El jueves 7 por la mañana fuimos a visitar a las chicas de la cooperativa textil “Juana Azurduy”. Buscando moldes, organizando el día y cuando ya estaba todo listo para arrancar la jornada, armaron unos mates y nos sentamos a conversar un rato.
La idea era una entrevista pero salió algo más ameno: una charla entre las compañeras, donde preguntábamos algunas cosas, pero esas preguntas eran disparadores para distintos recuerdos y discusiones. La cooperativa comenzó hace 4 años. Los primeros trabajos fueron de armar ojales para pedidos de capital y de ahí poco a poco se fueron metiendo mas. Solo una de las cuatro compañeras de aquel tiempo tenía alguna idea de lo que era un taller de costura, pero se animaron. En ese momento 3 barrios presentaron proyecto “Manos a la obra”, juntaron la plata entre todas y compraron todo lo que necesitaban.
Muchos viajes a Capital para conseguir buen precio, para ver que podían ir comprando según las prioridades. Charlamos con Daniela, Eleonor, Juliana, Charo y Liliana. A partir de su propia experiencia, nos cuentan las dificultades que traen los proyectos que da el Estado:
Daniela […] El Estado propone: suponte lanza líneas de financiamiento “Manos a la Obra”, que nosotros los conseguimos con la lucha como organización social, pero ellos te dan maquinaria, materiales para la construcción e insumos y nada mas, y vos como organización no tenes capacitación, te dan esto destinado al fracaso.
¿En algún momento se plantearon de que sea solo un taller para mujeres o se fue dando?
Leonor: No, se fue dando. Porque cuando nos anotamos en un primer momento fuimos todas mujeres. Iba a empezar un hombre, pero vino y nos plateo bien: que si venia al taller tenía que ganar un sueldo como para que le alcance para comer, para vestir a los hijos, para todas esas cosas. Nosotras le dijimos que no, que acá se ganaba por lo que producíamos, por lo que nos traían o íbamos a buscar. Pero sin producción no hay plata.
¿Como se organizan en el taller?
Leonor: Bien. Todo por asamblea y todo opinamos. Si a mi no me gusta algo por ahí lo digo, pero espero a la asamblea y lo resolvemos.
Juliana: Tiene que ver con trasladar la lógica de la organización (FPDS) a los emprendimientos. Leonor: Porque siempre nos hemos manejado en los barrios por asamblea, entonces acá tenemos que manejarnos igual. ((I))
¿Cuántos barrios están participando?
Charo: Ahora ya no. Quedarían uno solo de los barrios originales, después se fueron sumando. Daniela: La idea es trascender a esa cuestión del barrio.
Leonor: Esa fue la primera vez que nosotras presentamos los proyectos. Los proyectos son de quienes están trabajando en el proyecto, no porque sea yo de un barrio es mío. Charo: Si yo me voy no me llevo una maquina.
Eleonor: Yo no me puedo llevar nada, porque, es de todos.
Daniela: Las maquinas para quien las trabaja.
Juliana: Incluso si viene una compañera o un compañero que no es de la organización, y en algún momento podemos sumarlos porque nos da la producción y le interesa nuestra forma de construcción, también (lo sumamos). El tema de los barrios fue inicialmente. La idea era tener tallercitos barriales, que son experiencias que fomenta el Estado, muchas veces, porque sabe que están condenadas al fracaso. No tienen capacitación, no tienen demasiada plata para construir y no te garantiza la comercialización y distribución del producto. Acá la vuelta que se le dio, es hacerlos mas general y poder centralizar los proyectos, que es lo que permite tener todas estas maquinas, ser más compañeras para encontrarle la vuelta.
¿La distribución y la venta como la hacen?
Daniela: Es el cuello de botella de todos los productivos.
Juliana: Tenes que producir y tenes que vender, y no es tan compatible.
Leonor: Y otra cosa, es que hay mucha gente que por ahí vende el producto mucho mas barato porque tienen mano de obra que los encierran.
Charo: Súper explotados
Leonor: Esas remeras que por ahí venden en “La salada”, que hacemos acá también, en “La Salada” las están vendiendo 50% menos, pero vos tenes que fijarte que eso es de gente explotada, gente muy explotada.
