La diputada retomó un perfil alto y cuestionó a su ex esposo por viajar con sus hijas en un avión sanitario. El año que viene vence su mandato y deberá buscar un destino. Por si fuera poco, “Coki” está enfrentado a su vicegobernador y enfrió su relación con la Casa Rosada.
Pese a la contundencia de su triunfo, Jorge Capitanich no empezó su segundo mandato bien parado y potenció dos enemigos que podría complicar su futuro político, para el que sueña nada menos que en ser presidente.
A la conflictiva relación que atraviesa con su vice, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, quien lo responsabilizó de no haberlo invitado al acto de asunción, se sumó la que acarrea con su ex esposa, la diputada Sandra Mendoza.
La legisladora se alejó de su Gobierno hace tres años, luego de haber sido ministra de Salud, diputada provincial y una de las armadoras de Capitanich en la dura interna del PJ que le permitió al partido recuperar la provincia por escasos votos.
Ya separada, asumió en 2009 como diputada nacional y en sus primeros dos años casi no se la oyó hablar, aunque respetó todas las decisiones del bloque oficialista.
Con la reelección de su ex marido y su mandato de diputada por concluir, siente que llegó el momento de encontrar un nuevo destino y retomó su rol de operadora full time en la provincia, aunque en este caso sin jefes ni referentes.
No tardó en protagonizar el primer escándalo: cuestionó un viaje de Capitanich a Panamá con las dos hijas de ambos.
"Yo no sé como hace para sacar a mis hijas del país. Él no puede hacerlo sin mi consentimiento. Hay complicidad del poder judicial de Chaco", denunció Mendoza.
Por estos días se hizo muy visitada su página de Facebook, congestionada por tantas solicitudes de amistad. Usa esa vía para machacar a Bacileff Ivanoff por su reciente enfrentamiento con el gobernador, a quien definió como “un chico sin calle” luego de acusarlo de no haberlo invitado al acto de asunción de ambos.
Mendoza abandonó el ostracismo cuando se desató esa disputa tomó vuelo y volvió al ruedo cuando se supo del viaje de su ex esposo a Panamá. “Primero dijo que ella no se iba de vacaciones porque iba a recorrer la provincia, después empezó a enviar mensajes por Facebook contra Coki”, cuentan en Chaco.
A diferencia de sus colegas, Capitanich ya dio muestras de no estar interesado en una reforma constitucional que le permita un tercer mandato, por lo que la pelea por su sucesión no será sencilla. Y en Chaco nadie descarta a su ex esposa como candidata.
El viaje del gobernador también fue objetado por el Bacileff Ivanoff, otro que tal vez busque marcar la cancha con sus polémicas declaraciones. Ahora cuestionó al secretario general de la Gobernación, Juan Chaquires, y el subsecretario de Legal y Técnica, Pedro Miró, por no informar las causas del viaje.
Capitanich siempre gobernó sin hablar con nadie, el tema es que ahora esa conducta le está trayendo problemas, según explican quienes frecuentan la gobernación chaqueña.
La falta de reacción del Gabinete ante la noticia del viaje a Panamá es una muestra de esa parálisis que se vive cuando él no está. Todo se complica aún más si Mendoza sale al ruedo en busca de un destino político propio.
Por si fuera poco, su relación con la Casa Rosada no volvió a ser la misma desde que discutió a los gritos con Máximo Kirchner en rechazo a las candidaturas a diputados nacionales de José Mongeló y Gladys Soto. (La Política OnLine).
Pese a la contundencia de su triunfo, Jorge Capitanich no empezó su segundo mandato bien parado y potenció dos enemigos que podría complicar su futuro político, para el que sueña nada menos que en ser presidente.
A la conflictiva relación que atraviesa con su vice, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, quien lo responsabilizó de no haberlo invitado al acto de asunción, se sumó la que acarrea con su ex esposa, la diputada Sandra Mendoza.
La legisladora se alejó de su Gobierno hace tres años, luego de haber sido ministra de Salud, diputada provincial y una de las armadoras de Capitanich en la dura interna del PJ que le permitió al partido recuperar la provincia por escasos votos.
Ya separada, asumió en 2009 como diputada nacional y en sus primeros dos años casi no se la oyó hablar, aunque respetó todas las decisiones del bloque oficialista.
Con la reelección de su ex marido y su mandato de diputada por concluir, siente que llegó el momento de encontrar un nuevo destino y retomó su rol de operadora full time en la provincia, aunque en este caso sin jefes ni referentes.
No tardó en protagonizar el primer escándalo: cuestionó un viaje de Capitanich a Panamá con las dos hijas de ambos.
"Yo no sé como hace para sacar a mis hijas del país. Él no puede hacerlo sin mi consentimiento. Hay complicidad del poder judicial de Chaco", denunció Mendoza.
Por estos días se hizo muy visitada su página de Facebook, congestionada por tantas solicitudes de amistad. Usa esa vía para machacar a Bacileff Ivanoff por su reciente enfrentamiento con el gobernador, a quien definió como “un chico sin calle” luego de acusarlo de no haberlo invitado al acto de asunción de ambos.
Mendoza abandonó el ostracismo cuando se desató esa disputa tomó vuelo y volvió al ruedo cuando se supo del viaje de su ex esposo a Panamá. “Primero dijo que ella no se iba de vacaciones porque iba a recorrer la provincia, después empezó a enviar mensajes por Facebook contra Coki”, cuentan en Chaco.
A diferencia de sus colegas, Capitanich ya dio muestras de no estar interesado en una reforma constitucional que le permita un tercer mandato, por lo que la pelea por su sucesión no será sencilla. Y en Chaco nadie descarta a su ex esposa como candidata.
El viaje del gobernador también fue objetado por el Bacileff Ivanoff, otro que tal vez busque marcar la cancha con sus polémicas declaraciones. Ahora cuestionó al secretario general de la Gobernación, Juan Chaquires, y el subsecretario de Legal y Técnica, Pedro Miró, por no informar las causas del viaje.
Capitanich siempre gobernó sin hablar con nadie, el tema es que ahora esa conducta le está trayendo problemas, según explican quienes frecuentan la gobernación chaqueña.
La falta de reacción del Gabinete ante la noticia del viaje a Panamá es una muestra de esa parálisis que se vive cuando él no está. Todo se complica aún más si Mendoza sale al ruedo en busca de un destino político propio.
Por si fuera poco, su relación con la Casa Rosada no volvió a ser la misma desde que discutió a los gritos con Máximo Kirchner en rechazo a las candidaturas a diputados nacionales de José Mongeló y Gladys Soto. (La Política OnLine).
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