El dirigente de Libres del Sur, Jorge Ceballos, se refirió al armado “nacional y popular” que intenta formar junto al intendente de Morón y la CTA
El candidato a diputado nacional por el Movimiento Libres del Sur, Jorge Ceballos, aseguró que es necesario “construir una alternativa superadora a Kirchner” en la provincia de Buenos Aires, aunque aclaró que “no tengo nada que ver con la oposición –al gobierno nacional- que no tiene ninguna propuesta y, las críticas que le hace, son respecto de las cosas que creo que el gobierno hace bien”. En ese sentido, afirmó que están encaminadas las conversaciones con el intendente de Morón, Martín Sabatella, y con la Central de Trabajadores Argentinos CTA “para recrear un espacio nacional y popular”. Si bien se confirmó que Víctor De Gennero, ex titular de la CTA, no será candidato, Ceballos expresó que “va a ir una representante del sector que es una integrante de la CTA de Mar del Plata”.
En diálogo con Radio Provincia, el dirigente subrayó que “vamos a plantear un proyecto amplio, que articule los sectores humildes con los medios, porque hay demandas comunes en la Argentina y tenemos que tener una visión nacional y ver cuáles son las contradicciones principales”. Además, agregó que muchas veces escucha por los medios decir que los diputados no dan quórum para discutir las retenciones a la exportación de soja, “yo quiero que haya quórum para discutir la pobreza”.
En tanto, Ceballos se refirió al surgimiento de los movimientos sociales. “Fue en las localidades del interior, en muchos casos vinculadas a la empresa estatal de hidrocarburos, YPF, que luego de la privatización quedaron como pueblos fantasmas porque la economía dependía de esa actividad en un porcentaje muy alto”, explicó. En ese momento, la reacción de los vecinos fue “hacer visible la pobreza, fenómeno que se fue extendiendo desde el interior hasta los grandes centros urbanos y la provincia de Buenos Aires”.
“La gente entendió que no había lugar en los partidos y los gremios. El modelo neoliberal posibilitó el vaciamiento de los partidos tradicionales, que eran partidos populares que congregaron esperanzas y, luego las traicionaron”, enfatizó. Al mismo tiempo, los trabajadores vieron que algunos sindicalistas “se hicieron empresarios y fueron parte de las privatizaciones, no encontraban en los gremios el lugar más apto para poder expresarse porque ya eran desocupados”.
Según el candidato de Libres del Sur, hacia finales de la década de 1990 “se produjo un fenómeno de vida propia en los barrios”, donde la gente buscó un nuevo espacio de expresión. “Lo hizo a través de organizaciones sociales que emergieron con un dato particular: Surgieron con prácticas democráticas directas entre el representante y representado”, declaró.
Ceballos admitió que “siempre tuve un fuerte compromiso social”. Vino de Villa María, Córdoba, a la provincia de Buenos Aires “sin trabajo pero detrás de un proyecto político”. Primero se erradicó en Fuerte Apache, en la casa de un vecino que le prestó una pieza. Vivió allí entre 1988 y 1989, desde donde generó un vínculo con los trabajadores metalúrgicos de La Matanza. Al mismo tiempo, realizaba trabajos barriales en Merlo y González Catán. Empezó a ejercer su profesión de abogado, y también fue docente, hacía apoyo escolar en los barrios, asesoramiento jurídico gratuito. “Cuando emergió el fenómeno de la expulsión de trabajadores por las consecuencias nefastas del neoliberalismo con Menem, me encontró en el barrio trabajando como uno más”, relató. Después se mudó a La Matanza, al barrio de San Justo.
Ceballos dijo que existen dos tipos de clientelismo. Uno se refiere al político, asociado a los sectores humildes, “donde punteros se aprovechan de las necesidades” de la gente. “Pero también está el clientelismo de las clases medias-altas, con técnicos que están al servicio de determinadas ideas que no comparten pero tienen el único objetivo de cobrar”, rechazó.
También opinó sobre la inseguridad: “La delincuencia existe en todos”, admitió, pero subrayó que “los que mayores perjuicios le produjeron a la Argentina no están entre los sectores sociales más humildes”. En tal aspecto, puntualizó que cuando Domingo Cavallo decidió estatizar la deuda privada, “¿con qué parámetro decimos que eso no es un delito? Porque hizo que todos los argentinos pagáramos la deuda que sacaron los empresarios que no la invirtieron en producción sino en la “bicicleta financiera”, pero ese tipo de hechos delictivos que generan pobreza, marginalidad, exclusión, bajar las jubilaciones, los salarios, no son considerados hechos de inseguridad”.
