(La Política OnLine). Las pretensiones salariales de los sindicatos Municipales de la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires suben al mismo ritmo que los precios de la canasta básica. Los gremios exigen subas mayores al 25 por ciento, pero los jefes comunales ofrecen aumentos que no superan el 10 por ciento.
El sueldo mínimo vital y móvil en la actualidad ronda los 1500 pesos, pero esa cifra sigue siendo muy lejana de la que perciben los empleados municipales de diversos distritos de la Tercera Sección Electoral.
Por este motivo, los titulares de los gremios de Avellaneda y Lanús, a pesar de estar enfrentados, coinciden en la necesidad de un aumento de sueldo para los trabajadores cercano al 25 por ciento.
Por un lado, los trabajadores municipales de Avellaneda están representados por Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), que lidera Rubén “Cholito” García, y por otro, los de Lanús están englobados en la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de Argentina (Coema), que reporta al sector del diputado nacional Alfredo Atanasof.
En Lanús, desde el municipio que dirige Darío Díaz Pérez, a Coema sólo le ofrecieron un 6 por ciento de aumento, argumentando que hay un presupuesto muy acotado en la comuna.
En este marco, también los trabajadores locales señalaron que había una "sospechosa presencia policial" cuando comenzaban las reuniones paritarias, pero desde el gremio descartaron que esta intimidación tenga algún tipo de vínculo con el Ejecutivo.
En tanto, en los pasillos de la Intendencia, empleados locales advierten que el secretario general del sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús, Miguel Pedelhez, tiene un "arreglo" con el Ejecutivo que ronda el 12 por ciento de aumento y que las paritarias son una pantalla. Además estiman que esto se debe a que "van a poner a gente del Sindicato en puestos estratégicos en el Departamento Ejecutivo".
Esto mismo ya se había señalado en el momento de la elaboración de las listas de los comicios del 2009. En Lanús eran fuertes los rumores de que la candidatura a concejal de Daniel Picollo era un arreglo entre el gremio y el intendente, y de hecho, en el Concejo Deliberante siguen cuestionando el hecho de que el representante de los trabajadores no asiste al recinto cuando al oficialismo no le conviene que haya quórum.
La situación de Ferraresi
En Avellaneda, en tanto, el reclamo es más importante: exigen una recomposición salarial del 30 por ciento. Pero desde el municipio que dirige Jorge Ferraresi también señalan que esta aspiración no podrá ser satisfecha. Lo cierto es que siempre en las instancias de paritarias, desde el gremio se solicitan aumentos elevados porque saben que desde el Municipio van a ofrecer un monto muy inferior al pretendido.
En el distrito que linda con la Ciudad de Buenos Aires, ya sea realizaron tres reuniones paritarias integradas por referentes de la comuna y del sindicato local. Hasta el momento el monto máximo ofertado por Ferraresi fue del 10 por ciento, que fue descartado de plano por los gremialistas.
En este contexto, desde el gremio que conduce Rubén "Cholito" García señalaron a La Política Online que "no piensan bajar de un piso del 25 por ciento ya que este es el monto impuesto por los gremios privados" y dejaron a entrever que "los intendentes se pudieron de acuerdo en la Federación Argentina de Municipios (FAM) para no otorgar subas mayores al 10 ó 12 por ciento".
"En Avellaneda estamos en un estado permanente de alerta y movilización, además realizamos asambleas en nuestros lugares de trabajo porque sabemos que el dinero está, pero mal direccionado. Nosotros tenemos solventar las causas políticas del distrito, por eso el presupuesto no es suficiente", apuntó con todo una fuente del gremio.
El caso echeverriano
Uno de los municipios más complicados es el de Esteban Echeverría. Desde el sindicato de Trabajadores Municipales indican que la relación entre el gremio y el gobierno que conduce el intendente Fernando Gray, “es cada vez más tensa”, dado que otra vez fracasaron las negociaciones para convenir un incremento salarial.
Los empleados comunales exigen un aumento ya que sus ingresos son inferiores a los de los beneficiarios del plan Argentina Trabaja. El municipio está dentro de los más problemáticos del Conurbano, ya que desde 2008 el gremio municipal comenzó con su reclamo salarial para que el sueldo de los empleados pudiera equipararse con el Mínimo Vital y Móvil que establece el Consejo Nacional de Empleo, pero la Intendencia nunca dio respuesta a este reclamo.
Cabe destacar, que la administración Gray desconoció en varias oportunidades el accionar del sindicato de Trabajadores Municipales y dio por roto el diálogo con este sector para comenzar a pactar con dirigentes provinciales.
