PERGAMINO, Junio 10, (PUNTO CERO-La Politica On Line) Héctor “Cachi” Gutiérrez, uno de los intendentes “rebeldes” del radicalismo K, habló en exclusiva con La Política Online y explicó cómo se vive siendo parte de la Concertación pero sin alinearse a la política de la Casa Rosada. “El esfuerzo para el diálogo lo está haciendo el campo”, afirmó.
La guerra entre el campo y el gobierno por las retenciones no sólo abrió brechas dentro del propio peronismo, sino que jaqueó directamente el vínculo de la Casa Rosada con el radicalismo K, parte activa de la Concertación encarnada en el vicepresidente, Julio Cobos.
Entre los más activos “protestantes” de esta línea radical se encuentran varios intendentes bonaerenses que tienen bajo su control nada menos que localidades de neta producción agraria. Así, Héctor “Cachi” Gutiérrez, intendente de Pergamino, aparece emparentado a otros como el de Junín, Mario Meoni, como los “rebeldes” del radicalismo K.
La Política Online dialogó con Gutiérrez, quien se deslindó directamente del control de Néstor Kirchner y se distanció del PJ, el arma política más fuerte del gobierno nacional.
El gobierno no fue al encuentro citado ayer por la Defensoría del Pueblo. ¿No era esta una buena ocasión para retomar el diálogo?
Si. Por un lado las entidades han recibido el clamor general que sintetizó la Iglesia en el documento del Episcopado, de la necesidad de retomar el diálogo. Este movimiento de las entidades deberá ser correspondido por el gobierno. Quizás, para el gobierno, no sea el mejor ámbito el del defensor del pueblo. Habrá que ver si entre hoy y mañana, estos diálogos informales que se rumorean se instalan en un ámbito más adecuado.
Ahora, no quedan dudas que entre el campo y el gobierno, son las entidades las que están buscando espacios para dialogar.
Sin lugar a dudas el esfuerzo lo está haciendo el campo. Ahora falta que corresponda el gobierno.
Hoy los voceros del gobierno insisten en que si el diálogo está cortado es por responsabilidad de la Mesa de Enlace, pero a las claras aparece distinto. ¿Coincide en esto?
Si. Yo creo igualmente hubo de los dos lados posiciones extremas o radicalizadas. Siempre en conflictos de esta naturaleza hay sectores que buscan los extremos. Las declaraciones del Ministro de Justicia sobre el documento de los obispos ha sido una falta de respeto, sin lugar a dudas. Lo mismo sobre los dirigentes de Federación Agraria que proponían discutir la política petrolera. Lo importante es encontrar los interlocutores que busquen acercar las posiciones.
Se está criticando a Alberto Fernández como negociador del gobierno. ¿Podrían cambiar los interlocutores del campo? ¿Qué en lugar de la Mesa de Enlace negocien, por ejemplo, los autoconvocados?
Es una pena que se cambiara la interlocución de Alberto Fernández porque ha sido la mejor parte del gobierno en esta discusión, por lo menos unas semanas atrás estuvo a punto de encontrar un consenso y ha sido la susceptibilidad de ambas partes la que lo impidió. Recordemos cuando Buzzi dijo que el gobierno había aceptado sus errores y esto derivó en que se echara por la borda todos los esfuerzos que se habían hecho.
Hay quienes se han salido más del libreto en el orden agropecuario y esta ha derivado en que se sospeche sobre los motivos reales de su participación en la protesta. Si es la reivindicación de la política agropecuaria o esto va más allá y lo que se está estructurando es un partido agrario.
Hay muchos intendentes que siguen respondiendo a la Casa Rosada, no en su caso que marcó públicamente sus diferencias. ¿Cómo se hace para hacer frente a los reclamos de los pueblos y mantenerse en sintonía con la política nacional?
En muchos casos los discursos son unos que cuando están en la Capital y otro cuando llegan a sus localidades. Yo no soy quien para juzgarlo pero esto sin dudas ocurre. En segundo lugar, quienes integran el Partido Justicialista sabemos que es un partido vertical, por eso las capacidades y las posibilidades de disenso son muy acotadas. Esto es propio de la dinámica de un partido que yo no comparto. Nosotros somos parte de la coalición y sin embargo nos sentimos con la libertad para disentir.
