LA PLATA, Julio 06, (PUNTO CERO) Unas 86 esculturas que artistas argentinos realizaron con armas decomisadas por la policía en procedimientos contra el crimen o que fueron canjeadas a particulares, serán expuestas en la muestra "Convivencia y Desarme", una iniciativa que el Instituto Cultural bonaerense organiza junto con el ministerio de Seguridad, en el Teatro Argentino de La Plata. La exposición, de la que participan creadores de la talla de Carlos Gorriarena, Clorindo Testa y María Juana Heras Velasco, busca utilizar el arte como un medio para revertir la difusión de la cultura armamentista en la sociedad.
“Convivencia y Desarme” nació en 2004, como parte del Plan Canje, que el gobierno de la provincia de Mendoza puso en marcha para cambiar armas de fuego por tickets de comida y entradas para partidos de fútbol. Primero hubo un aporte de particulares que entregaron sus armas a las autoridades, y luego se sumó el material incautado por la policía local. Con ese mecanismo se juntaron 3 mil pistolas, revólveres y rifles que sirvieron como materia prima para que los artistas elaboren sus obras.
Después de su presentación en Mendoza el año pasado, el Instituto Cultural y el Ministerio de Seguridad bonaerenses dispusieron que la muestra llegue a Buenos Aires como una forma de utilizar el arte contra la creciente difusión de la cultura armamentista. “Desde los juguetes bélicos hasta el cine y la TV, el culto a las armas es parte inescindible de la cultura de masas, un universo simbólico donde esas herramientas de muerte aparecen demasiadas veces estetizadas como símbolo de virilidad, de poder y de justicia”, explicó el presidente del Instituto, Alberto Hernández.
La muestra podrá verse desde el 6 de julio hasta el 6 de agosto, de 10 a 19, en la Sala Pettoruti del Teatro Argentino, ubicado en calle 51 entre 9 y 10 de La Plata. Todos los días, los visitantes dispondrán de visitas guiadas para recorrer la exposición. El acto de inauguración, del que participarán Hernández y el titular de Seguridad, León Arslanián, se realizará el 6 de julio a las 19 en la Sala Pettoruti, con la presencia de algunos de los artistas que participan de la iniciativa.
La intención de “Convivencia y Desarme” es contrarrestar la idea de que la tenencia de armas aumenta la seguridad personal, una concepción que el desenlace trágico de diferentes hechos de violencia confirman como inadecuada, pero que sigue vigente en vastos sectores sociales. Una muestra de la creciente circulación de armas personales asociada a esa idea surge de las estadísticas del Registro Provincial de Armas bonaerense, que indican que de julio de 2004 a mayo de 2005 se secuestraron 10.101 armas y 722.366 municiones. En el país, hay 600 mil personas que tienen un total cercano a los 2 millones de armas y hay una cada ocho hogares en el Conurbano.
No es un problema que afecte únicamente a la provincia de Buenos Aires o a la Argentina. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, cada año 500 mil personas mueren y un millón quedan discapacitadas en todo el mundo como consecuencia del uso de las llamadas “armas pequeñas”, las que se usan en forma personal. En el planeta, hay 640 millones de armas de este tipo, mientras que ocho millones cada año se agregan a los arsenales que existen en los hogares.
Arte contra la muerte
En ese contexto, la intervención artística sobre las armas que propone esta muestra intenta recorrer el camino inverso a la estatización laudatoria: en las esculturas, lo que prima es la denuncia de las armas como vehículos de dolor y muerte, y la tarea pendiente de terminar con la creciente violencia social. Vivian Magis, curadora de la muestra, explicó que los artistas utilizaron básicamente tres procedimientos para lograr lo que denominó “la resemantización” de las armas: es decir, su transformación en obras de arte.
Así, algunos optaron por transformar la materia misma de las armas, y lograron una transformación física tan profunda que las armas, transformadas y diluidas aparecen como objetos nuevos. Es el caso de “Molino”, de Rosemary Gerdes, cuyas aspas están construidas con culatas de rifles. También de “Pasión o muerte”, de Eliana Molinelli, que consiste en una figura humana incrustada de pistolas. Puede verse además un tablero de ajedrez cuyas piezas son pistolas, un martillo y dos cinceles construidos con revólveres, en clara referencia a la cultura del trabajo, y un par de escopetas transformadas en muletas, entre otras creaciones.
La muestra incluye un segundo grupo de obras en las que la modificación está referida no tanto a lo material sino a lo conceptual; el artista no hace desaparecer las armas, no las disuelve, sino que acentuando su presencia, las utiliza para la construcción de nuevos juegos conceptuales. Finalmente, hay un tercer grupo que pone el énfasis en el aspecto formal de la obra, integrando las armas a un todo con intención escultórica.Entre los artistas que trabajaron con los hierros, las culatas, los caños y las municiones aplastadas figuran, además de Testa, Gorriarena y Heras Velasco, creadores como Julián Agosta, Maggie Atienza Larsson, Raúl Fernández Olivi, Jorge Gamarra, Eduardo Gualdoni, Diana Lebensohn, María Inés Rotella, Gaba Sans Sweet y Eliana Molinelli entre otros. La muestra encierra también un homenaje especial a esta última escultora mendocina. (PUNTO CERO).
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