En Argentina hay más de 13 millones y medio de personas con sobrepeso u obesidad. Recomendaciones para que eviten exponerse a una situación que pueda alterar su estado de salud.
Ante las altas temperaturas que se registran en el país en esta época del año, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, advirtió a las personas con sobrepeso u obesidad respecto de la importancia de “extremar en estos días medidas de prevención para evitar un golpe de calor”, debido a que “este grupo registra una mayor predisposición a sufrirlos por tener menos facilidad para eliminar el calor del cuerpo”.
“Si toda la población se tiene que cuidar cuando hace mucho calor, las personas con sobrepeso y obesidad lo tienen que hacer de manera mucho más extrema, porque presentan un riesgo aumentado”, aseguró Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No transmisibles de la cartera sanitaria nacional.
Esta propensión a padecer un golpe de calor está relacionada con el mecanismo de regulación fisiológico de la temperatura, que en el caso de los obesos “está alterado por el incremento de la grasa corporal”, señaló el funcionario.
“El exceso de peso hace que la producción de calor se vea incrementada”, detalló el funcionario, al tiempo que explicó que “además, la concentración de agua total relativa del cuerpo es menor a la de una población no obesa, dado que el tejido adiposo no retiene el agua”.
Estos factores generan una mayor debilidad en la persona y la predisposición a padecer lo que se llama golpe de calor, que es “la falla del organismo para poder regular la temperatura corporal, que es de 36 grados aproximadamente, frente a temperaturas externas muy elevadas”, explicó.
Por eso, es fundamental que se extremen las medidas de prevención y se tengan en cuanta las siguientes recomendaciones:
* Evitar esfuerzos físicos importantes cuando hay temperaturas ambientales muy elevadas.
* Permanecer en lugares frescos y ventilados.
* Usar ropa clara y cómoda.
* Tomar abundante líquido fresco durante todo el día.
* Evitar las bebidas alcohólicas, porque también interfieren en los mecanismos de control de la temperatura corporal.
* Ingerir comidas con menor cantidad calórica.
* Incrementar el consumo de frutas y verduras.
En cuanto a los síntomas, el golpe de calor se manifiesta con cefaleas importantes; aumento de la temperatura a 40 grados o más (ésta no suele compensarse con la toma de antitérmicos, ya que el mecanismo de producción es distinto al de la fiebre); vómitos, arcadas o náuseas; confusión, cuando el proceso está muy avanzado; y hasta puede terminar en convulsiones y muerte. “Por eso, es importante estar alertas y detectar el cuadro ante los primeros síntomas”, recalcó el especialista.
Según surge de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por la cartera sanitaria nacional, entre 2005 y 2009 la obesidad se incrementó del 14% al 18%. “Entre sobrepeso y obesidad tenemos un 53% de argentinos mayores de 18 años con este problema. Como ocurre en el resto del mundo, en Argentina cada vez hay más obesidad”, concluyó el experto.
Ante las altas temperaturas que se registran en el país en esta época del año, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, advirtió a las personas con sobrepeso u obesidad respecto de la importancia de “extremar en estos días medidas de prevención para evitar un golpe de calor”, debido a que “este grupo registra una mayor predisposición a sufrirlos por tener menos facilidad para eliminar el calor del cuerpo”.
“Si toda la población se tiene que cuidar cuando hace mucho calor, las personas con sobrepeso y obesidad lo tienen que hacer de manera mucho más extrema, porque presentan un riesgo aumentado”, aseguró Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No transmisibles de la cartera sanitaria nacional.
Esta propensión a padecer un golpe de calor está relacionada con el mecanismo de regulación fisiológico de la temperatura, que en el caso de los obesos “está alterado por el incremento de la grasa corporal”, señaló el funcionario.
“El exceso de peso hace que la producción de calor se vea incrementada”, detalló el funcionario, al tiempo que explicó que “además, la concentración de agua total relativa del cuerpo es menor a la de una población no obesa, dado que el tejido adiposo no retiene el agua”.
Estos factores generan una mayor debilidad en la persona y la predisposición a padecer lo que se llama golpe de calor, que es “la falla del organismo para poder regular la temperatura corporal, que es de 36 grados aproximadamente, frente a temperaturas externas muy elevadas”, explicó.
Por eso, es fundamental que se extremen las medidas de prevención y se tengan en cuanta las siguientes recomendaciones:
* Evitar esfuerzos físicos importantes cuando hay temperaturas ambientales muy elevadas.
* Permanecer en lugares frescos y ventilados.
* Usar ropa clara y cómoda.
* Tomar abundante líquido fresco durante todo el día.
* Evitar las bebidas alcohólicas, porque también interfieren en los mecanismos de control de la temperatura corporal.
* Ingerir comidas con menor cantidad calórica.
* Incrementar el consumo de frutas y verduras.
En cuanto a los síntomas, el golpe de calor se manifiesta con cefaleas importantes; aumento de la temperatura a 40 grados o más (ésta no suele compensarse con la toma de antitérmicos, ya que el mecanismo de producción es distinto al de la fiebre); vómitos, arcadas o náuseas; confusión, cuando el proceso está muy avanzado; y hasta puede terminar en convulsiones y muerte. “Por eso, es importante estar alertas y detectar el cuadro ante los primeros síntomas”, recalcó el especialista.
Según surge de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por la cartera sanitaria nacional, entre 2005 y 2009 la obesidad se incrementó del 14% al 18%. “Entre sobrepeso y obesidad tenemos un 53% de argentinos mayores de 18 años con este problema. Como ocurre en el resto del mundo, en Argentina cada vez hay más obesidad”, concluyó el experto.
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