martes, enero 24, 2012

Confirmaron las condenas a policías por abuso en Luján Primera

El Tribunal de Casación bonaerense confirmó las sentencias a dos años de prisión en suspenso contra tres uniformados acusados de "vejaciones". Además, incluye la "inhabilitación especial" por cuatro años.
El Tribunal de Casación bonaerense confirmó las condenas a dos años de prisión en suspenso contra tres policías acusados de "vejaciones" a detenidos en la Comisaría Luján Primera, durante una requisa presuntamente en busca de "elementos punzo cortantes", comúnmente denominados "facas".
Los jueces Jorge Celesia y Carlos Mahiques ratificaron la condena impuesta el 2 de julio de 2010 por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Mercedes, que incluye la "inhabilitación especial" por cuatro años para los uniformados.
Los hechos ocurrieron el 15 de junio de 2002, durante una sorpresiva requisa motivada en la "información de la existencia de instrumentos punzo cortantes" en los calabozos.
El fallo establece que los policías, "entre los días sábado 15 y martes 18 de junio de 2002, prestando servicio en la Seccional Primera de la Comisaría de Luján, ingresaron al sector de calabozos de la dependencia, donde se encontraban alojados alrededor de 40 detenidos".
"Blandiendo distintos elementos -en su mayoría con forma cilíndrica de tipo romo contundente (cables, palos y mangueras de goma), aplicaron a los allí alojados múltiples castigos corporales, obligándolos también, previo trasladarlos a los zurrazos hacia el patio de la seccional", se indicó.
En ese lugar, "alambrado en su techo, y conocido en la jerga carcelaria como jaula", fueron obligados "a desnudarse y prosternarse de rodillas, espetándoles improperios y vituperios con tono humillante y mortificante a su dignidad humana", dijeron los magistrados.
Los detenidos sufrieron "distintas excoriaciones, equimosis y tumefacciones asentadas principalmente en sus dorsos y glúteos", explica la resolución.
"El delito de vejaciones se configura cuando un funcionario público, que tiene en sus manos el poder que le otorga la función, molesta, hace padecer o maltrata a una persona, tanto física como moralmente, de modo ilegítimo, dispensando un trato antirreglamentario, humillando y mortificando al sujeto pasivo, atacando su sentimiento de dignidad y el respeto que merece como persona, denigrándola", sostuvieron los jueces.
Al reprochar el accionar policial, añadieron que los reclusos "han padecido verdaderas vejaciones en su persona". Y en ese sentido destacaron que "el accionar de los inculpados no puede ser entendido como cumplimiento de un deber, desde que imponer vejaciones, por el propio contenido que las caracteriza, en modo alguno puede ser catalogado como legítimo, desde que se trata de un accionar antirreglamentario y contrario a las garantías constitucionales y los derechos de los justiciables". (El Civismo).

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