LA PLATA, Febrero 10, (PUNTO CERO-Diariohoy.net) “No le podemos encontrar la vuelta”, se le escuchó decir en absoluto off a un estrecho colaborador de Carlos Stornelli, en medio de la crisis política que se desató como consecuencia de la ola de delitos en el interior de la Provincia. Y que le costó el cargo a Martín López Perrando, que era, en los papeles, la mano derecha del ministro de Seguridad.
La semana que pasó fue la más difícil que tuvo que afrontar Daniel Scioli en lo que va de su gestión: hoy se cumplen dos meses desde que el ex vicepresidente asumió el cargo y juró ante la Asamblea legislativa.
La compleja situación obligó a introducir cambios, tan sorpresivos como repentinos. Por ejemplo, fue convocado el juez federal Alberto Durán para que conforme una comisión de especialistas y colabore en el diseño de nuevas políticas de seguridad. Así el ministro volvió a distanciarse de la gestión de León Carlos Arslanián (el antecesor de Stornelli), a quien por lo bajo, en el gobierno de Scioli, responsabilizan por muchos de los problemas que existen hoy para reducir los índices delictivos.
Durán, tiempo atrás, mantuvo un enfrentamiento público con Arslanián por la participación que tenía el magistrado en la Comisión de Seguridad ciudadana de La Plata, desde donde impulsó la instalación de garitas para combatir y prevenir el delito en distintos puntos de la ciudad, iniciativa que al entonces ministro no le caía para nada bien. Otra lectura de la designación de Durán es que Stornelli, nuevamente, decidió recurrir a la Justicia Federal para buscar la materia gris de su gestión. Incluso el reemplazante del funcionario renunciante -Carlos Stagnaro- es un fiscal que trabajó en los tribunales federales de Mercedes. Y que ahora tendrá que cumplir la delicada función de mantener la vinculación política con la Policía Bonaerense.
“Por el momento, Scioli está dejando actuar a su ministro. Avaló las nuevas designaciones. Pero en cualquier momento comenzará a reclamar y pedir resultados. Y esa será la etapa más difícil”, confiaron a Hoy fuentes de la gobernación.
Pese a que muchos funcionarios de calle 6 y de Seguridad sostienen que la ola de delitos en el interior está magnificada, lo sucedido en la última semana comenzó a desgastar la relación entre Scioli -y varios de sus funcionarios- con los intendentes. Incluso varios de ellos, encolumnados dentro del oficialismo, le están haciendo reclamos al mandatario provincial por la falta de respuestas de algunos ministros. Y los pedidos no sólo apuntan a Stornelli.
Por otra parte, y pese a que Scioli le renovó la confianza, la relación entre el gobernador y el ex fiscal tampoco pasa por su mejor momento. Incluso, desde Seguridad, también tiran dardos a la gobernación. “La situación en el ministerio es muy compleja por la escasez de recursos. Por ejemplo, a cada policía le dan solamente una veintena de balas para practicar, cuando en realidad se necesitan no menos de 300”, afirmó un funcionario de la cartera a Hoy. Eso no es todo: un problema, aún si solución, son las consecuencias de los ascensos masivos en la fuerza que firmó Arslanián pocos días antes de dejar el cargo. “Hay muchos agentes, que quedaron afuera injustificadamente de esos ascensos, que están reclamando igual trato. No hay dinero para responder a esos pedidos”, dijo la fuente consultada.
En el gobierno bonaerense juran que tienen a la Policía Bonaerense disciplinada, por lo menos en lo que se refiere a los cuadros superiores. Y destacan la labor de Daniel Salcedo, un jefe policial que cumple una función clave en la estructura ministerial. “En la Policía saben que para nosotros ellos no son la Bonaerense, como le dicen despectivamente. Nosotros los respetamos”, afirman. La incógnita pasa por saber cuándo comenzarán a verse los resultados esperados.
Nuevo enfrentamiento
Cuando aún resonaban los reclamos de vecinos y comerciantes contra la inseguridad, el gobierno bonaerense volvió a enfrascarse en un nuevo enfrentamiento con Mauricio Macri. El tema de disputa fue el polémico registro por puntaje que comenzará a regir a partir de agosto en Capital Federal con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito.
Desde el macrismo pidieron a la Provincia que adhiera a la iniciativa, pero el operador político número uno del sciolismo, Alberto Pérez, salió a responder que Scioli respaldará el sistema nacional, que impulsa Cristina. El hecho fue una señal de que el mandatario provincial, por el momento, no sacará los pies del plato y seguirá encolumnado en la misma línea de la Casa Rosada.¿Scioli mantendrá la misma postura si Kirchner lo deja afuera del armado del nuevo PJ? Los popes del justicialismo provincial dicen que el mandatario tendrá un lugar central, pero es un hecho que será prácticamente imposible que ocupe la vicepresidencia del partido, como deseaba en un primer momento. Ese lugar será para el salteño Juan Manuel Urtubey.
