Tras el fallo de la Sala III de la Cámara de Casación, el Tribunal Oral Criminal 24 aplicó una pena de 4 años de prisión efectiva para Fabiana Fiszbin, ex secretaria de Control Comunal, en el marco de la causa por la tragedia de Cromañon. En el entorno de Alberto Fernández y de los hermanos Vilma y Aníbal Ibarra reina el silencio y el hermetismo. Fuentes consultadas por LPO aseguran que existe un gran temor a que la ex funcionaria rompa el silencio y los incrimine.
Finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal 24 fijó las nuevas condenas para los imputados de la causa Cromañon, tal como lo indicó el fallo de la Sala III de Casación. Y Fabiana Fizbin, ex secretaria de Control Comunal, que había recibido dos años de prisión en el juicio oral de 2009, fue sentenciada a cuatro años.
En Argentina, las condenas deben superar los tres años para que sean de cumplimiento efectivo, por lo que, hasta el momento, Fiszbin terminaría en la cárcel. Se trata de un hecho histórico, porque no existen antecedentes de funcionarios públicos que hayan sido encarcelados por delitos culposos.
Pero además de ella, recibieron penas de cumplimiento efectivo los ex directores del área a su cargo, Ana María Fernández y Gustavo Torres, un hombre muy cercano al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Fiszbin era maestra jardinera, y llamativamente se hizo cargo de las inspecciones de la Ciudad, una dependencia que durante muchos años recibió denuncias por casos de coimas y negocios sucios. Fue designada por ser "expeditiva y eficiente" y también "por ser amiga de Aníbal Ibarra", según explicó su propio abogado, Marcelo Fainberg. En rigor, la ex subsecretaria tenía una amistad muy estrecha con Vilma, la hermana del destituido jefe de Gobierno porteño.
Estos lazos políticos y personales hicieron que la resolución del Tribunal Oral se convirtiera en un duro golpe para el ibarrismo y también para el ex jefe de Gabinete. Las repercusiones de este dictamen pueden ser inimaginables, y por el momento reina el silencio y el hermetismo.
"No quiero hablar. Es un tema muy sensible, muy personal. Y no me animaría a hacer interpretaciones sobre lo puede sentir Vilma en este momento", se disculpó un dirigente afín a la diputada nacional. "No hago interpretaciones sobre los fallos de la Justicia", se excusó un ibarrista.
Pero fuentes cercanas a esos sectores revelaron a La Política Online que existe un gran temor a que Fiszbin rompa el silencio y los incrimine. Es que hasta el momento, la ex funcionaria jamás brindó una entrevista, tal vez a cambio de la protección política.
Anibal Ibarra cosechó buenos contactos en la justicia penal, tras su paso como fiscal. Y Alberto Fernández fue el impulsor de Esteban Righi para el cargo de procurador general de la Nación y de Elena Highton de Nolasco como jueza de la Suprema Corte. Como sea, Fiszbin está a un paso de la prisión y ahora podría revelar cómo se manejaba la cuestionada subsecretaría.
Los golpes políticos
La posibilidad de que su nombre sea nuevamente ligado a las causas de la tragedia de Cromañon preocupa mucho al ex jefe de Gobierno porteño, que en este momento está negociando una posible alianza con el kirchnerismo para encabeza la lista de legisladores. Incluso, habría sido sondeado para que se postule como vice.
Su intención era presentar una colectora, colgado del candidato kirchnerista. Daniel Filmus le ofreció algunos lugares en su lista, en vez de la "adhesión". Es que el PJ porteño no quiere que Ibarra -que mide entre 8 y 10 puntos- consiga bancas en la legislatura bajo el paraguas de "su" candidato.
Las conversaciones se encuentran trabadas, y los ribetes que pueda alcanzar la condena de Fiszbin no benefician al ex jefe de Gobierno: su imágen pública se vería perjudicada y también perdería poder de negociación con el PJ porteño.
Alberto Fernández también teme ser involucrado en esta polémica, puesto que Torres es un hombre de su riñón. Y está convencido de que el kirchnerismo no dejaría pasar esta oportunidad para cuestionarlo.
Vilma es la más perturbada por el fallo, puesto que es su amiga quien puede ir a prisión y fue ella la que la recomendó para ese puesto.
El camino judicial
"Existe un plazo de diez días para presentar una serie de recursos especiales. Si la Cámara rechaza estos recursos, se puede recurrir a la Corte Suprema. Y solamente en caso de que ésta también los rechace, por el momento no es una condena definitiva", explicó a LPO José Iglesias, abogado de los familiares de las víctimas de Cromañon.
Estas pocas instancias serán transitados con angustia, pero sobre todo se especula con un fuerte lobby judicial. El legislador ibarrista Eduardo Epszteyn tiene relación con el juez Eugenio Zaffaroni y es amigo de Jacobo Grossman, su mano derecha. Pero no sería esa una vía para intentar buscar una entrada a la Corte Suprema, ya que allegados al legislador afirmaron a LPo que "Eduardo nunca se metió en este tema (por Cromañón) y jamás se le ocurriría plantearle a Zaffaroni nada vinculado a esa causa".
