El intendente de San Isidro Gustavo Posse recorrió, acompañado del Secretario de Obras Públicas Federico García y medios de prensa locales, el pólder y las plantas de bombeo que conforman la defensa costera del Bajo Sa Isidro y Acassuso contra las inundaciones y permitieron que en los últimos días, con un pico de 3,40 metros de crecida del Río por la sudestada, el distrito no sufriera anegamientos ni ninguna complicación; “Está funcionando todo muy bien y por eso tenemos una gran alegría, estuvimos muy lejos de que hubiese habido una catástrofe de agua”, dijo Posse.
La defensa costera, que ha evitado las crónicas inundaciones que sufrían los vecinos del Bajo de San Isidro y de Acassuso, por efectos de las sudestadas del Plata, se inició con la construcción de un albardón o pólder que soporta las crecidas del río. Se trata de una loma de altura construida en terrenos bajos que actúa como contención de las aguas. ”El Albardón ya está por cumplir 20 años de terminado”, explicó el Secretario de Obras Públicas de San Isidro Federico García.
Esta construcción se complementa con un sistema de compuertas en desagües, canales y arroyos y una serie de siete estaciones de bombeo de gran potencia que desagotan rápidamente las aguas de lluvia, arrojándolas por sobre el pólder al río.
“El sentido de las plantas es muy sencillo. Se acumula agua sobre la zona urbana, las bombas cuando el río está alto extraen el agua y lo tiran por sobre el nivel del albardón al río. En total tenemos seis plantas (en España y Mitre; Leloir, Martín y Omar, Roque Sáenz Peña y Los Álamos), una de ellas dividida en dos, por lo que serían siete. También hay un proyecto para construir una octava en Tiscornia. Hoy por hoy estamos en 27500 mts cúbicos por hora de capacidad de evacuación”, subrayó García.
El albardón tiene actualmente una cota de 4.50 IGM; la comuna lo refuerza periódicamente y se ocupa de su mantenimiento, así como también del sistema de exclusas, compuertas y estaciones de bombeo.
“El máximo al que hemos llegado históricamente es 3.90 IGM así que estamos 60 centímetros por encima del peor escenario que podríamos tener hasta el momento”, dijo García.
“Incluso proyectamos llevar el albardón a 5 IGM en el sector de la bomba de Los Álamos, en Avenida Fomentista, porque el oleaje es de mayor altura allí y tendríamos un extra de 80 centímetros más para soportar cambios climáticos, porque hay que pensar en esto que no es para nada una utopía”, cerró el funcionario municipal.
Por su parte el intendente de San Isidro Gustavo Posse remarcó que “el albardón es una protección costera que se hizo en la época de mi padre. Es la réplica de un pólder holandés, que se hizo sin dinero porque en esa época había muchos menos recursos para semejante necesidad, que era que toda la zona urbana que daba al Río de la Plata tuviese una protección, a veces había sudestadas y el agua entraba a todo el Bajo y como es una palangana como tantas zonas urbanas el agua tardaba en salir. Además el agua tenía determinada contaminación, que hoy la hemos superado”.
“Hoy lo que de alguna manera podemos mostrar y estamos festejando es que hubo otra de las sudestadas con dos picos. Se produjo una máxima de 3,40 mts y no tuvimos ningún inconveniente. Así que nosotros con orgullo agradecemos a todos los que trabajan en todo el año para sostener las dos defensas: el pólder en el Río de la Plata que se llama albardón, y el otro pólder del Bajo Boulogne que atiende la Cuenca del Río Reconquista, que es otra forma de agua que viene con las lluvias intensas del Oeste de la Provincia. Está funcionando todo muy bien y por eso tenemos una gran alegría, estuvimos muy lejos de que hubiese habido una catástrofe de agua”, agregó Posse.
También destacó el trabajo de los obreros en las plantas de bombeo, a cargo de la municipalidad, para garantizar el buen funcionamiento durante todo el año con mantenimiento y limpieza.
Asimismo consultado sobre si el hecho de que San Isidro sea el único distrito de la zona norte sin anegamientos responde a un tema geográfico o a las obras realizadas, el jefe comunal dejó en claro que “son estas obras. El Bajo de San Isidro era totalmente inundable hasta la vía del Tren de los Ingleses”.
En ese sentido reveló que en otros municipios “hay proyectos para desarrollar el mismo pólder que desarrollamos con mi padre, es perfectamente repetible. Lo hicimos con los suelos que provenían de la construcción del edificio de la Municipalidad y de la reconstrucción de la Autopista del Sol. Las áreas de obras públicas el plan maestro siempre lo han abierto para que se pueda hacer”.
“Acá no hubo terciarización, obra privada, ni millones en gastos. A veces es inevitable como por ejemplo en el Aliviador Paraná o Pavón que son obras que requerían tuneleras que debían terciarizarse, y no podía hacerse con mano de obra municipal. Esto de la manera que se hizo nos enorgullece por haber utilizado el propio suelo de San Isidro, haber cuidado el dinero y utilizarlo para hospitales y educación”, agregó el mandamás sanisidrense al tiempo que explicó que “esta obra si se tuviese que terciarizar, con las estaciones de bombeo y demás, costaría unos 400 millones de pesos. Nosotros la hicimos con tiempo, con cariño, con mano de obra municipal, con profesionales nuestros y dirección del Municipio”.
“Las cosas se pueden hacer por administración, con herramientas propias, con la comunidad, repitiendo técnicas e ideas de otros lugares. Hace 300 años esto se hace en Holanda, por qué no se va a repetir en todos los pueblos”, concluyó Gustavo Posse. (Zona Norte Diario).
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