En relación al cerramiento de hormigón y alambrado en el límite entre San Isidro y San Fernando, a la altura de la calle Uruguay, el intendente sanisidrense, Dr. Gustavo Posse, dio, esta mañana, una breve pero concreta conferencia de prensa en el palacio municipal. “Ni es un muro ni es contra la pobreza”, aseguró el jefe comunal.
Y aclaró: “Es una de las formas de cierre, que hay fuera y dentro del partido, en lugares de mucha exposición como lugares de autopista, lugares corredores de delincuentes, como el Ceamse”. “En este caso son 270 metros, que es una protección a gente humilde y obrera, que quedaba muy expuesta en esa zona de intersección de la avenida, de deslinde, que es muy cercana a la Panamericana con la calle Uruguay”, sostuvo Posse.
Respecto del acceso restringido a San Isidro desde San Fernando, Posse aclaró que “de ningún modo no se puede ingresar a San Isidro desde San Fernando”. Y destacó que “los delincuentes deberán rodear una zona de 400 metros y se encontrarán del otro lado con cámaras de acercamiento y distintos formas de patrullaje, de articulación social y de prevención”.
“Cada municipio tiene distintas maneras de encarar la crisis de la falta de seguridad del Gran Buenos Aires; esta comuna sabe que la obligación y las facultades están en la jurisdicción provincial pero desde hace muchos años nos encargamos del patrullaje, de las fiscalías de barrios y de la articulación social”, dijo el mandatario municipal, quien aclaró que “el 80 por ciento de los delincuentes que actúan en nuestro lugar no son de San Isidro”.
Según Posse, el objetivo de este cerramiento es para favorecer a “la gente trabajadora, la que toma el transporte público de pasajeros y que a la mañana es sometida por los delincuentes, que le pide dinero a modo de peaje. Ahora van a ir a dos puntos, uno es la avenida Blanco Encalada, el otro es la calle Camino Morón; que está a 400 metros de la otra. La gente se va a tomar el colectivo con custodia policial al lado. Esto es tranquilidad y mejora de la calidad de vida para el humilde y los sectores medios”.
Respecto si el municipio dará marcha atrás, Posse sostuvo que “no, es una prerrogativa municipal que tuvo consenso entre los vecinos sobre la base de la forma de la democracia semidirecta”. Y agregó: “Cada municipio tiene su manera de ver y de hacer. Nosotros trabajamos de esta manera, que es con cámaras de acercamiento, patrullaje y cierres físicos en algunos puntos”.
“Creo que si cada municipio de Buenos Aires, con sus medidas y respetando sus idiosincrasias tomara actitudes parecidas se conseguirán mejores condiciones de vida", subrayó el titular del ejecutivo sanisidrense. “El proceso de la falta de seguridad en el mundo es evolutivo, en Buenos Aires vamos hacia la favelización. No critiquemos al que hace, aún con el margen de error.
Estos elementos no son definitivos; si mejora la situación, estos cerramientos se levantarán y tendrán otro destino. No tenemos otra intención mas que cuidar a nuestra gente y debemos cumplir con nuestro deber que es estar al lado del vecino”, destacó el intendente de San Isidro.
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