El trastorno bipolar se caracteriza por ser una condición cíclica, en la cual la oscilación del estado de ánimo define la enfermedad. Además, “se la debe considerar como una enfermedad multisistémica, es decir, una enfermedad de la mente y del cuerpo, dado que existe mayor riesgo de desarrollar tanto enfermedades clínicas, como enfermedades cardiovasculares” afirma la Dra. María R. Poulisis, Médica Especialista en Psiquiatría.
Este riesgo, muchas veces se presenta más allá de los tratamientos farmacológicos que recetamos para el trastorno bipolar. Por esta razón es necesario cuidar no sólo la calidad de hábitos en los pacientes, evitando los factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y tabaquismo, sino también el control de las variables clínicas como la tensión arterial y la glucemia, entre otras.
El trastorno bipolar o enfermedad maníaco –depresiva se presenta de formas diversas y se caracteriza por alteraciones en el estado de ánimo. Esta desregulación, que condiciona la vida y el funcionamiento psicosocial de los pacientes, es resultado de la intensidad emocional con la que enfrentaron ciertas situaciones de la vida.
Sin embargo, no todas las personas presentan la misma característica clínica del cambio de ánimo de la manía típica a la depresión con tentativas suicidas.
Muchos pacientes, a pesar de no presentar síntomas de depresión, manía o hipomanía ni tampoco síntomas sufridos en etapas agudas de sus vidas, como la irritabilidad, o insomnio, sienten que su capacidad intelectual y creativa no es la misma que tenían y lo atribuyen al tratamiento farmacológico. Muchas veces presentan síntomas residuales que les impiden desempeñarse en áreas intelectuales, académicas o personales de forma adecuada.
Por otra parte, lo que sucede en muchos casos es que las personas acuden a una consulta por depresión sin recordar ningún episodio significativo de euforia o hiperactividad, síntomas de ansiedad o dificultades en la regulación emocional. Esto se explica a partir del abuso de sustancias o alcohol o una diversidad de sintomatología.
En este punto se debe señalar que si la enfermedad maníaco –depresiva se presenta acompañada de otros trastornos, tales como trastornos de ansiedad, de personalidad o de alimentación, entre otros, es necesario un riguroso diagnóstico para poder determinar la estrategia terapéutica adecuada.
“Esta es la razón por la cual muchos pacientes tardan aproximadamente 8 años en ser diagnosticados y tratados adecuadamente dado que los manuales clásicos de diagnóstico, aún en discusión, no incluyen algunos indicadores clínicos que hacen pensar que dichos pacientes podrían estar incluidos en el espectro del trastorno bipolar ya que presentan manifestaciones clínicas diferentes a las consideradas categóricas” indica la a Dra. Poulisis, quien brindará la charla a la comunidad en el Auditorio de la Fundación Diagnóstico Maipú.
En lo que refiere al tratamiento, incluye la información sobre la enfermedad y el cumplimiento del tratamiento farmacológico. Además, implica la regulación de hábitos y el entrenamiento para prevenir recaídas y fundamentalmente, para lograr la recuperación funcional del paciente en las etapas de estabilidad y mantenimiento donde sentirse bien es una tentación para abandonar el tratamiento emprendido.
Los pacientes y sus familias necesitan acompañamiento y estrategias para sostener la mejoría, prevenir recaídas y recuperar su vida cotidiana, aprendiendo a manejar las situaciones de stress o la desregulación de hábitos así como la necesidad de mantener la medicación a pesar de sentirse estables.
Resulta indispensable la inclusión de la familia y la red social no sólo en la etapa aguda y en las fases diagnósticas o en etapas de crisis, sino también en el acompañamiento permanente para poder entender que ésta es una enfermedad crónica y que la estabilidad y la recuperación funcional requieren del cumplimiento de un tratamiento global a largo plazo.
La naturaleza prolongada del trastorno bipolar, requiere de un cuidado y seguimiento regular de los pacientes a lo largo de su vida, que va más allá de los tratamientos farmacológicos y psicológicos e impone la necesidad de herramientas para ayudarlos a recuperar no sólo la estabilidad anímica, sino también su capacidad funcional.
El desafío que presenta el trastorno bipolar es poder realizar un tratamiento personalizado, ayudar a los pacientes y a sus familias a mantener la continuidad de las estrategias terapéuticas y recuperar la capacidad funcional.
