El resfrío puede complicar la práctica deportiva, por lo que es clave tener en cuenta recomendaciones para su prevención. Es preciso prestar atención a las señales del cuerpo, y ante síntomas inusuales es fundamental la consulta médica
El resfrío común puede complicar la práctica deportiva, por lo que es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para su prevención. Es preciso prestar atención a las señales del cuerpo, y ante síntomas inusuales es fundamental la consulta médica.
Guillermo Díaz Colodrero, especialista en Medicina del Deporte y Jefe de Servicio de Internación General de Clínica y Maternidad Suizo Argentina, explicó que si el catarro es nasal "en general afecta la manera en que respiramos, pero tiene poco efecto sobre el resto del organismo, por lo que la capacidad física se suele mantener".
No obstante, Díaz Colodrero destacó que "los atletas pueden sufrir resfríos y catarros durante los períodos de entrenamiento más exigentes (por ejemplo antes de una competencia importante)" por lo que consideró importante "tomar ciertas precauciones".
"Hay que evitar en lo posible lugares con alta concurrencia de personas, dadas las mayores posibilidades de contagio de enfermedades respiratorias virales, así como también el contacto con personas que ya están resfriadas", enfatizó el médico.
El especialista puso de relieve que el momento más frío del día suele ocurrir durante las primeras horas de la mañana, por lo que señaló que "para los que pueden cambiar el horario se puede hacer la rutina en horas del mediodía o por la tarde".
En ese sentido, el experto comentó que "una alternativa es conservar el horario pero hacer el ejercicio en un gimnasio, de tal modo no nos exponemos a climas demasiado fríos o ventosos".
"Para la mayoría que no puede cambiar el horario de su rutina, es muy importante que durante el entrenamiento evite sentir frío, sobre todo en la parte central del cuerpo. Es común que a medida que se entra en calor las personas se saquen la ropa. Pero el problema es que a medida que esta se moja con la transpiración, se produce una mayor transferencia del calor del cuerpo al ambiente. Si a eso se suma el viento puede ocurrir que en pocos minutos la temperatura del cuerpo cambie, originando escalofríos y predisponiendo al mismo a sufrir un resfrío posterior. Del mismo modo hay que abrigarse apenas se haya finalizado la rutina, a fin de conservar el calor en el cuerpo", dijo.
Díaz Colodrero señaló que también "hay que estar atento" a ciertos síntomas adicionales que pueden indicar que se está frente a algo más que un resfrío.
"Por ejemplo si existen dolores musculares y/o en las articulaciones, cansancio extremo para un ejercicio habitual, dolor de cabeza, náuseas o colitis. Es muy posible que no se trate del virus del resfrío (que solo afecta las vías aéreas superiores) sino de algo diferente", añadió.
El médico comentó que "si existen dudas sobre estos síntomas de todos modos lo mejor es reducir el volumen del entrenamiento de ese día, evitando los ejercicios de mayor intensidad (por ejemplo ejercicios anaeróbicos, pasadas, ejercicios con intervalos de tiempo fijo, etc.)".
"Al finalizar el entrenamiento uno puede comprobar como se siente y decidir si está en condiciones de seguir con la rutina habitual o no en el próximo entrenamiento", dijo.
Asimismo, el especialista remarcó que "no es aconsejable hacer ejercicio si se comprueban algunas líneas de fiebre" ya que "no solo costará hacer la rutina o entrenar al mismo ritmo que los demás sino que no se producirá el efecto de entrenamiento deseado".
Al respecto, aseguró que "si la persona continúa haciendo ejercicios puede notar que su rendimiento cae en los días siguientes".
"Más aún para ejercicios prolongados y/o extenuantes la presencia de fiebre es un criterio médico para suspender la actividad hasta que el proceso febril desaparezca", añadió.
Por tal motivo, explicó que "tomar antiinflamatorios no reduce el tiempo que duran las enfermedades virales respiratorias más comunes, sino que actúan disminuyendo los síntomas molestos para la persona".
En líneas generales, Díaz Colodrero expresó que estas enfermedades virales "son autolimitadas y no requieren un tratamiento médico específico" y puso de relieve que "en caso de persistir la fiebre durante algunos días, tener dolores musculares que impidan realizar actividades comunes durante la vida diaria (bañarse, vestirse, caminar, etc.), tener fuertes dolores de cabeza, o ante la aparición de síntomas no usuales, se deberá hacer una consulta médica".
"En resumen, se trata de usar el sentido común. No hay que pasarle por encima al cuerpo cuando aparecen síntomas. Sean estos pasajeros o no, indican que algo pasa y requieren prestar atención. Si uno piensa por ejemplo que puede tener fiebre, lo mejor es tomarse la temperatura. Ser prudente ayuda a no perder más entrenamientos de lo necesario", concluyó. (Asteriscos TV).
