miércoles, abril 15, 2009

Frustración en el macrismo por el “acuerdo” con De Narváez y Solá. Por Ignacio Fidanza.

(La Política On Line). En el macrismo hay gran malestar con la negociación que ayer cerró José Torello –titular de Pro y amigo personal de Macri- con Francisco de Narváez y Felipe Solá, por las listas bonaerenses. Por qué dicen que la dupla bonaerense se “fumó en pipa” al enviado del jefe de Gobierno. Quiénes impulsan a las candidatas en juego.
Esta claro que la política no es para cualquiera. Y algo de esa falta de oficio parece haber afectado ayer el pulso de José Torello, cuando tuvo que sentarse a negociar con Felipe Solá y Francisco de Narváez, en las posmodernas oficinas que el empresario tiene en Las Cañitas.
Es que luego del castigo mediático –que incluyó amenazas de ruptura- que Felipe Solá le propinara al propio Macri durante todo el fin de semana largo, Torello consiguió una tregua que dejó a los seguidores del jefe de Gobierno con gusto a poco. Sorprende también que el experimentado diputado peronista Juan José Alvarez, que venía asesorando a Macri en temas bonaerenses, haya desaparecido en estas horas críticas.
Como sea, la discusión como era obvio giró en torno a las candidaturas –esa era la cuestión de “fondo” a la que aludió Solá, por mas que se hiciera el distraído-. Es que Macri venía enojado porque sus socios no lo habían invitado a integrar sus candidatos a las listas bonaerenses y tampoco el respetaban el 30 por ciento de lugares que imaginaba le correspondían.
Y luego de dar varios rodeos, Torello se encontró aceptando lo que Macri ya había rechazado: Esto es que incluya candidatos –no más de tres- en los lugares “para las mujeres”. O sea, en el tercer y sexto lugar –que se supone entran seguro- y un tercer puesto que está ubicado en zona de riesgo.
“¿Tenés mujeres?”, le dijo a Macri días atrás un enviado para negociar las listas, cuando la discusión por el 30 por ciento que reclamaba Macri se puso difícil. “No, no tengo mujeres y quiero el 30 por ciento”, habría contestado irreductible el jefe de Gobierno. Bueno, Torello aceptó lo que su jefe había rechazado.
¿Cuál es el problema con las mujeres?El PRO tiene los inconvenientes de toda fuerza nueva. Es decir, pocas y mediáticas figuras –Macri, Michetti-, y no mucho más. Sus líderes son los candidatos, los hombres de la gestión y los armadores políticos. Para bien y para mal. Orfandad de dirigentes que se agrava aún mas en el terreno femenino, y sobre todo en la inmensa provincia de Buenos Aires.
Tan falto esta Macri de dirigentes, que hasta ahora, las candidatas para ese tercer y sexto puesto que le ofrecen como premio consuelo sus socios, serían para dos legisladoras porteñas: Silvia Majdalani y Lidia Saya. Al parecer, Macri no encontró en el “PRO bonaerense” que supuestamente conduce su primo Jorge, ninguna dirigente que mereciera representar al partido.
Y esto es un grave problema. En el macrismo comprenden de inmediato que además del inconveniente estético que representa “trasplantar” a dos dirigentes porteñas, cuando se supone que el macrismo encarna la nueva política, se suma la inutilidad de la movida.
“¿Qué van a hacer Majdalani y Saya en la provincia? No es que tienen poca experiencia en ese territorio, no tienen nada, ni un puntero, nada ¿Qué persepectiva de crecimiento le pueden ofrecer a nuestra fuerza, nada menos que en el principal distrito del país, dónde se definen los Presidentes?”, se lamentaba ante La Política Online, un macrista compungido que estimaba que Macri estaba regalando con este mal acuerdo gran parte de sus chances presidenciales.
Las candidatas y sus “jefes”Majdalani es una mujer de fortuna, empresaria en el pasado con suerte dispar –fue presidenta de la malograda empresa Paraná Seguros-, que alcanzó cierta notoriedad pública cuando en la decadencia profunda de Carlos Menem, creó la agrupación “El Aguante” que defendía al ex presidente cuando ya casi nadie lo hacía, y estaba “preso” por tráfico de armas en una quinta de Don Torcuato.
Su ingreso en la lista de diputados vendría de la mano del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, concesión que Macri habría hecho a su mano derecha en la administración. Esta diputada que fue sufrió hace poco la lluvia ácida de los videos del doble voto, se habría destacado en la sanción de la ley de publicidad exterior, conduciendo con habilidad a las empresas del sector, que incluso –agradecidas- podrían colaborar con la campaña.
La otra candidata es la legisladora Lidia Saya, que llega al cargo empujada por la vicejefa de Gobierno Gabriela Michetti. Esta legisladora de perfil muy bajo y escasa participación en las debates es además la mujer del recaudador de Macri, el director de la Agip, Carlos Walter, otro de los peronistas que se sumaron al macrismo.
La reaparición del primo
El traspié negociador de Torello, tal vez haya despertado una media sonrisa en quien hasta hace poco era "el hombre" del jefe de Gobierno en la provincia: su primo, Jorge Macri. Pero bien mirado, no tiene demasiado para festejar. Es que la rehabilitación política del primo es en rigor forzada y acotada. Macri comprendió que si su primo concretaba la amenaza de presentar lista propia, sólo con la fuerza del apellido podía quitarle puntos claves en la muy apretada pelea con el kirchnerismo, capturando algunos votantes desprevenidos.
Ante la presión de sus socios y su propio convecimiento pragmático, el jefe de Gobierno optó por rehabilitarlo para "esta" elección. Se aceptó que sea candidato a legislador provincial -seguramente encabece o secunde la lista de la tercera junto al peronista Osvaldo Mércuri- y no mucho mas.
Es decir, Jorge Macri continuará donde está ahora: en la Legislatura bonarense.Apenas una gota mas, en ese verdadero Mar de los Sargazos en el que la provincia de Buenos Aires, parece haberse convertido para Macri.

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