El próximo 2 de julio a las 19hs , en el Auditorio Fundación Diagnóstico Maipú (Libertad 1530 3° piso, Vicente López) habrá una chara abierta a la comunidad sobre este asunto. as vacantes son limitadas. Para informes e inscripciones: 4837-7570, fundación@diagnosticomaipu.com.ar o www.diagnosticomaipu.com.ar/fundacion.
Este riesgo, muchas veces se presenta más allá de los tratamientos farmacológicos que recetamos para el trastorno bipolar. Por esta razón es necesario cuidar no sólo la calidad de hábitos en los pacientes, evitando los factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y tabaquismo, sino también el control de las variables clínicas como la tensión arterial y la glucemia, entre otras.
El trastorno bipolar o enfermedad maníaco –depresiva se presenta de formas diversas y se caracteriza por alteraciones en el estado de ánimo. Esta desregulación, que condiciona la vida y el funcionamiento psicosocial de los pacientes, es resultado de la intensidad emocional con la que enfrentaron ciertas situaciones de la vida.
Sin embargo, no todas las personas presentan la misma característica clínica del cambio de ánimo de la manía típica a la depresión con tentativas suicidas.
Muchos pacientes, a pesar de no presentar síntomas de depresión, manía o hipomanía ni tampoco síntomas sufridos en etapas agudas de sus vidas, como la irritabilidad, o insomnio, sienten que su capacidad intelectual y creativa no es la misma que tenían y lo atribuyen al tratamiento farmacológico. Muchas veces presentan síntomas residuales que les impiden desempeñarse en áreas intelectuales, académicas o personales de forma adecuada.
Por otra parte, lo que sucede en muchos casos es que las personas acuden a una consulta por depresión sin recordar ningún episodio significativo de euforia o hiperactividad, síntomas de ansiedad o dificultades en la regulación emocional. Esto se explica a partir del abuso de sustancias o alcohol o una diversidad de sintomatología.
En este punto se debe señalar que si la enfermedad maníaco –depresiva se presenta acompañada de otros trastornos, tales como trastornos de ansiedad, de personalidad o de alimentación, entre otros, es necesario un riguroso diagnóstico para poder determinar la estrategia terapéutica adecuada.
“Esta es la razón por la cual muchos pacientes tardan aproximadamente 8 años en ser diagnosticados y tratados adecuadamente dado que los manuales clásicos de diagnóstico, aún en discusión, no incluyen algunos indicadores clínicos que hacen pensar que dichos pacientes podrían estar incluidos en el espectro del trastorno bipolar ya que presentan manifestaciones clínicas diferentes a las consideradas categóricas” indica la a Dra. Poulisis, quien brindará la charla a la comunidad en el Auditorio de la Fundación Diagnóstico Maipú.
En lo que refiere al tratamiento, incluye la información sobre la enfermedad y el cumplimiento del tratamiento farmacológico. Además, implica la regulación de hábitos y el entrenamiento para prevenir recaídas y fundamentalmente, para lograr la recuperación funcional del paciente en las etapas de estabilidad y mantenimiento donde sentirse bien es una tentación para abandonar el tratamiento emprendido.
Los pacientes y sus familias necesitan acompañamiento y estrategias para sostener la mejoría, prevenir recaídas y recuperar su vida cotidiana, aprendiendo a manejar las situaciones de stress o la desregulación de hábitos así como la necesidad de mantener la medicación a pesar de sentirse estables.
Resulta indispensable la inclusión de la familia y la red social no sólo en la etapa aguda y en las fases diagnósticas o en etapas de crisis, sino también en el acompañamiento permanente para poder entender que ésta es una enfermedad crónica y que la estabilidad y la recuperación funcional requieren del cumplimiento de un tratamiento global a largo plazo.
La naturaleza prolongada del trastorno bipolar, requiere de un cuidado y seguimiento regular de los pacientes a lo largo de su vida, que va más allá de los tratamientos farmacológicos y psicológicos e impone la necesidad de herramientas para ayudarlos a recuperar no sólo la estabilidad anímica, sino también su capacidad funcional.
El desafío que presenta el trastorno bipolar es poder realizar un tratamiento personalizado, ayudar a los pacientes y a sus familias a mantener la continuidad de las estrategias terapéuticas y recuperar la capacidad funcional.
El próximo 2 de julio a las 19hs , en el Auditorio Fundación Diagnóstico Maipú (Libertad 1530 3° piso, Vicente López) habrá una chara abierta a la comunidad sobre este asunto. as vacantes son limitadas. Para informes e inscripciones: 4837-7570, fundación@diagnosticomaipu.com.ar o www.diagnosticomaipu.com.ar/fundacion.
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