Ni el cielo estrellado ni la luna: el control de los locales nocturnos y la diversión de los más jóvenes. Las políticas que piensa implementar la nueva administración. Aquí la Noticia entrevisto al nuevo Secretario de Seguridad Carlos María Ortelli.
Vivir en las inmediaciones de “Tribulato”, en San Miguel, es sentirse en uno de los mejores barrios del distrito. Un lugar que se fue forjando con familias de clase media que pudieron lograr, tras muchos años de trabajo, un lugar con prácticamente todos los servicios.
Sólo a partir de los jueves a la noche y todas las noches siguientes hasta los domingos inclusive, la tranquilidad de cruzarse con algún vecino conocido se perturba por una inmensa cantidad de gente, en su mayoría jóvenes y “muy jóvenes” que llenan esas primeras cuatro cuadras de la avenida.
El auge de los locales nocturnos, boliches, pubs, rancherías o como quieran llamarlos transformó al lugar que en la nocturnidad brilla de manera espectacular. Pero, los vecinos son los que no la pasan del todo bien. Los lugares para estacionar, los baños y los lugares para que las jóvenes parejitas se “encuentren” son las propias veredas del barrio. Y estamos hablando de un horario apropiado, pero para el sueño: empiezan a la 1 de la madrugada y se retiran entre las 5 y las 8, con el sol arriba.
Hay muchos vecinos que, prácticamente en silencio, vienen trabajando para intentar lograr un orden y una convivencia en esos momentos y se había puesto expectativas –agotadas las gestiones con la administración anterior- con la asunción como Intendente de De La Torre.
El nuevo jefe comunal puso en el cargo de Secretario de Seguridad, Control y Ordenamiento Urbano a Carlos María Ortelli, quien a AQUÍ La Noticia le aseguró que en esas cuadras “hacía mucho que nadie controlaba”.
Sobre la nueva gestión que piensa implementar y el comportamiento de los menores en la noche sanmiguelina conversamos con el funcionario.
- ¿Qué encontraron y cómo son las inspecciones en los boliches de la calle Concejal Tribulato?
- Realmente encontramos un desorden importante. Desorden a nivel público y desorden a nivel de la forma de tributar de los boliches. Se llamó a la reflexión a los “bolicheros”, ellos entendieron la problemática. Comenzaron a tributar como corresponde. Se sacó una medida ahora, de no otorgar por 90 días más habilitaciones, para que lo analice el Concejo Deliberante, y así empezar a darle forma prolija, porque nadie quiere que se cierren, pero sí que se ordenen. Tribulato es un tema que nos preocupa a todos. La mayoría tenemos hijos o parientes en edad de ir a bailar, la idea es que es un tema crítico y que queremos solucionarlo para el futuro de nuestra juventud.
- ¿Cuántos boliches se cerraron en San Miguel?
- Se han cerrado unos tres boliches y algunas “borracherías” o barcitos chiquitos. Algunos se han puesto en orden y han vuelto a abrir.
-¿El trabajo respecto de los menores de edad en la noche, qué arrojó?
- Con los menores de edad, como hacía mucho que nadie controlaba, hubo varios tipos de controles. Con los chicos más chicos se comenzó a llamar la atención a los bolicheros. El tema es que si uno corta, quedan muchos chicos en la calle en la madrugada y no nos alcanza la policía, la patrulla municipal. Entonces, como primera medida se hizo una reunión con los bolicheros, se les dijo que se iba a controlar eficazmente la minoridad y se hicieron actas de infracción a quienes tuvieron menores. Pero se están haciendo medidas progresivas, por ejemplo se han parado micros que venían de otros lugares. Se ha retenido a los menores dentro del micro hasta tanto no llegaron los padres a retirar uno por uno. Se hizo con apoyo policial, con las distintas patrullas nuestras, y gente de Medio Ambiente y Defensa Civil.
-¿Qué edad debe tener un chico para poder ingresar a un boliche? Y la persona que está a cargo, ¿qué obligaciones tiene?.
- No pueden tener menos de 18 años. En el futuro se verá si algún empresario hará una matiné. Y mayores de 18 años que no tengan documento tampoco van a poder entrar. Si tiene 19 años, pero no tiene documento se lo va a remitir y lo tendrá que venir a buscar el padre. Esa es la metodología que estamos utilizando. De todas maneras se va haciendo progresivamente y en todos los ámbitos. Por ejemplo, las motos. Mucha gente está acostumbrada a no llevar casco, no tener encima los documentos del vehículo o a ir de a tres en la moto.
