BUENOS AIRES, Julio 06, (PUNTO CERO-Diariohoy.net) La carta del actual cónsul argentino en Nueva York, Héctor Timerman, difundida por Hoy, que pone de manifiesto las complicidades de un sector del periodismo platense con la última dictadura militar, generó que varios referentes de organizaciones de derechos humanos pidieran que se inicie una investigación sobre lo ocurrido.
Eso no es todo. Existen otras pruebas sobre las complicidades de empresarios periodísticos con las autoridades del gobierno de facto. Concretamente, en la 36° reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se realizó en 1980, se hizo presente el periodista Jacobo Timerman (padre del actual cónsul en Nueva York), ex director del diario La Opinión, para denunciar públicamente que la dictadura “era fascista” y que estaba cometiendo crímenes de lesa humanidad. Timerman fue una de las víctimas del terrorismo de Estado, pues fue secuestrado, torturado (por órdenes de Ramón Camps) y partió al exilio. Además, le quitaron la propiedad de La Opinión, uno de los diarios más influyentes de la época.
Pese a las contundentes pruebas que mostró, Timerman fue cuestionado en esa reunión de la SIP por el director del diario El Día, Raúl Kraiselburd, que hizo oídos sordos al relato y defendió al gobierno militar. A continuación, se reproduce el dialogo: Kraiselburd: “Yo quiero preguntarle (a Timerman) si la calificación de fascista, o de democrático, de un gobierno militar, depende del aporte monetario que le hicieran a sus publicaciones para conspirar contra los gobiernos democráticos, como en el caso del gobierno democrático de 1963-1966, que usted ayudó a demoler”.
Timerman: “Por favor, no entendí la pregunta”.
Kraiselburd: “Yo quiero preguntarle si la calificación de fascista o democrático de un gobierno militar depende (de) que aportara dinero a sus publicaciones. Porque en el período de la conspiración de 1965 contó con su colaboración para derrocar a un gobierno democrático en la Argentina”.
Timerman: “¿Cuál es su pregunta?” Kraiselburd: “Si usted califica a los gobiernos de fascistas de acuerdo a que le den o no dinero a usted”. Timerman: “¿Y cuál quiere que sea la respuesta? Estoy dispuesto a darle la respuesta que quiere. ¿Cuál quiere? ¿Cuál prefiere?” La actitud del director de El Día fue interpretada como una chicana para desacreditar ante la comunidad internacional los padecimientos sufridos por Timerman, que años después formaron parte esencial del juicio a las Juntas. Además, en 1981, la Universidad de Columbia le dio un importante premio a Timerman, lo que causó la ira de varios editores argentinos (entre ellos, Kraiselburd), que realizaron una declaración pública de repudio. (PUNTO CERO-Diariohoy.net).
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