SAN ANTONIO DE ARECO, Agosto 11, (PUNTO CERO-Areco Semanal) A pesar de ser uno de los espacios de concentración de menores más concurridos, la gran mayoría de los cíber de nuestra ciudad incumple sistemáticamente la ordenanza para proteger a los chicos. La escena se repite en varios puntos de la ciudad y ya forma parte del paisaje urbano. En la semipenumbra de una luz azul, un grupo de chicos de entre 10 y 17 años permanece inmóvil cada uno frente a la pantalla de una computadora. Algunos, juegan a matarse a tiros en una lucha sin descanso entre policías y terroristas; otros, chatean a través de un programa de mensajería instantánea, y otros, simplemente se entregan a la navegación sin rumbo fijo por Internet. Los cibercafés son, se sabe, cada vez más elegidos por los chicos a la hora de pasar sus horas de esparcimiento. En muchos casos, funcionan como una especie de "guardería", donde los padres pueden dejar a sus hijos por horas por muy pocos pesos. Sin embargo, a pesar de ser uno de los espacios de concentración de menores más concurridos de la ciudad, la gran mayoría de los cíber incumple sistemáticamente los términos de la ordenanza que regula su funcionamiento y que fue concebida, justamente, para proteger a los menores ante la posibilidad de que entren en contacto con contenidos considerados peligrosos.
Así surge de un relevamiento realizado sobre locales que prestan el servicio de conexión a Internet y de acceso a juegos en red. Pedir una máquina, sentarse frente a la PC y observar una escena de sexo explícito o de violencia es perfectamente posible en gran parte de los cíber de nuestra ciudad tanto para adultos como para chicos. Desde la parte oficial admiten que es "muy difícil" monitorear la existencia de filtros de protección a los menores, programas que deberían estar instalados en todas las terminales con acceso a Internet salvo en aquellas que expresamente indiquen que son aptas para mayores de 18 años.
"Sólo podemos controlar la presencia de menores después de determinados horarios y qué están mirando en ese momento en las máquinas, pero no podemos inspeccionar si las computadoras tienen instalados los programas de filtros que indica la ordenanza", explicaron. El cuadro se completa, en muchos casos, con fenómeno preocupante, puesto en cifras por las últimas estadísticas: la enorme mayoría de los padres desconoce cuánto tiempo pasan sus hijos en Internet, por dónde navegan y con quiénes se comunican. Además, un gran porcentaje de ellos no tienen instalados en sus hogares los programas filtros, la mejor manera para mantener a los chicos alejados de los peligros de la red.
Cómo se controla en otras Ciudades
A la hora de poner restricciones para la permanencia y actividad de los chicos en los cibercafés, las comunas del conurbano bonaerense, la capital federal y los distritos de esta región fueron quienes primero tomaron el tema y adoptaron medidas para limitar y controlar el fenómeno. Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre, impusieron limitaciones comunes para ese tipo de locales y Florencio Varela, Presidente Perón Berisso, Almirante Brown y Lanús, al igual que La Plata, Ensenada y San Martín tienen ordenanzas que disponen restricciones en los cíber. Pero la comuna de Godoy Cruz, en Mendoza, es la que cuenta, sin dudas, con una de las normativas más originales y novedosas. Allí, la ordenanza que regula el funcionamiento de los cíber no se centra sólo en el control sino que va más allá: plantea la posibilidad de que la comuna le canjee a los "cíber" el pago de tasas de comercio municipales por horas gratuitas de Internet, destinadas a la capacitación y desarrollo de proyectos escolares en los colegios de ese distrito mendocino. (PUNTO CERO-Areco Semanal).
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