Usted y el intendente Meoni, tras el encuentro con Cobos en el Senado, desistieron de ir a la reunión convocado por Néstor Kirchner. ¿Por qué tomaron esta decisión?
Porque la reunión incluía a otras fuerzas como el Partido Justicialista y nosotros no coincidíamos con ese documento que denunciaba a los productores como golpistas. De hecho, ustedes habrán advertido que no pudo haber un documento único tras esa reunión porque las posiciones eran muy encontradas.
¿Y qué opina del comunicado del PJ?
No lo compartimos. Ni siquiera los propios justicialistas lo sostienen. Yo he cruzado a importantes figuras que responden al gobierno nacional y ninguna se anima a decir que los productores son golpistas.
Pero si comparten al referente nacional…
Es la lógica de un partido que responde a un verticalismo muy cerrado.
¿Usted sigue teniendo a Néstor Kirchner como referente nacional?
No, para nada. Nosotros hemos apoyado en la gestión a la presidenta Cristina Kirchner sobre la base de algunos antecedentes que se habían generado en la gestión anterior: la integración de la Corte, la política de inclusión social, una serie de medidas que habían a que el país resolviera su salida de la crisis. Pero nuestro referente no es Néstor Kirchner, a lo sumo será del Partido Justicialista.
¿Su referente entonces es Cobos? ¿Cómo califica su gestión como cabeza de los radicales K?
Él forma parte del Poder Ejecutivo y creo que dentro de sus márgenes está haciendo una importante contribución. De hecho, días atrás en la reunión del Hotel Panamericano él hizo una importante exhortación al diálogo ni ha suscripto documentos que dificulten o impongan distancia con el diálogo. Todo lo contrario.
Pero es el referente nacional más importante de la pata radical de la Concertación y sin embargo el radicalismo sigue reclamando espacios en los poderes ejecutivos tanto nacional como en las diferentes provincias donde existe la Concertación. ¿Eso no es un fracaso de Cobos?
La guerra entre el campo y el gobierno por las retenciones no sólo abrió brechas dentro del propio peronismo, sino que jaqueó directamente el vínculo de la Casa Rosada con el radicalismo K, parte activa de la Concertación encarnada en el vicepresidente, Julio Cobos.
Entre los más activos “protestantes” de esta línea radical se encuentran varios intendentes bonaerenses que tienen bajo su control nada menos que localidades de neta producción agraria. Así, Héctor “Cachi” Gutiérrez, intendente de Pergamino, aparece emparentado a otros como el de Junín, Mario Meoni, como los “rebeldes” del radicalismo K.
La Política Online dialogó con Gutiérrez, quien se deslindó directamente del control de Néstor Kirchner y se distanció del PJ, el arma política más fuerte del gobierno nacional.
El gobierno no fue al encuentro citado ayer por la Defensoría del Pueblo. ¿No era esta una buena ocasión para retomar el diálogo?
Si. Por un lado las entidades han recibido el clamor general que sintetizó la Iglesia en el documento del Episcopado, de la necesidad de retomar el diálogo. Este movimiento de las entidades deberá ser correspondido por el gobierno. Quizás, para el gobierno, no sea el mejor ámbito el del defensor del pueblo. Habrá que ver si entre hoy y mañana, estos diálogos informales que se rumorean se instalan en un ámbito más adecuado.
Ahora, no quedan dudas que entre el campo y el gobierno, son las entidades las que están buscando espacios para dialogar.
Sin lugar a dudas el esfuerzo lo está haciendo el campo. Ahora falta que corresponda el gobierno.
Hoy los voceros del gobierno insisten en que si el diálogo está cortado es por responsabilidad de la Mesa de Enlace, pero a las claras aparece distinto. ¿Coincide en esto?
Si. Yo creo igualmente hubo de los dos lados posiciones extremas o radicalizadas. Siempre en conflictos de esta naturaleza hay sectores que buscan los extremos. Las declaraciones del Ministro de Justicia sobre el documento de los obispos ha sido una falta de respeto, sin lugar a dudas. Lo mismo sobre los dirigentes de Federación Agraria que proponían discutir la política petrolera. Lo importante es encontrar los interlocutores que busquen acercar las posiciones.
