Horacio González, el director de la Biblioteca Nacional e integrante del grupo de intelectuales kirchneristas desafió a Cristina y calificó el apoyo de un sector del Gobierno a la designación de Jorge Bergoglio como sumo pontífice como un “retroceso”. “Lo del papa peronista me parece un ataque torpe”, dijo en relación a lo que había celebrado el vicegobernador bonaerense.
Carta Abierta, el grupo de intelectuales kirchneristas, salió a cuestionar al propio kirchnerismo por su apoyo al papa Francisco.
Fue el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, quien no ahorró críticas contra un sector del Gobierno que celebró la designación de Jorge Bergoglio como sumo pontífice. “No puede ser que compañeros nuestros entren en esa superchería”, aseguró en la reunión del fin de semana de Carta Abierta.
“Me parece un retroceso político trascendente, inútil, criticable y riesgosísimo, lleva el mito de la nación católica al límite de la estupidez electoralista y a la incapacidad de reflexionar la profundidad de este tema”, advirtió.
Lo que más enervó a González fue “el concepto de papa peronista”. ""Estoy escandalizado por los carteles que hay en Buenos Aires y por las personas que inventaron un Papa Peronista. Los carteles del Papa peronista me parecen un ataque profundo y torpe”, aseguró.
Y en su crítica incluyó llamativamente al vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, que fue uno de los primeros en hablar de la militancia peronista de Bergoglio en el programa oficialista 678, en donde se cruzó con los panelistas que cuestionaban al flamante papa.
“En el Vaticano va estar Carrió, De Narvaez, Pino Solanas, Macri, Mariotto, los genocidas. ¿Esto tiene que hacer la Argentina? ¿Conmemorar eso como un campeonato del mundo? No corresponde, corresponde que lo critiquemos”.
Curiosamente, la reunión se realizó cuando ya se sabía que la presidenta Cristina Kirchner sería la primera Jefa de Estado que recibiría el papa.
El director de la Biblioteca además señaló que Joseph Ratzinger, el papa anterior a Francisco, “es más interesante porque tenía una idea spinozista del mundo”.
El prestigioso intelectual que escondió el busto de Borges en la Biblioteca Nacional desafió al papa "A ver cuántos viajes de subte va a hacer allí" y ensalzó la figura del ex vicepresidente, Carlos "Chacho" Álvarez, que según él se tomaba el colectivo "con sinceridad". (La Política OnLine).
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