BUENOS AIRES, Agosto 12, (PUNTO CERO-La Política On Line) Eduardo Camaño es de esos peronistas de pocas palabras y códigos de hierro de los que ya no quedan. Sin embargo, la estampa tanguera oculta un político hábil, que por estas horas concretó una jugada interesante a favor de su nueva obsesión: convertir a Roberto Lavagna en Presidente de la Argentina.
Con esa intención, Camaño trabaja en la concreción de un encuentro de Lavagna con un grupo de legisladores nacionales de partidos provinciales.
Sabido es que en muchas provincias estos partidos son primera o segunda fuerza, y contar con ellos sería de vital importancia para darle consistencia al armado nacional de Lavagna, en distritos que el kirchnerismo maneja directamente gracias a sus interminables fondos estatales.
El ex presidente de la Cámara de Diputados ya avanzó en contactos con Fuerza Republicana de Tucumán; el Partido Demócrata de Mendoza; Proyecto Corrientes, el Partido Nuevo, el Movimiento Pampa Sur de la santafesina María del Carmen Alarcón; el bloquismo de San Juan y el MOPOF de Tierra del Fuego.
Lógicamente el gobierno sabe hace ya unos días de la reunión y pone sus fichas a que asistan la menor cantidad de dirigentes posibles. Una situación que se va a reproducir cada vez con mayor frecuencia hasta que el economista decida su candidatura.
La jugada también revela el temor que por estas horas desvela a los integrantes del bloque Peronismo Nacional que integra Camaño: la posibilidad que ante la inconsistencia del armado político que lo respalda, Lavagna finalmente desista de presentar su candidatura.
Esto dejaría a los integrantes del Peronismo Nacional y a sus flamantes socios radicales a la intemperie y las ansias de varios de ellos de renovar su mandato, podrían naufragar en la indiferencia popular. (PUNTO CERO-La Política On Line).
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