le informaron que era diabético en un chequeo de rutina hace cinco años. Como él conocía la relación entre esta enfermedad y la disfunción eréctil, comenzó a temer que apareciera esta segunda.

De esta manera, en cada encuentro sexual el temor aumentaba hasta que finalmente se hizo realidad.

“En estos casos lo que sucede es que se pone en marcha un círculo vicioso/psicológico que se transforma en causa de la disfunción. Por eso es importante aclararle al paciente, en ese caso puntual, que se puede ser diabético y no tener disfunción alguna, y por supuesto se puede padecer disfunción sin ser diabético. Si se presentan ambas pasará algo similar al caso del huevo y la gallina: podemos discutir qué vino primero, pero no podemos negar que hay una vinculación entre ambos”.

En el otro extremo de los ejemplos están aquellos en los cuales las disfunciones son claramente psicoemocionales, como producto de una ruptura de pareja, el duelo de la viudez, separaciones conflictivas que incluyan a los hijos, entre otras. En estos casos son muchos los pacientes que “imaginan” que los problemas son orgánicos, cuando en realidad todo pasa por la situación traumática que se está viviendo.

Adultos mayores y disfunciones
Algunas personas creen que la edad pone punto límite a sus relaciones sexuales y de esta forma se autoexcluyen considerando que han perdido la aptitud para un buen desempeño. “Esto no es así, ni en los hombres ni en las mujeres” -explica Daffinoti-.

“La actividad sexual dependerá de cada uno y también de la integración de la pareja en el encuentro sexual. Por supuesto que la edad produce una merma en el desempeño, pero de ninguna manera eso significa una disfunción eréctil”, aclara el profesional.

Es evidente que el médico que atienda pacientes deberá estar muy preparado y especializado para ubicar las verdaderas causas de la disfunción y recomendar el tratamiento adecuado. El Dr. Néstor Daffinoti finaliza explicando que “es importante entender que cada caso es único y distinto del resto, por lo cual nadie debe automedicarse. Además, problemas sexuales como la disfunción eréctil pueden predecir enfermedad cardiovascular, por lo cual es fundamental consultar a un especialista ante los primeros síntomas”. (Asteriscos TV).