El primer episodio de esta estrategia fue en mayo de 2009, cuando Gray acordó con la Asociación de trabajadores del Estado (ATE) un aumento no remunerativo del 15 por ciento para los trabajadores de categoría 1 al 6 y del 10 por ciento en desde la 7 a la 13.
Desde el gremio local cuestionaron este hecho no sólo porque desconoce la relevancia de la dirigencia gremial, sino que también porque fue un aumento de carácter no remunerativo, lo cual genera derechos adquiridos a favor del trabajador dado que otorga aportes al sistema de Seguridad Social. Además, los empleados más calificados también manifestaron su malestar porque los que tenían mayor cargo y antigüedad tuvieron un incremento menor.
A comienzos de 2010, Gray intentó volver a negociar con organismos provinciales y acudió al titular de general Fesimubo, Rubén García, quien cuestionó que se intente pasar por arriba de los dirigentes locales.
La celeridad del intendente para resolver el tema municipal se debía a que en enero los gremialistas difundieron los sueldos de funcionarios locales y los compararon con los de los trabajadores municipales. Esto molestó al oficialismo local, que intentó acudir nuevamente a un ente provincial para resolver este conflicto, pero esta vez no tuvo una respuesta positiva.
Tras fracasar en su intento de lograr un acuerdo con Fesimubo, Gray decidió abrir la paritaria local. De este modo, el jefe comunal pasó de desconocer al sindicato a convocar a una mesa de diálogo y hasta logró que el Concejo Deliberante convalidara una bonificación especial de 150 pesos, no remunerativa y por única vez, en febrero y marzo.
Las expectativas crecieron y sobre todo luego de que Gray llamó a una audiencia para el 25 de febrero en la cual se preveía una respuesta ante el pedido del gremio de un aumento salarial en el sueldo básico de los trabajadores.
No obstante, las esperanzas duraron poco ya que el Ejecutivo reprogramó la reunión argumentando que no tenía resuelto el tema del aumento y esto cayó como un balde de agua fría para los trabajadores. Ya pasó un mes de este último encuentro, por lo cual los trabajadores decidieron realizar una asamblea para decidir los pasos a seguir ante la falta de ofertas de la Intendencia.
Sin embargo, el secretario general del sindicato de Trabajadores Municipales de Esteban Echeverría, Adrián Gouin, reveló que dará un plazo hasta considerable para resolver el aumento salarial que estiman debe rondar el 24 por ciento ya que este fue el monto definido en la provincia de Buenos Aires. Si vencido ese plazo no hay respuesta no descartan la posibilidad de medidas de fuerza.
El sueldo mínimo vital y móvil en la actualidad ronda los 1500 pesos, pero esa cifra sigue siendo muy lejana de la que perciben los empleados municipales de diversos distritos de la Tercera Sección Electoral.
Por este motivo, los titulares de los gremios de Avellaneda y Lanús, a pesar de estar enfrentados, coinciden en la necesidad de un aumento de sueldo para los trabajadores cercano al 25 por ciento.
Por un lado, los trabajadores municipales de Avellaneda están representados por Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), que lidera Rubén “Cholito” García, y por otro, los de Lanús están englobados en la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de Argentina (Coema), que reporta al sector del diputado nacional Alfredo Atanasof.
En Lanús, desde el municipio que dirige Darío Díaz Pérez, a Coema sólo le ofrecieron un 6 por ciento de aumento, argumentando que hay un presupuesto muy acotado en la comuna.
En este marco, también los trabajadores locales señalaron que había una "sospechosa presencia policial" cuando comenzaban las reuniones paritarias, pero desde el gremio descartaron que esta intimidación tenga algún tipo de vínculo con el Ejecutivo.
En tanto, en los pasillos de la Intendencia, empleados locales advierten que el secretario general del sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús, Miguel Pedelhez, tiene un "arreglo" con el Ejecutivo que ronda el 12 por ciento de aumento y que las paritarias son una pantalla. Además estiman que esto se debe a que "van a poner a gente del Sindicato en puestos estratégicos en el Departamento Ejecutivo".
Esto mismo ya se había señalado en el momento de la elaboración de las listas de los comicios del 2009. En Lanús eran fuertes los rumores de que la candidatura a concejal de Daniel Picollo era un arreglo entre el gremio y el intendente, y de hecho, en el Concejo Deliberante siguen cuestionando el hecho de que el representante de los trabajadores no asiste al recinto cuando al oficialismo no le conviene que haya quórum.
La situación de Ferraresi
En Avellaneda, en tanto, el reclamo es más importante: exigen una recomposición salarial del 30 por ciento. Pero desde el municipio que dirige Jorge Ferraresi también señalan que esta aspiración no podrá ser satisfecha. Lo cierto es que siempre en las instancias de paritarias, desde el gremio se solicitan aumentos elevados porque saben que desde el Municipio van a ofrecer un monto muy inferior al pretendido.