- También hay boliches sobre la avenida Perón ¿Allí también hay control?
- Si, estamos controlando todo. Nos quedaron todavía algunos, por el poco personal que tenemos. Tenemos dos inspectores de espectáculos nocturnos.
NOCHE Y ALCOHOL
- A veces la entrada es accesible para los jóvenes, pero dentro de los lugares la venta de bebidas alcohólicas es abrumadora. ¿Allí se está controlando?
- Seguro. El problema más grande que tenemos son todas las consecuencias que tiene en los menores de edad. A nosotros nos complica muchísimo tener un menor de edad, porque el mayor cuando se le terminan los efectos del alcohol se retira. A veces por más que el costo de las bebidas sea alto siguen comprando, no sé cómo hacen. Es un tema aún más grave cuando se trata de un menor, porque se lo traslada al hospital y hemos tenido casos de coma alcohólico, pero después hay que tener personal que esté con ese menor hasta que viene a retirarlo el padre. Me ha pasado personalmente de entregar un chico a las 9.30 de la mañana. El tema del alcohol lo tenemos muy claro, estamos haciendo los controles del ReBA y los controles de la calidad de la bebida. Lo que pasa es que es tanto lo que hay por hacer, y tanto lo que no se hizo que es muy difícil abarcar todo.
- ¿El intendente se reunió con los vecinos de Tribulato?
- El intendente los recibió. Estaba presente la secretaría de seguridad y control. Estuvimos hablando muy bien. Les dijimos que los íbamos a invitar a una recorrida por Tribulato juntos. Justamente el viernes me llamaron personalmente los vecinos, los invité y estuvieron hasta altas horas de la noche con nosotros recorriendo y vieron como se trabajaba.
- ¿Cómo recibieron los dueños de los boliches todo esto?
- Yo creo que esto no le escapa a nadie. Ellos también tienen hijos y parientes. Se arrancó con tranquilidad y explicando cuál iba a ser el tipo de trabajo de este gobierno municipal. Seguramente en algunos casos tendrán que pagar algunos impuestos más. Se van a chequear todas las habilitaciones. Tendrán algunos ingresos menos por la pérdida de menores que ya no ingresaran a los boliches. Pero como bien sabemos, tenemos que apostarle al futuro y no al negocio inminente.
- A tres años de Cromañón, otro aspecto de los controles que preocupa es el de la seguridad. ¿Cómo se está trabajando?
Vivir en las inmediaciones de “Tribulato”, en San Miguel, es sentirse en uno de los mejores barrios del distrito. Un lugar que se fue forjando con familias de clase media que pudieron lograr, tras muchos años de trabajo, un lugar con prácticamente todos los servicios.
Sólo a partir de los jueves a la noche y todas las noches siguientes hasta los domingos inclusive, la tranquilidad de cruzarse con algún vecino conocido se perturba por una inmensa cantidad de gente, en su mayoría jóvenes y “muy jóvenes” que llenan esas primeras cuatro cuadras de la avenida.
El auge de los locales nocturnos, boliches, pubs, rancherías o como quieran llamarlos transformó al lugar que en la nocturnidad brilla de manera espectacular. Pero, los vecinos son los que no la pasan del todo bien. Los lugares para estacionar, los baños y los lugares para que las jóvenes parejitas se “encuentren” son las propias veredas del barrio. Y estamos hablando de un horario apropiado, pero para el sueño: empiezan a la 1 de la madrugada y se retiran entre las 5 y las 8, con el sol arriba.
Hay muchos vecinos que, prácticamente en silencio, vienen trabajando para intentar lograr un orden y una convivencia en esos momentos y se había puesto expectativas –agotadas las gestiones con la administración anterior- con la asunción como Intendente de De La Torre.
El nuevo jefe comunal puso en el cargo de Secretario de Seguridad, Control y Ordenamiento Urbano a Carlos María Ortelli, quien a AQUÍ La Noticia le aseguró que en esas cuadras “hacía mucho que nadie controlaba”.
Sobre la nueva gestión que piensa implementar y el comportamiento de los menores en la noche sanmiguelina conversamos con el funcionario.
- ¿Qué encontraron y cómo son las inspecciones en los boliches de la calle Concejal Tribulato?