La semana que pasó fue la más difícil que tuvo que afrontar Daniel Scioli en lo que va de su gestión: hoy se cumplen dos meses desde que el ex vicepresidente asumió el cargo y juró ante la Asamblea legislativa.
La compleja situación obligó a introducir cambios, tan sorpresivos como repentinos. Por ejemplo, fue convocado el juez federal Alberto Durán para que conforme una comisión de especialistas y colabore en el diseño de nuevas políticas de seguridad. Así el ministro volvió a distanciarse de la gestión de León Carlos Arslanián (el antecesor de Stornelli), a quien por lo bajo, en el gobierno de Scioli, responsabilizan por muchos de los problemas que existen hoy para reducir los índices delictivos.
Durán, tiempo atrás, mantuvo un enfrentamiento público con Arslanián por la participación que tenía el magistrado en la Comisión de Seguridad ciudadana de La Plata, desde donde impulsó la instalación de garitas para combatir y prevenir el delito en distintos puntos de la ciudad, iniciativa que al entonces ministro no le caía para nada bien. Otra lectura de la designación de Durán es que Stornelli, nuevamente, decidió recurrir a la Justicia Federal para buscar la materia gris de su gestión. Incluso el reemplazante del funcionario renunciante -Carlos Stagnaro- es un fiscal que trabajó en los tribunales federales de Mercedes. Y que ahora tendrá que cumplir la delicada función de mantener la vinculación política con la Policía Bonaerense.
“Por el momento, Scioli está dejando actuar a su ministro. Avaló las nuevas designaciones. Pero en cualquier momento comenzará a reclamar y pedir resultados. Y esa será la etapa más difícil”, confiaron a Hoy fuentes de la gobernación.
Pese a que muchos funcionarios de calle 6 y de Seguridad sostienen que la ola de delitos en el interior está magnificada, lo sucedido en la última semana comenzó a desgastar la relación entre Scioli -y varios de sus funcionarios- con los intendentes. Incluso varios de ellos, encolumnados dentro del oficialismo, le están haciendo reclamos al mandatario provincial por la falta de respuestas de algunos ministros. Y los pedidos no sólo apuntan a Stornelli.
Por otra parte, y pese a que Scioli le renovó la confianza, la relación entre el gobernador y el ex fiscal tampoco pasa por su mejor momento. Incluso, desde Seguridad, también tiran dardos a la gobernación. “La situación en el ministerio es muy compleja por la escasez de recursos. Por ejemplo, a cada policía le dan solamente una veintena de balas para practicar, cuando en realidad se necesitan no menos de 300”, afirmó un funcionario de la cartera a Hoy. Eso no es todo: un problema, aún si solución, son las consecuencias de los ascensos masivos en la fuerza que firmó Arslanián pocos días antes de dejar el cargo. “Hay muchos agentes, que quedaron afuera injustificadamente de esos ascensos, que están reclamando igual trato. No hay dinero para responder a esos pedidos”, dijo la fuente consultada.
En el gobierno bonaerense juran que tienen a la Policía Bonaerense disciplinada, por lo menos en lo que se refiere a los cuadros superiores. Y destacan la labor de Daniel Salcedo, un jefe policial que cumple una función clave en la estructura ministerial. “En la Policía saben que para nosotros ellos no son la Bonaerense, como le dicen despectivamente. Nosotros los respetamos”, afirman. La incógnita pasa por saber cuándo comenzarán a verse los resultados esperados.
Nuevo enfrentamiento
Cuando aún resonaban los reclamos de vecinos y comerciantes contra la inseguridad, el gobierno bonaerense volvió a enfrascarse en un nuevo enfrentamiento con Mauricio Macri. El tema de disputa fue el polémico registro por puntaje que comenzará a regir a partir de agosto en Capital Federal con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito.
Desde el macrismo pidieron a la Provincia que adhiera a la iniciativa, pero el operador político número uno del sciolismo, Alberto Pérez, salió a responder que Scioli respaldará el sistema nacional, que impulsa Cristina. El hecho fue una señal de que el mandatario provincial, por el momento, no sacará los pies del plato y seguirá encolumnado en la misma línea de la Casa Rosada.¿Scioli mantendrá la misma postura si Kirchner lo deja afuera del armado del nuevo PJ? Los popes del justicialismo provincial dicen que el mandatario tendrá un lugar central, pero es un hecho que será prácticamente imposible que ocupe la vicepresidencia del partido, como deseaba en un primer momento. Ese lugar será para el salteño Juan Manuel Urtubey.
También es difícil que encabece la lista de congresales provinciales, cargo que podría ser ocupado por Cristina Fernández o Alberto Balestrini. ¿Qué rol jugará Scioli entonces? Aún es una incógnita. (PUNTO CERO-Diariohoy.net).
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