martes, septiembre 17, 2013

EL COSTO DE LA INFLACION, MASSA Y EL PRO. Por: Eduardo Di Cola*.

En un mundo que compra menos como consecuencia de la crisis y al mismo tiempo presiona por la apertura de los mercados para colocar los excedentes de bienes que ya no son consumidos en sus propios países, en Argentina sostenemos la premisa de mantener el nivel de actividad económica favoreciendo el trabajo, la producción y el consumo. Defendemos el mercado interno y profundizamos la política de desendeudamiento. Se administra el comercio exterior y el dólar, se  subsidia la energía y transporte en beneficio del salario real y la competitividad, y se cerró  nuestra frontera a los capitales golondrinas, solo para citar algunas medidas.
Esta política a la par de protegernos de la crisis internacional nos posibilitó duplicar nuestro PBI.
La inflación es el costo que nos toca asumir. Nadie discute que hay corrimiento de precios. También es cierto que no se espiralizó ni nadie lo plantea seriamente, a la vez que la movilidad jubilatoria junto a la política de paritarias salariales, sistemáticamente permitieron ganar capacidad de consumo cualquiera sea el índice inflacionario que tomemos en cuenta.
Con crisis de deuda soberana, aumento de la desocupación y crecimiento negativo del PBI, el primer mundo recorre el camino del ajuste con baja de salarios, aumento de la edad jubilatoria y reducción de la inversión pública. En forma contemporánea nuestro país fue el que más creció en la región en la última década.
En esta realidad la oposición trata de sacar ventaja centrando su crítica en el tema inflacionario. La campaña electoral por la atención que en la sociedad provoca, brinda la mejor oportunidad para formular las propuestas que se tengan en este sentido. Para ser coherentes con las preocupaciones que manifiestan este es el momento para que señalen en forma clara y concreta sus soluciones a sus cuestionamientos.
El PRO reiteró la necesidad de eliminar las retenciones agropecuarias. La pregunta que surge, aún sin responder, es a que sector se castigará con los recortes –jubilaciones, sueldos, subsidios al transporte, al consumo energético, inversiones … - para bajar el gasto. En tal caso vía menos consumo con la consecuente caída de la actividad económica quizás se logre morigerar la inflación. El costo que deberemos pagar será la desocupación, a la vez que activaremos el círculo vicioso de necesidad de nuevos ajustes ante la caída de recaudación por menor actividad económica.
En su defecto, si la intención no es recortar gastos deberán ser explícitos en señalar a que sector se someterá a una mayor presión fiscal para cubrir la pérdida de los U$S 10.000 millones que la eliminación de las retenciones genera, provocando una fenomenal transferencia de recursos con grandes perdedores y ganadores.
En tanto Sergio Massa dijo que la inflación es la otra inseguridad, para ello ha presentado tres proyectos. En dos crea comisiones burocráticas. Uno titulado “Proyecto de Ley de Creación del Consejo de Inversión y Desarrollo” (1) conformando un grupo de trabajo integrado por el Jefe Gabinete, Presidente del Banco Central y los Ministros de Economía, Planificación, Industria, Trabajo y Agricultura, y el otro definido como “Proyecto de Ley para Bajar la Inflación” (2) generando en el ámbito de la Defensoría del Pueblo un área de estudio y trabajo para asesorar, con carácter no vinculante, al Poder Ejecutivo. En ambas abundan expresiones como “proponer y adoptar medidas conducentes…”, “Promover y planificar medidas tendientes a …”, “Analizar…”, “Evaluar…” etc. etc.. No hay definiciones ni medidas concretas, careciendo absolutamente de lineamientos y de propuestas político-económicas. Al decir de Perón si queres que nada suceda crea una comisión.
Por último, el identificado como  “Proyecto de Ley de Agencia Nacional de Estadísticas y Censos” (3)le da al Indec un nuevo encuadre jurídico. Como tal no tiene efectos sobre la inflación. En todo caso mide los índices.
Cualquiera sea el lugar que nos paremos con relación al gobierno no hay dudas que es previsible. Tomando medidas concretas a cada momento  sabemos cuál será el camino que recorrerá y los objetivos hacia donde se dirige, todo lo cual facilita la posibilidad de plantear seriamente propuestas alternativas.
Si no las hacen es por qué no las tienen. O en su defecto las silencian para ocultar los intereses que defienden.

Ref: (1), (2) y (3) 

                                                                                       *Ex Diputado Nacional

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