Se está criticando a Alberto Fernández como negociador del gobierno. ¿Podrían cambiar los interlocutores del campo? ¿Qué en lugar de la Mesa de Enlace negocien, por ejemplo, los autoconvocados?
Es una pena que se cambiara la interlocución de Alberto Fernández porque ha sido la mejor parte del gobierno en esta discusión, por lo menos unas semanas atrás estuvo a punto de encontrar un consenso y ha sido la susceptibilidad de ambas partes la que lo impidió. Recordemos cuando Buzzi dijo que el gobierno había aceptado sus errores y esto derivó en que se echara por la borda todos los esfuerzos que se habían hecho.
Hay quienes se han salido más del libreto en el orden agropecuario y esta ha derivado en que se sospeche sobre los motivos reales de su participación en la protesta. Si es la reivindicación de la política agropecuaria o esto va más allá y lo que se está estructurando es un partido agrario.
Hay muchos intendentes que siguen respondiendo a la Casa Rosada, no en su caso que marcó públicamente sus diferencias. ¿Cómo se hace para hacer frente a los reclamos de los pueblos y mantenerse en sintonía con la política nacional?
En muchos casos los discursos son unos que cuando están en la Capital y otro cuando llegan a sus localidades. Yo no soy quien para juzgarlo pero esto sin dudas ocurre. En segundo lugar, quienes integran el Partido Justicialista sabemos que es un partido vertical, por eso las capacidades y las posibilidades de disenso son muy acotadas. Esto es propio de la dinámica de un partido que yo no comparto. Nosotros somos parte de la coalición y sin embargo nos sentimos con la libertad para disentir.
Usted y el intendente Meoni, tras el encuentro con Cobos en el Senado, desistieron de ir a la reunión convocado por Néstor Kirchner. ¿Por qué tomaron esta decisión?
Porque la reunión incluía a otras fuerzas como el Partido Justicialista y nosotros no coincidíamos con ese documento que denunciaba a los productores como golpistas. De hecho, ustedes habrán advertido que no pudo haber un documento único tras esa reunión porque las posiciones eran muy encontradas.
¿Y qué opina del comunicado del PJ?
No lo compartimos. Ni siquiera los propios justicialistas lo sostienen. Yo he cruzado a importantes figuras que responden al gobierno nacional y ninguna se anima a decir que los productores son golpistas.
Pero si comparten al referente nacional…
Es la lógica de un partido que responde a un verticalismo muy cerrado.
¿Usted sigue teniendo a Néstor Kirchner como referente nacional?
No, para nada. Nosotros hemos apoyado en la gestión a la presidenta Cristina Kirchner sobre la base de algunos antecedentes que se habían generado en la gestión anterior: la integración de la Corte, la política de inclusión social, una serie de medidas que habían a que el país resolviera su salida de la crisis. Pero nuestro referente no es Néstor Kirchner, a lo sumo será del Partido Justicialista.
¿Su referente entonces es Cobos? ¿Cómo califica su gestión como cabeza de los radicales K?
Él forma parte del Poder Ejecutivo y creo que dentro de sus márgenes está haciendo una importante contribución. De hecho, días atrás en la reunión del Hotel Panamericano él hizo una importante exhortación al diálogo ni ha suscripto documentos que dificulten o impongan distancia con el diálogo. Todo lo contrario.
Pero es el referente nacional más importante de la pata radical de la Concertación y sin embargo el radicalismo sigue reclamando espacios en los poderes ejecutivos tanto nacional como en las diferentes provincias donde existe la Concertación. ¿Eso no es un fracaso de Cobos?
Esa es una situación que nosotros mantenemos pendiente. En el caso puntual de la crisis del agro, hay que saber leerlo a Cobos que entiende a los intendentes que defiende los intereses de la economía regional, porque lo fue, y admite que el gobierno pudo haber cometido errores. Para alguien que integra el gobierno nacional, creo que se coloca en una posición hasta límite, diría. (PUNTO CERO-La Politica On Line).
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