Charo: Y que no se lleva la plata de lo que realmente produjo. Nosotras vendemos y lo repartimos, sacamos lo de las telas, dejamos el fondo para maquinas y el resto lo repartimos entre nosotras, que somos las que trabajamos. Nostras no tenemos a nadie que vienen y se lleva la plata, como para en esos talleres, que la mayoría son clandestinos.
¿Tienen algún tipo de política a quien le venden?
Charo: No. Lo que si tratamos cuando vamos a comprar las telas: hay una de las casas que dejamos de comprar porque nos enteramos que era una casa que explotaba a los empleados. Caro y explotaba a los empleados, tiene buena calidad, pero nostras decidimos no comprarle mas. De ahí en la medida que podemos tratamos de seguir esa línea. Pero en general el que tiene para pagar, nosotras hacemos. Todavía no estamos en condiciones de elegir
Juliana: ¡A veces no tienen y también!
¿Con la producción que tienen les alcanza como para dividir entre todas y llevarse algo?
Daniela: Si, vivimos de esto todas. Es muy poco lo que ganamos pero vivimos de esto. Nosotras coincidimos ideológicamente con el trabajo, la pasamos bien, el tema de no tener patrón, pero también estamos sacando un manguito, le vamos encontrando la vuelta. Porque por ejemplo, en un momento hacíamos ropa de trabajo. Para hacer por ejemplo un pantalón y una camisa tardábamos un montón y no ganábamos lo que correspondía, entonces le encontramos la vuelta, hacemos remeras: que nos salen rápido, las podemos vender. En este momento le estamos apuntando mas a vender remeras, que es donde hacemos la diferencia.
El guardapolvo lo vemos como una reivindicación, porque es lo que le podemos sacar al Estado para hacer. Es recontra trabajoso, si nos dan para elegir no se si elegimos guardapolvos.
Charo: ¡De hecho yo estuve en contra! (risas)
Leonor: Que no sea el eje.
Liliana: Pero había que trabajar, si no ¿que hacíamos?
Juliana: Te organiza, son trabajos que te permiten organizarte en serie.
Leonor: El guardapolvo se trabaja como taller.
Juliana: Por ahí lo que nos permitió es articular mas fuertemente, ya veníamos articulando, pero mas con el resto de los talleres del FPDS.
Esta bueno, porque los guardapolvos los agarramos en conjuntos, los dividimos y los trabajamos. Tratamos de capacitarnos, de tirarnos las dudad entre todas. Y de entregarlos todas juntas. Esta bueno, porque de vez en cuando nos estamos juntando con las compañeras de Capital, Esteban Echeverría, de Lujan y eso esta buenísimos.
Pensar como una línea textil dentro del FPDS.
Daniela: Si, construyendo una identidad de trabajadoras textiles. Con eso también nos identificamos el día de la mujer. Da la casualidad que en todos los talleres (textiles) del FPDS, somos todas mujeres, entonces, es como que la problemática de genero siempre la metes. E
n un momento, ¿se acuerdan? …en las primeras reuniones del año pasado, empezamos a tratar el tema de las guarderías para los chicos. Y como que siempre es un tema que nos atraviesa. ¡Y esta re-bueno! Porque hay compañeras que están en Lujan y están haciendo lo mismo que nosotras y estamos conectadas luchando por los mismo, como que te fortalece.
El otro día nos juntamos la primera vez con las compañeras de Lujan, ni nos conocíamos pero estábamos hablando el mismo idioma.
Para trabajar ¿se tiene que organizar para sacar una cantidad por día?
Leonor: Si. Tratamos de que nuestras 6hs sean productivas, y cuando hay que sentarse en la maquina y no parar, solo para ir al baño, le damos.
Daniela: Esta bueno, porque lo hemos comprobado que cuando nos ponemos sacamos (producción).
Juliana: Ir ganando oficio. Por ahí la diferencia que hay con empresas recuperadas, por ejemplo con la Alameda: es gente que trabajo toda su vida en taller textil, tiene otra práctica y tiene otra gimnasia.
