SAN MIGUEL, Julio 05, (PUNTO CERO) La Agrupación Cultural Ángel D´Elía y el Instituto Ángel D´Elía organizan una conferencia que ofrecerá el Dr. Antonio M. Battro sobre el tema El cerebro educado: bases de la neuroeducación. El acto se llevará a cabo el próximo jueves 13 de julio a las 19.00 en el salón de actos del Instituto, Sarmiento 1446 de San Miguel.
El Dr. Antonio Battro nació en Mar del Plata en 1936. Es doctor en medicina de la Universidad de Buenos Aires y doctor de la Universidad de París en psicología. Fue miembro del Centro Internacional de Epistemología Genética (Universidad de Ginebra, prof. Jean Piaget) y fue director asociado de la Escuela Práctica de Altos Estudios en el Laboratorio de Psicología Experimental y Comparada (Universidad de París, prof. Paul Fraisse) y visiting scholar en Harvard. Obtuvo las becas Guggenheim, Fulbright y Eisenhower y el Premio Nacional de Ciencias en Psicología y Educación en la Argentina. Es miembro de la Academia Nacional de Educación. Robert F. Kennedy Visiting Professor de la Universidad de Harvard (2002-2003). Miembro de la Pontificia Academia de Ciencias (2002-). Ha sido uno de los primeros en introducir las herramientas de la computación en la enseñanza en la Argentina y Brasil. Actualmente se dedica a la aplicación de las nuevas tecnologías informáticas en el desarrollo de las capacidades neurocognitivas.Ha escrito varios libros y artículos, y en colaboración con Percival J. Denham ha publicado Discomunicaciones: computadoras para niños sordos (1989) y La educación digital (1998), Aprender hoy: Una colección de ideas (2003). Es autor de Half a Brain is enough (2000).
La problemática que aborda la neuroeducación (término propuesto y utilizado por el propio Battro a partir de 1996, y utilizado por otros investigadores de diversos países) es una cuestión de fronteras de conocimiento, donde se articulan las ciencias de la educación y las neurociencias, éstas últimas con desarrollos explosivos desde la década de 1980. Es un campo emergente y en construcción que se apoya en disciplinas ya consolidadas: neurología, psicologías cognitivas, informática, y en teorías acerca de los procesos cognitivos vinculados con el aprendizaje.
Así como la “informática educativa”, que en sus comienzos fue mejor aceptada y aplicada en el tratamiento de ciertas discapacidades que para promover la diversidad deseable en todo aprendizaje, algunas de las investigaciones más promisorias en la neuroeducación se están realizando hoy también en el campo de los trastornos de aprendizaje. El estudio del cerebro discapacitado o lesionado es y seguirá siendo un tema fundamental de la neuroeducación. Hoy, nuevas tecnologías digitales que se aplican exitosamente en la educación de personas con discapacidades cognitivas, motoras o sensoriales a su vez, resultan muy valiosas en el aprendizaje de cualquier niño (libros que hablan, textos impresos que se crean al dictado, etc.). Estas verdaderas “prótesis informáticas” funcionan como las rampas en un edificio para ayudar al discapacitado motor, pero además ayudan a todos los demás, grandes y chicos. De la misma manera, en la neuroeducación el estudio del cerebro lesionado lleva al del cerebro sano, en particular durante el período de la infancia y la adolescencia. Además no debemos olvidar que el ser humano siempre aprende y se puede educar hasta el fin de su vida. Por eso la neuroeducación debe extenderse también fuera de los períodos de máximo crecimiento del sistema nervioso central para abarcar todo el arco vital. Pero, no debe perderse la perspectiva de algunas cuestiones centrales. Dice Battro: La búsqueda de datos experimentales y clínicos, en el caso de la neuroeducación, debe ser prioritaria. Pero conviene prestar la máxima atención a la agenda científica puesto que no todo lo que se “puede hacer” se “debe hacer” cuando se trata de la educación. Algunos de estos criterios apuntan al campo de los valores, en particular a la ética de los métodos neurobiológicos aplicables a la enseñanza y al aprendizaje. Algunos métodos podrían vulnerar el principio de prudencia, otros el de responsabilidad o el derecho a la intimidad, para mencionar sólo ciertos obstáculos morales y legales que podrían presentarse.Además, las dificultades para el abordaje del campo no terminan aquí; se ha comprobado que diferentes culturas modelan de manera diferente las capacidades cognitivas cerebrales. Otra vez, biología y cultura dialogando en el marco del proceso educativo. (PUNTO CERO).
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