martes, mayo 12, 2009

VILLA GESELL A PURO CINE

El director de cine Leonardo Fabio Calderón está rodando su segunda película en Villa Gesell. Se instaló en nuestra ciudad hace dos años y la compara con el paraíso a la hora de crear. Participó en más de treinta películas desde que comenzó en la industria a los dieciocho años. Calderón sueña con seguir rodando en Villa Gesell.
¿Cómo fueron las dos primeras semanas de rodaje Lucho y Ramos?
Muy bien. Las expectativas que teníamos están siendo superadas, así que es una buena noticia.
Por lo general uno tiende a hacer un trabajo que se parezca a lo que se soñó. En este caso lo estamos llevando a cabo con muchas más comodidades de las esperadas, en lo que hace al equipo, al decorado, y a la participación de los actores. El compromiso que asumieron y la química que ha habido entre Favio Posca, María Fernanda Callejón, Raúl Calandra esta funcionando mas allá de lo deseado.
¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?
Hace aproximadamente cuatro años cuando los productores Mónica Roza y Carlos Piwowarski me acercaron el guión de la película, que lo escribió originalmente Isabel Capello. Me tocó hacer una suerte de consultoría del contenido. Hice un diagnóstico de lo que me parecía el guión, era una linda idea, muy fuerte. Realicé la adaptación a lo que hace a ritmo cinematográfico y a ponerlo en caja para que sea una película ciento por ciento industrial y profesional. A partir de allí surgió la propuesta concreta de que yo la dirigiera.
Los productores son muy contenedores en lo que hace a su labor para con el director, con toda la tranquilidad que eso implica. Nosotros hace quince años que trabajamos juntos. Hemos recorrido todo el país. Pertenecemos, dentro de lo que es nuestras afinidades profesionales, a una familia. Nos conocemos muy bien, en situaciones placenteras y en otras muy limites, no solamente climáticas.
Nos ha tocado afrontar problemas presupuestarios, económicos y financieros en Tucumán, en San Luis, en Formosa o en La Rioja. Por suerte los hemos superado. Todo eso hace que el vínculo se estreche y se consolide.
¿Por qué se esta rodando en Villa Gesell?
Nosotros estamos trabajando en este proyecto hace cuatro años y yo compré mi departamento aquí hace dos. Es decir no estaba pensada para rodarse en Villa Gesell.
¿Tuviste que convencer a los productores? ¿Te llevó mucho esfuerzo o fue fácil hacerlo?
A todo el mundo le parecía una locura que me viniera a vivir a Villa Gesell. Creían que me iba a retirar como los monjes benedictinos. Sobre todo por mi actividad, que se supone que se activa desde una ciudad como Buenos Aires.
Al principio les pareció disociado, una locura, pero en este caso no fue tan difícil convencerlos. Vieron que no era tan insensato y que incluso había unos beneficios impresionantes que los fueron contemplando a partir de que surgió la factibilidad concreta. Es cuestión de ángulos de observación. Esta es una ciudad que esta montada para más gente de la que hay en este momento, en mayo.
Hay muchísimas casas y servicios. Los decorados y la capacidad de trabajo que hay aquí hacen también que sea un lugar ideal para filmar. Este proyecto se ha hecho carne en mí. He recibido un gran apoyo de los geselinos, incluyendo al intendente de la ciudad, el doctor Jorge Rodríguez Erneta, que declaró la película de interés municipal. Me gustaría generar que Villa Gesell sea una ciudad amigable con la producción audiovisual.
¿Cuándo se estrenaría la película?
Una vez que se termine el rodaje tenemos un período de entre dos y tres meses para llegar a la copia final. A partir de allí se puede empezar a hablar de cuándo sería el estreno. De lo que sí estoy seguro es que vamos a hacer una función especialísima en Villa Gesell, que es donde se ha generado la producción real. Calculo que para Noviembre estamos en condiciones de ver la película en Gesell. Para el estreno comercial en todo el país estamos todavía conversando con la distribuidora. Estamos buscando la fecha ideal, las mejores salas y la mayor cantidad posible para que Lucho y Ramos tenga el impacto masivo que esperamos y que se merece. Es una película de corte popular.
¿Por qué te viniste a vivir acá?
En un momento no soporté más la ciudad. Realmente fue eso. Un día volviendo a mi casa -yo vivía en Almagro, Medrano y Rivadavia-, me empecé sentir a disgusto en ese lugar tan ruidoso, tan violentamente caótico. Recordé que en Villa Gesell disfruté de mi primer viaje iniciático cuando tenía catorce años. Me tomé un micro a Villa Gesell. Primero recorrí toda la playa, desde el Pinar hasta el paseo 150. Volví por la Avenida 3. Vi los números de las inmobiliarias y ahí mismo tomé la decisión de vender mi departamento en Buenos Aires y venirme a vivir a Gesell.
¿El único recuerdo que tenías de Villa Gesell era ese viaje iniciático?
En realidad volví muchas veces a Gesell, pero mi recuerdo mas presente no son todas esas sino aquella vez que paré en el Camping del Pinar, en el ´81. Vine con un grupo de amigos y lo recordaba como un lugar paradisíaco.
¿Cómo va tu nueva vida en Villa Gesell?
Acá el tiempo fluye de otra manera. Un día es muy largo por suerte. En cambio en Capital Federal, aunque uno no tenga nada que hacer, es muy corto. Porque la ciudad -tal vez uno es responsable también-, no ayuda a dedicarse a lo que realmente tenés ganas de hacer. Acá es como que la libertad se manifiesta de otro modo. Es más profunda.
Yo he hecho una película por año más o menos desde que empecé a los dieciocho años. Y los períodos en los que uno no filma, en Buenos Aires son muy angustiantes. Acá me importa un bledo, si no hay una película tengo el mar, la playa, el bosque, me tengo a mí escribo.Romina Magnani

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