MALVINAS ARGENTINAS, Julio 07, (PUNTO CERO) La paciencia es una virtud muy difícil de concretar en la práctica. Paciencia significa esperar con confianza, Ej.: a que amaine el temporal, (siempre que llovió paro) que salga el sol y con él llegue la luz que nos dispone mejor de ánimo para la lucha diaria, que muera la semilla sembrada y aparezca el brote que nos dice que la naturaleza continúa cumpliendo su tarea.
La paciencia es una virtud que se debe acompañar con esperanza, alegría, dignidad, serenidad, audacia, fortaleza, proyección y concreción, es muy fácil de confundir con desazón, inercia, ineptitud, desvalorización personal, aceptación del ator-nillamiento a los sillones gubernamentales. Siempre se debe esperar un hecho concreto, con principio medio y final.
El nacimiento de un niño es un acto de paciencia concreto, el mas maravilloso de la creación, su principio, la concepción, su medio, un hombre y una mujer que así lo quisieron, cada cual puso lo suyo; luego la espera, 9 lunas y el final, la llegada del tesoro tan preciado. Han pasado durante esas 9 lunas de todo, muchas cosas han cambiado, otras siguen igual, el niño espera creciendo en el vientre de su madre; confiando alegremente; sus padres están felices, pero temerosos a la vez pensando que futuro le podrán dar a ese hijo, saben que han cometido una audacia, pero ellos se sienten fortalecidos, han proyectado y han concretado.
Saben que deberán agudizar la paciencia en cada uno de sus días, pero también creen en Dios, en su infinita misericordia. La naturaleza toda nos da ejemplos de paciencia; las plantas nacen, crecen, florecen y mueren, los días y las noches cumplen su ciclo, pero siempre hay un pero son aquellas personas que no dejan a nadie hacer su camino, ejemplo cotidiano: los niños no saben caminar pero manejan el control remoto de televisores, audio, video, DVD, celulares, microondas, computadoras, Etc. con una seguridad que a veces aterra, los mandan a la guarderías sin «necesidad de tener que trabajar de la madre» a los 2 años.
Cuando se les pregunta porque? Dicen muy sueltas de cuerpo «No se que hacer con el /ella; se han convertido en los dueños de la casa», ahí es donde la paciencia se convierte en ineptitud y desvalorización personal, como padres. Otro ejemplo son los jóvenes que tardan mas de diez años en concretar una carrera universitaria, que en gran número nunca terminan, ahí dejan traslucir un concepto errado de la paciencia del estado (todos los ciudadanos que estamos aportando para que el estudie) eso se llama inercia e ineptitud. Los políticos; estos son un tema aparte, si uno hace una mirada hacia atrás veremos que durante los últimos cincuenta años sólo han cambiado los álbum, las figuritas son las mismas, peor aún los temas a solucionar por los salvadores de turno son mas antiguos aún, pero ellos siguen atornillándose a sus sillones, y la ciudadanía, en cada elección vuelta a ilusionarse, alegrarse, creer, a proyectar, para luego aceptar que ha sido desilusionado, que nada va a cambiar, que sus proyectos no se van a concretar, que son los mismos los que han ganado. Son aquellos que nos dicen que somos los mejores, pero para conseguir un turno médico, o de un estudio debemos esperar de 20 a 60 días y agradecer que lo realicen bien, son los mismos que mientras las personas hacen largar colas (ya sea para pagar, cobrar o sacar un turno) bajos las inclemencias del tiempo, ellos, los que tienen que atender, toman café, se pintan las uñas o conversan de que sabe uno que, estos son algunos de los ejemplos de personas que no nos permiten apreciar el valor de la paciencia bien entendida. Pero debemos saber aquellos que creemos en un ser superior, que nos va a pedir cuentas a todos por igual, que el pecado de omisión es aún más grave y merecerá el peor de los castigos que el pecado de acción. (PUNTO CERO).
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