PILAR, Julio 17, (PUNTO CERO-Pilar de Todos).) Vecinos creen que disminuirá el valor de sus parcelas. Algunos frentistas aseguran que «no hay motivaciones de índole discriminatorias», pero otros aceptan estar «preocupados» ante la llegada de gente de bajos recursos. Quieren reunirse con el Intendente.
Un fuerte malestar despertó en algunos vecinos del barrio Amancay de Fátima, la inminente construcción en el lugar de una docena de casas sociales en el marco del programa Federal de Viviendas. Es que, dicen, la zona no es apta para la subdivisión de los terrenos, una medida a la que los propietarios se han visto imposibilitados por el gobierno para poder aplicar, pero que sí se va a usar en la construcción del barrio, además de señalar que un barrio popular emplazado en ese sector aplastaría la tasación de sus parcelas.
«El tema es que la mayoría de las personas tiene casa quinta en terrenos importantes y (los gobiernos) nunca dejaron que se puedan subdividir, pero ahora con este plan (de viviendas) sí lo van a poder hacer en el nuevo barrio», le explicó a Pilar de Todos Griselda Fontán y completó: «Dicen que era un lugar hecho para la tranquilidad y residencial, pero al final hacen lo que a vos no te dejan».
Si bien por un lado los frentistas aducen que el problema surge en la subdivisión de los terrenos, otros admiten que también hay temor ante la llegada de personas que creen de bajos recursos. De hecho, algunos aseguran que las casas serán entregadas como «dádiva política, a gente que no le interesa trabajar, sino ver qué tiene el otro».
«Si me dicen que se trata de un barrio obrero es una cosa, pero si es dádiva política es otro tema. Pero esto es darle (una casa) a gente que no trabaja y tiene malos hábitos. Nosotros somos gente de campo y todos trabajamos, pero no vivimos de la dádiva. Si hay que poner 20 barrios obrero ayudo, pero esto no; porque el que busca una casa gratis no le interesa trabajar y lo único que va a mirar es lo que tengo yo para sacármelo», disparó Fontán.
Reunión
Un grupo de propietarios se reunió con el concejal Carlos Olivera, presidente de la bancada oficialista y titular de la comisión de Obras Públicas del Deliberativo. Sin embargo, el encuentro no habría arrojado resultados satisfactorios para los vecinos.
«Nos juntamos con Olivera, pero nos dijeron que como no hay disponibilidad de terrenos fiscales en otro lado, no se puede hacer nada», se lamentó Marcela de Perlo. La mujer, no obstante, aseguró que no hay motivaciones «de índole discriminatoria» en el reclamo, y apuntó a la falta de infraestructura y servicios que signan a la zona.
«No tenemos cloacas y se dice que entonces no se podría hacer este tipo de emprendimiento. Además, estamos al límite de las napas, y una emrpesa química determinó que el agua no es potable para lactantes; no hay colectivos, ni sala de primeros auxilios», enumeró Perlo.
«Esas 12 familias tienen derecho a vivir dignamente, pero hay que hacer un estudio más profundo. Les pregunté (a los concejales) qué análisis hicieron, como impacto ambiental, pero algunos pretenden encasillarnos en que no queremos que venga gente de bajos recursos a la zona, cuando ese no es el problema», completó.
Para Fabiana Galvagno el inconveniente también tiene que ver con la falta de servicios, aunque también se mostró temerosa respecto a que el valor de los terrenos se vea disminuido.
«Primero ellos pueden subdividir, algo que a nosotros nunca nos dejaron, y en segundo lugar van a instalar un montón de viviendas y creo que sí podría influir en la tasación de las casas. No podemos juzgar a nadie, y no sabemos quienes van a venir, pero si es gente de clase media para abajo no es un lugar ideal para que vengan, porque no hay transporte, colegios o unidad sanitaria», enumeró Galvagno.
Otros vecinos, no obstante, manifiestan que «todo es muy turbio», ya que el gobierno no informó aún como va a ser el procedmiento para entregar las viviendas.
«Es todo muy turbio, desde el momento en que nadie dice cómo se van a dar las casas, o cuánto va a pagar cada persona. No somos racistas ni nada de eso, pero esto de dar, con el esfuerzo de todos nosotros no lo queremos. Lo mejor es que den trabajo», concluyó una vecina.
Los frentistas buscarán ahora reunirse con el intendente Humberto Zúccaro, aunque algunos concejales le confiaron a Pilar de Todos que «no hay marcha atrás con la medida». (PUNTO CERO-Pilar de Todos).
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