“Estamos recibiendo más inspectores que turistas”. La irónica frase de Mercedes Lubrano sirve para graficar la realidad de la temporada turística, la cual fue considerada como la peor desde el segmento estival de 2001/2002, según coincidieron en señalar comerciantes de distintos rubros.
En este aciago panorama se observan hoteles y cabañas con espacio de sobra, inmobiliarias que se están transformando en hoteles (muchos turistas quieren un departamento por dos días), restaurantes con un porcentaje alto de mesas vacías y balnearios con sombrillas y carpas sin ocupar.
Estos diferentes factores están configurando un verano preocupante, donde las adversas condiciones climáticas no contribuyeron en absoluto para morigerar los efectos de una crisis económica que resulta inocultable.
“Se conjugan dos cosas que son innegables: el mal tiempo y la gente sin dinero”, sostuvo Mercedes Lubrano, quien puede observar la cruda realidad desde dos ópticas, la relacionada con el alojamiento (Cabañas del Río Quequén) y la gastronómica (Sotavento).
Pese a que ya transcurrió la primera semana de la segunda quincena de enero, tradicionalmente el tramo más fuerte de todos los veranos, en Necochea, como en el resto de la costa atlántica, apenas se notó el escalón.
“La temporada sigue igual de floja. Arrancó mal y se mantiene así”, expresó Mercedes Lubrano, sonriendo al decir que “estamos viendo más inspectores que turistas”, en obvia alusión a los agentes de organismos de recaudación fiscal como la AFIP, ARBA o el Ministerio de Trabajo.
Confesó que esta realidad “nos desestructuró el esquema que teníamos para las cabañas, porque ahora la gente viene por dos o tres días”, para agregar que “el camping directamente no existió”.
En el caso del restaurante y cafetería Sotavento, consignó que “se está trabajando un 20 por ciento menos que el año pasado, con repuntes los fines de semana y los días de tiempo malo”.
Repunte que no satisface
El presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del Departamento Judicial local, Oscar Pérez, reconoció que “esta temporada no ha cubierto las expectativas” y, si bien apuntó que esta segunda quincena “ha repuntado un poco” respecto del arranque de enero, aclaró que el comienzo del año fue “malísimo” en materia de demanda de casas y departamentos.
Explicó que las inmobiliarias se vieron obligadas por las circunstancias a hablar con los propietarios de los inmuebles para que redujeran los valores iniciales y así es como se cierran alquileres a precios más bajos que los estipulados antes del verano.
“Se termina alquilando a razón de 100 pesos una cama frente al mar”, puso como ejemplo Pérez, al señalar que se pagan 400 pesos por un departamento para cuatro personas en un sector privilegiado de la villa balnearia.
El directivo admitió que “pareciera que las inmobiliarias nos estamos convirtiendo en un hotel, porque la gente se confunde y viene para alquilar por uno o dos días”.
Indicó que “hay que ver que un departamento no es una habitación de un hotel; son rubros distintos, ya que (estos inmuebles) cuestan 100 mil o 200 mil dólares y son mejorados todos los años”.
En un hotel de la villa se sostuvo que “ahora se ha mejorado un poco, no con reservas, como en anteriores temporadas, porque gente de paso no se observa”, confirmando que los turistas “vienen por períodos muy cortos”.
Se coincidió en el ambiente hotelero con Oscar Pérez al señalarse que la actual es la “peor temporada” desde el colapso de 2001/2002. Las tarifas en los establecimientos del sector, por el momento, no se redujeron y se espera que esto no ocurra hasta carnavales, aunque se señaló que “falta mucho” y de febrero es poco lo que se puede esperar, más cuando el ciclo escolar comenzará el 25 de ese mes.
“Hay que ser flexibles, pero hay que ver que las tarifas subieron alrededor de un 25 por ciento respecto de la anterior temporada y la inflación es más alta”, se dijo. ///
“La gente sabe si hará calor…”
Las páginas de Internet que brindan los pronósticos meteorológicos se han convertido en invalorables aliados de los potenciales turistas y durante este año se han erigido en un obstáculo para que arribaran más visitantes a Necochea, de acuerdo con lo señalado en establecimientos hoteleros locales.
“La gente ahora sabe si hará calor y si vale la pena viajar”, se expresó en uno de los comercios del rubro de la villa balnearia, al mismo tiempo que se admitió que “a esto hay que sumarle la cuestión económica”.
“Los turistas de la zona, en muchos casos, vienen cuando el clima acompaña, lo cual no ha pasado en enero y así es como consultan las páginas de Internet para saber si podrán disfrutar de la playa”, se agregó.
No obstante, en otro hotel se comentó que “antes la segunda quincena de enero se llenaba, aunque los días no acompañaran, pero esto ahora no ocurre”.
Al margen del sol, la lluvia y los bolsillos flacos, se interpretó que los turistas están cambiando sus hábitos y en esto influyen notoriamente los numerosos fines de semana largo que hubo el año pasado, entendiéndose que “a la gente le parece que tomarse dos o tres días remplaza a las vacaciones de antes”, cuando los períodos de descanso eran más largos.
Para los balnearios, que han pedido abonar el canon que vence a fin de mes en cuotas, la pérdida del alquiler diario de la unidad de sombra es uno de los aspectos más negativos en esta temporada ///.
Los ecos de la actual temporada
* Más inspectores
“Estamos recibiendo más
inspectores que turistas”, fue
la irónica frase de Mercedes
Lubrano.
* Mal en las inmobiliarias
“Esta temporada no ha cubierto
las expectativas” indicó el presidente
del Colegio de Martilleros, Oscar
Pérez y, si bien apuntó que esta
segunda quincena “ha repuntado
un poco” respecto del arranque
de enero, aclaró que el comienzo
del año fue “malísimo” en materia
de demanda de casas y
departamentos.
* La peor temporada
Desde el sector hotelero se indicó
que la actual es la “peor temporada”
desde el colapso de 2001/2002.
Las tarifas en los establecimientos
del sector, por el momento, no se
redujeron y se espera que esto
no ocurra hasta carnavales. (Ecos Diarios).
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