Si bien tiene practica, lamentablemente negativa, toda una herencia de patrones, de órdenes, de jerarquías. Que es distinto empezar de cero, por mas que había compañeras que tenían una idea, pero empezar a aprender el oficio de cero también nos llevo mucho tiempo. El punto fuerte de este tipo de organización es el compromiso constante con uno y la otra compañera, donde nos contaban…
Leonor: Nosotras cumplimos con nosotras, que es mucho más difícil.
Charo: Te cuesta mas, porque muchas veces se confunde la cuestión de tener libertad de poder elegir con hacer cualquier cosa. Por ahí nosotras que venimos del movimiento (FPDS), y con esta lógica que es del movimiento (FPDS) no nos cuesta tanto, pero tener compañeras que no están tan involucradas con el movimiento (FPDS), que no vienen al movimiento (FPDS), es difícil. Daniela: El tema de la organización, de la disciplina, nosotras por ejemplo: tratamos en las asambleas semanales [...] de poner que días vamos a venir para poder organizar, porque esta bien: no podes venir todos los días pero esta bueno que para todo el conjunto todas sepamos que días vamos a estar todas, entonces, ese día le damos al trabajo mas groso.
Otra cosa que se distribuye es el esfuerzo:
Daniela: Tratamos todas de hacer el mismo esfuerzo, que sea parejo. Nos comentaban que en Noviembre del año pasado comenzaron un taller de costura para adolescentes. Es todos los sábados y están muy contentas, porque las chicas que participan siguen yendo y cada vez se enganchan más. Lili es la que les enseña a coser junto con juliana, además de tratar otros temas relacionado a genero y sexualidad. Seguimos conversando…
¿Alguna vez se les acerco el gremio textil?
Daniela: No. Para los sindicatos lo que es la cooperativa no tiene que estar sindicalizada. Todas las fábricas recuperadas y cooperativas no entran porque para ellos el trabajador que no tiene patrón no lucha por los derechos gremiales. Por eso hay otras lucha que se esta dando en fabricas recuperadas y cooperativas, que están empezando a generar como especies de sindicatos, porque somos trabajadores, nos identificamos con la lucha de los trabajadores. Aunque no tengamos un patrón a quien reclamar, sino los derechos de los trabajadores como todos.
¿Vino alguien que trabaje en un taller clandestino?
Daniela: Tenemos una compañera que trabajo en un taller clandestino, tiene aprehendido el oficio, ¡es una maquinita! Ella no quiere bajo ningún punto de vista volver a ese tipo de trabajo, esto es a veces una apuesta. Nosotras hoy vivimos de esto, pero ganamos muy poco. Ella decía que quería apostar a poder trabajar sin patrón. Porque ella trabajaba en ese lugar y con cama adentro, no podía ver a sus hijos, es muy fuerte.
¿Ustedes pensaron alguna movida desde lo político en La Plata o a nivel regional?
Juliana: Lo que se trato en alguna medida es de denunciar. Lo que pasa es que todavía, mas allá de denunciar, no tenemos la capacidad de absorber el trabajo de compañeras que quieran dejar de trabajar en esas condiciones. ¡Ojala!. Claro que es una apuesta, estaría buenísimo, pero no estamos en condiciones, porque seguramente esas compañeras, aun explotadas como están ganan más que nosotras. O sea, realmente trabajan a destajo, y además, tienen patrones que les consiguen la producción y entonces es complicado.
Daniela: Por ejemplo la Alameda, lo que hace es denunciar un taller textil clandestino, pero en el momento que denuncia, ellos van, cierran el taller, pero absorben a esas trabajadoras. A veces, si vos denuncias, cierran el taller, cuantas mujeres quedan sin trabajo. Esa capacidad de absorber no la tenemos, es muy difícil meterte, es como un terreno medio contradictorio.
El final se lo dejamos a Leonor:
Leonor: ¿Y como pensamos seguir? ¡Pensamos seguir unidas! Si queres comprar, ver la ropa, que te cosan algo en particular, podes acercarte de 10-21hs, al Centro cultural y Social “Olga Vázquez”, en 60 N° 772 e/10 y 11, si queres llamar antes : Tel. 453-4776.
“Compra políticamente correcto”
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