El candidato a diputado nacional por el Movimiento Libres del Sur, Jorge Ceballos, aseguró que es necesario “construir una alternativa superadora a Kirchner” en la provincia de Buenos Aires, aunque aclaró que “no tengo nada que ver con la oposición –al gobierno nacional- que no tiene ninguna propuesta y, las críticas que le hace, son respecto de las cosas que creo que el gobierno hace bien”. En ese sentido, afirmó que están encaminadas las conversaciones con el intendente de Morón, Martín Sabatella, y con la Central de Trabajadores Argentinos CTA “para recrear un espacio nacional y popular”. Si bien se confirmó que Víctor De Gennero, ex titular de la CTA, no será candidato, Ceballos expresó que “va a ir una representante del sector que es una integrante de la CTA de Mar del Plata”.
En diálogo con Radio Provincia, el dirigente subrayó que “vamos a plantear un proyecto amplio, que articule los sectores humildes con los medios, porque hay demandas comunes en la Argentina y tenemos que tener una visión nacional y ver cuáles son las contradicciones principales”. Además, agregó que muchas veces escucha por los medios decir que los diputados no dan quórum para discutir las retenciones a la exportación de soja, “yo quiero que haya quórum para discutir la pobreza”.
En tanto, Ceballos se refirió al surgimiento de los movimientos sociales. “Fue en las localidades del interior, en muchos casos vinculadas a la empresa estatal de hidrocarburos, YPF, que luego de la privatización quedaron como pueblos fantasmas porque la economía dependía de esa actividad en un porcentaje muy alto”, explicó. En ese momento, la reacción de los vecinos fue “hacer visible la pobreza, fenómeno que se fue extendiendo desde el interior hasta los grandes centros urbanos y la provincia de Buenos Aires”.
“La gente entendió que no había lugar en los partidos y los gremios. El modelo neoliberal posibilitó el vaciamiento de los partidos tradicionales, que eran partidos populares que congregaron esperanzas y, luego las traicionaron”, enfatizó. Al mismo tiempo, los trabajadores vieron que algunos sindicalistas “se hicieron empresarios y fueron parte de las privatizaciones, no encontraban en los gremios el lugar más apto para poder expresarse porque ya eran desocupados”.
Según el candidato de Libres del Sur, hacia finales de la década de 1990 “se produjo un fenómeno de vida propia en los barrios”, donde la gente buscó un nuevo espacio de expresión. “Lo hizo a través de organizaciones sociales que emergieron con un dato particular: Surgieron con prácticas democráticas directas entre el representante y representado”, declaró.
Ceballos admitió que “siempre tuve un fuerte compromiso social”. Vino de Villa María, Córdoba, a la provincia de Buenos Aires “sin trabajo pero detrás de un proyecto político”. Primero se erradicó en Fuerte Apache, en la casa de un vecino que le prestó una pieza. Vivió allí entre 1988 y 1989, desde donde generó un vínculo con los trabajadores metalúrgicos de La Matanza. Al mismo tiempo, realizaba trabajos barriales en Merlo y González Catán. Empezó a ejercer su profesión de abogado, y también fue docente, hacía apoyo escolar en los barrios, asesoramiento jurídico gratuito. “Cuando emergió el fenómeno de la expulsión de trabajadores por las consecuencias nefastas del neoliberalismo con Menem, me encontró en el barrio trabajando como uno más”, relató. Después se mudó a La Matanza, al barrio de San Justo.
Ceballos dijo que existen dos tipos de clientelismo. Uno se refiere al político, asociado a los sectores humildes, “donde punteros se aprovechan de las necesidades” de la gente. “Pero también está el clientelismo de las clases medias-altas, con técnicos que están al servicio de determinadas ideas que no comparten pero tienen el único objetivo de cobrar”, rechazó.
También opinó sobre la inseguridad: “La delincuencia existe en todos”, admitió, pero subrayó que “los que mayores perjuicios le produjeron a la Argentina no están entre los sectores sociales más humildes”. En tal aspecto, puntualizó que cuando Domingo Cavallo decidió estatizar la deuda privada, “¿con qué parámetro decimos que eso no es un delito? Porque hizo que todos los argentinos pagáramos la deuda que sacaron los empresarios que no la invirtieron en producción sino en la “bicicleta financiera”, pero ese tipo de hechos delictivos que generan pobreza, marginalidad, exclusión, bajar las jubilaciones, los salarios, no son considerados hechos de inseguridad”.
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