- Realmente encontramos un desorden importante. Desorden a nivel público y desorden a nivel de la forma de tributar de los boliches. Se llamó a la reflexión a los “bolicheros”, ellos entendieron la problemática. Comenzaron a tributar como corresponde. Se sacó una medida ahora, de no otorgar por 90 días más habilitaciones, para que lo analice el Concejo Deliberante, y así empezar a darle forma prolija, porque nadie quiere que se cierren, pero sí que se ordenen. Tribulato es un tema que nos preocupa a todos. La mayoría tenemos hijos o parientes en edad de ir a bailar, la idea es que es un tema crítico y que queremos solucionarlo para el futuro de nuestra juventud.
- ¿Cuántos boliches se cerraron en San Miguel?
- Se han cerrado unos tres boliches y algunas “borracherías” o barcitos chiquitos. Algunos se han puesto en orden y han vuelto a abrir.
-¿El trabajo respecto de los menores de edad en la noche, qué arrojó?
- Con los menores de edad, como hacía mucho que nadie controlaba, hubo varios tipos de controles. Con los chicos más chicos se comenzó a llamar la atención a los bolicheros. El tema es que si uno corta, quedan muchos chicos en la calle en la madrugada y no nos alcanza la policía, la patrulla municipal. Entonces, como primera medida se hizo una reunión con los bolicheros, se les dijo que se iba a controlar eficazmente la minoridad y se hicieron actas de infracción a quienes tuvieron menores. Pero se están haciendo medidas progresivas, por ejemplo se han parado micros que venían de otros lugares. Se ha retenido a los menores dentro del micro hasta tanto no llegaron los padres a retirar uno por uno. Se hizo con apoyo policial, con las distintas patrullas nuestras, y gente de Medio Ambiente y Defensa Civil.
-¿Qué edad debe tener un chico para poder ingresar a un boliche? Y la persona que está a cargo, ¿qué obligaciones tiene?.
- No pueden tener menos de 18 años. En el futuro se verá si algún empresario hará una matiné. Y mayores de 18 años que no tengan documento tampoco van a poder entrar. Si tiene 19 años, pero no tiene documento se lo va a remitir y lo tendrá que venir a buscar el padre. Esa es la metodología que estamos utilizando. De todas maneras se va haciendo progresivamente y en todos los ámbitos. Por ejemplo, las motos. Mucha gente está acostumbrada a no llevar casco, no tener encima los documentos del vehículo o a ir de a tres en la moto.
- También hay boliches sobre la avenida Perón ¿Allí también hay control?
- Si, estamos controlando todo. Nos quedaron todavía algunos, por el poco personal que tenemos. Tenemos dos inspectores de espectáculos nocturnos.
NOCHE Y ALCOHOL
- A veces la entrada es accesible para los jóvenes, pero dentro de los lugares la venta de bebidas alcohólicas es abrumadora. ¿Allí se está controlando?
- Seguro. El problema más grande que tenemos son todas las consecuencias que tiene en los menores de edad. A nosotros nos complica muchísimo tener un menor de edad, porque el mayor cuando se le terminan los efectos del alcohol se retira. A veces por más que el costo de las bebidas sea alto siguen comprando, no sé cómo hacen. Es un tema aún más grave cuando se trata de un menor, porque se lo traslada al hospital y hemos tenido casos de coma alcohólico, pero después hay que tener personal que esté con ese menor hasta que viene a retirarlo el padre. Me ha pasado personalmente de entregar un chico a las 9.30 de la mañana. El tema del alcohol lo tenemos muy claro, estamos haciendo los controles del ReBA y los controles de la calidad de la bebida. Lo que pasa es que es tanto lo que hay por hacer, y tanto lo que no se hizo que es muy difícil abarcar todo.
- ¿El intendente se reunió con los vecinos de Tribulato?
- El intendente los recibió. Estaba presente la secretaría de seguridad y control. Estuvimos hablando muy bien. Les dijimos que los íbamos a invitar a una recorrida por Tribulato juntos. Justamente el viernes me llamaron personalmente los vecinos, los invité y estuvieron hasta altas horas de la noche con nosotros recorriendo y vieron como se trabajaba.
- ¿Cómo recibieron los dueños de los boliches todo esto?
- Yo creo que esto no le escapa a nadie. Ellos también tienen hijos y parientes. Se arrancó con tranquilidad y explicando cuál iba a ser el tipo de trabajo de este gobierno municipal. Seguramente en algunos casos tendrán que pagar algunos impuestos más. Se van a chequear todas las habilitaciones. Tendrán algunos ingresos menos por la pérdida de menores que ya no ingresaran a los boliches. Pero como bien sabemos, tenemos que apostarle al futuro y no al negocio inminente.
- A tres años de Cromañón, otro aspecto de los controles que preocupa es el de la seguridad. ¿Cómo se está trabajando?
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