En el distrito que linda con la Ciudad de Buenos Aires, ya sea realizaron tres reuniones paritarias integradas por referentes de la comuna y del sindicato local. Hasta el momento el monto máximo ofertado por Ferraresi fue del 10 por ciento, que fue descartado de plano por los gremialistas.
En este contexto, desde el gremio que conduce Rubén "Cholito" García señalaron a La Política Online que "no piensan bajar de un piso del 25 por ciento ya que este es el monto impuesto por los gremios privados" y dejaron a entrever que "los intendentes se pudieron de acuerdo en la Federación Argentina de Municipios (FAM) para no otorgar subas mayores al 10 ó 12 por ciento".
"En Avellaneda estamos en un estado permanente de alerta y movilización, además realizamos asambleas en nuestros lugares de trabajo porque sabemos que el dinero está, pero mal direccionado. Nosotros tenemos solventar las causas políticas del distrito, por eso el presupuesto no es suficiente", apuntó con todo una fuente del gremio.
El caso echeverriano
Uno de los municipios más complicados es el de Esteban Echeverría. Desde el sindicato de Trabajadores Municipales indican que la relación entre el gremio y el gobierno que conduce el intendente Fernando Gray, “es cada vez más tensa”, dado que otra vez fracasaron las negociaciones para convenir un incremento salarial.
Los empleados comunales exigen un aumento ya que sus ingresos son inferiores a los de los beneficiarios del plan Argentina Trabaja. El municipio está dentro de los más problemáticos del Conurbano, ya que desde 2008 el gremio municipal comenzó con su reclamo salarial para que el sueldo de los empleados pudiera equipararse con el Mínimo Vital y Móvil que establece el Consejo Nacional de Empleo, pero la Intendencia nunca dio respuesta a este reclamo.
Cabe destacar, que la administración Gray desconoció en varias oportunidades el accionar del sindicato de Trabajadores Municipales y dio por roto el diálogo con este sector para comenzar a pactar con dirigentes provinciales.
El primer episodio de esta estrategia fue en mayo de 2009, cuando Gray acordó con la Asociación de trabajadores del Estado (ATE) un aumento no remunerativo del 15 por ciento para los trabajadores de categoría 1 al 6 y del 10 por ciento en desde la 7 a la 13.
Desde el gremio local cuestionaron este hecho no sólo porque desconoce la relevancia de la dirigencia gremial, sino que también porque fue un aumento de carácter no remunerativo, lo cual genera derechos adquiridos a favor del trabajador dado que otorga aportes al sistema de Seguridad Social. Además, los empleados más calificados también manifestaron su malestar porque los que tenían mayor cargo y antigüedad tuvieron un incremento menor.
A comienzos de 2010, Gray intentó volver a negociar con organismos provinciales y acudió al titular de general Fesimubo, Rubén García, quien cuestionó que se intente pasar por arriba de los dirigentes locales.
La celeridad del intendente para resolver el tema municipal se debía a que en enero los gremialistas difundieron los sueldos de funcionarios locales y los compararon con los de los trabajadores municipales. Esto molestó al oficialismo local, que intentó acudir nuevamente a un ente provincial para resolver este conflicto, pero esta vez no tuvo una respuesta positiva.
Tras fracasar en su intento de lograr un acuerdo con Fesimubo, Gray decidió abrir la paritaria local. De este modo, el jefe comunal pasó de desconocer al sindicato a convocar a una mesa de diálogo y hasta logró que el Concejo Deliberante convalidara una bonificación especial de 150 pesos, no remunerativa y por única vez, en febrero y marzo.
Las expectativas crecieron y sobre todo luego de que Gray llamó a una audiencia para el 25 de febrero en la cual se preveía una respuesta ante el pedido del gremio de un aumento salarial en el sueldo básico de los trabajadores.
No obstante, las esperanzas duraron poco ya que el Ejecutivo reprogramó la reunión argumentando que no tenía resuelto el tema del aumento y esto cayó como un balde de agua fría para los trabajadores. Ya pasó un mes de este último encuentro, por lo cual los trabajadores decidieron realizar una asamblea para decidir los pasos a seguir ante la falta de ofertas de la Intendencia.
Sin embargo, el secretario general del sindicato de Trabajadores Municipales de Esteban Echeverría, Adrián Gouin, reveló que dará un plazo hasta considerable para resolver el aumento salarial que estiman debe rondar el 24 por ciento ya que este fue el monto definido en la provincia de Buenos Aires. Si vencido ese plazo no hay respuesta no descartan la posibilidad de medidas de fuerza.
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