Mientras que por el lado de Alberto Fernández, se presume que podría interntar algún sondeo con la jueza Highton de Nolasco, que llegó a la Corte Suprema de su mano; y con su amigo, el procurador de la Nación Estéban Righi. (La Política OnLine).
Finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal 24 fijó las nuevas condenas para los imputados de la causa Cromañon, tal como lo indicó el fallo de la Sala III de Casación. Y Fabiana Fizbin, ex secretaria de Control Comunal, que había recibido dos años de prisión en el juicio oral de 2009, fue sentenciada a cuatro años.
En Argentina, las condenas deben superar los tres años para que sean de cumplimiento efectivo, por lo que, hasta el momento, Fiszbin terminaría en la cárcel. Se trata de un hecho histórico, porque no existen antecedentes de funcionarios públicos que hayan sido encarcelados por delitos culposos.
Pero además de ella, recibieron penas de cumplimiento efectivo los ex directores del área a su cargo, Ana María Fernández y Gustavo Torres, un hombre muy cercano al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
Fiszbin era maestra jardinera, y llamativamente se hizo cargo de las inspecciones de la Ciudad, una dependencia que durante muchos años recibió denuncias por casos de coimas y negocios sucios. Fue designada por ser "expeditiva y eficiente" y también "por ser amiga de Aníbal Ibarra", según explicó su propio abogado, Marcelo Fainberg. En rigor, la ex subsecretaria tenía una amistad muy estrecha con Vilma, la hermana del destituido jefe de Gobierno porteño.
Estos lazos políticos y personales hicieron que la resolución del Tribunal Oral se convirtiera en un duro golpe para el ibarrismo y también para el ex jefe de Gabinete. Las repercusiones de este dictamen pueden ser inimaginables, y por el momento reina el silencio y el hermetismo.
"No quiero hablar. Es un tema muy sensible, muy personal. Y no me animaría a hacer interpretaciones sobre lo puede sentir Vilma en este momento", se disculpó un dirigente afín a la diputada nacional. "No hago interpretaciones sobre los fallos de la Justicia", se excusó un ibarrista.
Pero fuentes cercanas a esos sectores revelaron a La Política Online que existe un gran temor a que Fiszbin rompa el silencio y los incrimine. Es que hasta el momento, la ex funcionaria jamás brindó una entrevista, tal vez a cambio de la protección política.
Anibal Ibarra cosechó buenos contactos en la justicia penal, tras su paso como fiscal. Y Alberto Fernández fue el impulsor de Esteban Righi para el cargo de procurador general de la Nación y de Elena Highton de Nolasco como jueza de la Suprema Corte. Como sea, Fiszbin está a un paso de la prisión y ahora podría revelar cómo se manejaba la cuestionada subsecretaría.
Los golpes políticos
La posibilidad de que su nombre sea nuevamente ligado a las causas de la tragedia de Cromañon preocupa mucho al ex jefe de Gobierno porteño, que en este momento está negociando una posible alianza con el kirchnerismo para encabeza la lista de legisladores. Incluso, habría sido sondeado para que se postule como vice.
Su intención era presentar una colectora, colgado del candidato kirchnerista. Daniel Filmus le ofreció algunos lugares en su lista, en vez de la "adhesión". Es que el PJ porteño no quiere que Ibarra -que mide entre 8 y 10 puntos- consiga bancas en la legislatura bajo el paraguas de "su" candidato.
Las conversaciones se encuentran trabadas, y los ribetes que pueda alcanzar la condena de Fiszbin no benefician al ex jefe de Gobierno: su imágen pública se vería perjudicada y también perdería poder de negociación con el PJ porteño.
Alberto Fernández también teme ser involucrado en esta polémica, puesto que Torres es un hombre de su riñón. Y está convencido de que el kirchnerismo no dejaría pasar esta oportunidad para cuestionarlo.
Vilma es la más perturbada por el fallo, puesto que es su amiga quien puede ir a prisión y fue ella la que la recomendó para ese puesto.
El camino judicial
"Existe un plazo de diez días para presentar una serie de recursos especiales. Si la Cámara rechaza estos recursos, se puede recurrir a la Corte Suprema. Y solamente en caso de que ésta también los rechace, por el momento no es una condena definitiva", explicó a LPO José Iglesias, abogado de los familiares de las víctimas de Cromañon.
Estas pocas instancias serán transitados con angustia, pero sobre todo se especula con un fuerte lobby judicial. El legislador ibarrista Eduardo Epszteyn tiene relación con el juez Eugenio Zaffaroni y es amigo de Jacobo Grossman, su mano derecha. Pero no sería esa una vía para intentar buscar una entrada a la Corte Suprema, ya que allegados al legislador afirmaron a LPo que "Eduardo nunca se metió en este tema (por Cromañón) y jamás se le ocurriría plantearle a Zaffaroni nada vinculado a esa causa".
Mientras que por el lado de Alberto Fernández, se presume que podría interntar algún sondeo con la jueza Highton de Nolasco, que llegó a la Corte Suprema de su mano; y con su amigo, el procurador de la Nación Estéban Righi. (La Política OnLine).
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