El resfrío común puede complicar la práctica deportiva, por lo que es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para su prevención. Es preciso prestar atención a las señales del cuerpo, y ante síntomas inusuales es fundamental la consulta médica.
Guillermo Díaz Colodrero, especialista en Medicina del Deporte y Jefe de Servicio de Internación General de Clínica y Maternidad Suizo Argentina, explicó que si el catarro es nasal "en general afecta la manera en que respiramos, pero tiene poco efecto sobre el resto del organismo, por lo que la capacidad física se suele mantener".
No obstante, Díaz Colodrero destacó que "los atletas pueden sufrir resfríos y catarros durante los períodos de entrenamiento más exigentes (por ejemplo antes de una competencia importante)" por lo que consideró importante "tomar ciertas precauciones".
"Hay que evitar en lo posible lugares con alta concurrencia de personas, dadas las mayores posibilidades de contagio de enfermedades respiratorias virales, así como también el contacto con personas que ya están resfriadas", enfatizó el médico.
El especialista puso de relieve que el momento más frío del día suele ocurrir durante las primeras horas de la mañana, por lo que señaló que "para los que pueden cambiar el horario se puede hacer la rutina en horas del mediodía o por la tarde".
En ese sentido, el experto comentó que "una alternativa es conservar el horario pero hacer el ejercicio en un gimnasio, de tal modo no nos exponemos a climas demasiado fríos o ventosos".
"Para la mayoría que no puede cambiar el horario de su rutina, es muy importante que durante el entrenamiento evite sentir frío, sobre todo en la parte central del cuerpo. Es común que a medida que se entra en calor las personas se saquen la ropa. Pero el problema es que a medida que esta se moja con la transpiración, se produce una mayor transferencia del calor del cuerpo al ambiente. Si a eso se suma el viento puede ocurrir que en pocos minutos la temperatura del cuerpo cambie, originando escalofríos y predisponiendo al mismo a sufrir un resfrío posterior. Del mismo modo hay que abrigarse apenas se haya finalizado la rutina, a fin de conservar el calor en el cuerpo", dijo.
Díaz Colodrero señaló que también "hay que estar atento" a ciertos síntomas adicionales que pueden indicar que se está frente a algo más que un resfrío.
"Por ejemplo si existen dolores musculares y/o en las articulaciones, cansancio extremo para un ejercicio habitual, dolor de cabeza, náuseas o colitis. Es muy posible que no se trate del virus del resfrío (que solo afecta las vías aéreas superiores) sino de algo diferente", añadió.
El médico comentó que "si existen dudas sobre estos síntomas de todos modos lo mejor es reducir el volumen del entrenamiento de ese día, evitando los ejercicios de mayor intensidad (por ejemplo ejercicios anaeróbicos, pasadas, ejercicios con intervalos de tiempo fijo, etc.)".
"Al finalizar el entrenamiento uno puede comprobar como se siente y decidir si está en condiciones de seguir con la rutina habitual o no en el próximo entrenamiento", dijo.
Asimismo, el especialista remarcó que "no es aconsejable hacer ejercicio si se comprueban algunas líneas de fiebre" ya que "no solo costará hacer la rutina o entrenar al mismo ritmo que los demás sino que no se producirá el efecto de entrenamiento deseado".
Al respecto, aseguró que "si la persona continúa haciendo ejercicios puede notar que su rendimiento cae en los días siguientes".
"Más aún para ejercicios prolongados y/o extenuantes la presencia de fiebre es un criterio médico para suspender la actividad hasta que el proceso febril desaparezca", añadió.
Por tal motivo, explicó que "tomar antiinflamatorios no reduce el tiempo que duran las enfermedades virales respiratorias más comunes, sino que actúan disminuyendo los síntomas molestos para la persona".
En líneas generales, Díaz Colodrero expresó que estas enfermedades virales "son autolimitadas y no requieren un tratamiento médico específico" y puso de relieve que "en caso de persistir la fiebre durante algunos días, tener dolores musculares que impidan realizar actividades comunes durante la vida diaria (bañarse, vestirse, caminar, etc.), tener fuertes dolores de cabeza, o ante la aparición de síntomas no usuales, se deberá hacer una consulta médica".
"En resumen, se trata de usar el sentido común. No hay que pasarle por encima al cuerpo cuando aparecen síntomas. Sean estos pasajeros o no, indican que algo pasa y requieren prestar atención. Si uno piensa por ejemplo que puede tener fiebre, lo mejor es tomarse la temperatura. Ser prudente ayuda a no perder más entrenamientos de lo necesario", concluyó. (Asteriscos TV).
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