La presidenta Cristina Fernández está furiosa por la cantidad de gente que se movilizó el jueves y reclamó hacer tronar el escarmiento con una gigantesca muestra de apoyo K.
"A mí no me van a poner nerviosa", fue la primera reacción de la presidenta Cristina Fernández mientras brindaba un discurso en San Juan y en gran parte de la Argentina comenzaron a sonar las cacerolas por distintos reclamos contra políticas del gobierno nacional que avanzan cada días más sobre las libertades individuales, mientras el Estado parece impotente para brindar seguridad, salud y transporte, entre otros servicios.
Por elllo, el hijo presidencial, Máximo Kirchner, ordenó a La Cámpora y por transitividad a decenas de agrupaciones cristinistas realizar una movilización ejemplificadora que inunde la Plaza de Mayo y permita al oficialismo "recuperar la calle", según la jerga utilizada por quienes impulsan esta convocatoria.
El Día K será el 27 de octubre próximo, cuando se cumplirá dos años de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner y se planea una fuerte movilización organizada desde el conurbano, a la que se sumarían miles de jóvenes que militan en las organizaciones kirchneristas en la Ciudad de Buenos Aires, muchos de los cuales tienen su base de operaciones en la feria Tecnópolis.
La convocatoria comenzó a circular por las redes sociales apenas unas horas después de la impactante protesta del jueves y será -dicen en el kirchnerismo- un reflejo de quienes son la mayoría en la Argentina.L
La convocatoria formal la hará "Unidos y Organizados", un nuevo eslabón de la cadena de militancia financiadas con fondos públicos y donde talla fuerte La Cámpora, pero donde también tienen voz de mando el Movimiento Evita, del funcionario Emilio Pérsico, y Kolina, la agrupación con la que Alicia Kirchner quiere convertirse en sucesora de Daniel Scioli en la provincia.
"Néstor vive en el pueblo y lo vamos a demostrar unidos y organizados", desafía la militancia ultra K desde las redes sociales.
Es que la amplia movilización de sectores medios hizo sentir su impacto en los sectores oficialistas, y ahora parece que llegó la hora de "escarmentar" a quienes se atrevieron a tratar de hacerse escuchar esa noche de jueves.
"A mí no me van a poner nerviosa", fue la primera reacción de la presidenta Cristina Fernández mientras brindaba un discurso en San Juan y en gran parte de la Argentina comenzaron a sonar las cacerolas por distintos reclamos contra políticas del gobierno nacional que avanzan cada días más sobre las libertades individuales, mientras el Estado parece impotente para brindar seguridad, salud y transporte, entre otros servicios.
Por elllo, el hijo presidencial, Máximo Kirchner, ordenó a La Cámpora y por transitividad a decenas de agrupaciones cristinistas realizar una movilización ejemplificadora que inunde la Plaza de Mayo y permita al oficialismo "recuperar la calle", según la jerga utilizada por quienes impulsan esta convocatoria.
El Día K será el 27 de octubre próximo, cuando se cumplirá dos años de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner y se planea una fuerte movilización organizada desde el conurbano, a la que se sumarían miles de jóvenes que militan en las organizaciones kirchneristas en la Ciudad de Buenos Aires, muchos de los cuales tienen su base de operaciones en la feria Tecnópolis.
La convocatoria comenzó a circular por las redes sociales apenas unas horas después de la impactante protesta del jueves y será -dicen en el kirchnerismo- un reflejo de quienes son la mayoría en la Argentina.L
La convocatoria formal la hará "Unidos y Organizados", un nuevo eslabón de la cadena de militancia financiadas con fondos públicos y donde talla fuerte La Cámpora, pero donde también tienen voz de mando el Movimiento Evita, del funcionario Emilio Pérsico, y Kolina, la agrupación con la que Alicia Kirchner quiere convertirse en sucesora de Daniel Scioli en la provincia.
"Néstor vive en el pueblo y lo vamos a demostrar unidos y organizados", desafía la militancia ultra K desde las redes sociales.
Es que la amplia movilización de sectores medios hizo sentir su impacto en los sectores oficialistas, y ahora parece que llegó la hora de "escarmentar" a quienes se atrevieron a tratar de hacerse escuchar esa noche de jueves.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario