(La Política OnLine). En un debate organizado por CIPPEC, IDEA Internacional y Fundación RAP, autoridades de la Cámara Electoral, funcionarios del gobierno, especialistas y representantes del oficialismo y la oposición, discutieron sobre el ambicioso nuevo sistema con el que se votará en 2011. Todavía no se sabe cuánto costará implementarlo y tampoco hay un cronograma para su reglamentación. El financiamiento, la equidad y la transparencia: los temas que más preocupan en los distintos poderes.
En un ámbito más descontracturado que el Congreso pero sin dejar de lado las críticas propias de cada símbolo partidario, funcionarios, expertos en la materia y distintos referentes de las fuerzas políticas más importantes, se dieron cita ayer en el Hotel Continental para saldar la deuda del debate por la flamante reforma política.
La reforma electoral propone internas primarias abiertas y simultáneas para todos los cargos electivos nacionales, y eliminar la propaganda paga en radio y TV, entre otras modificaciones.
La jornada de discusión “La reforma electoral: los desafíos de implementación y la agenda pendiente”, fue organizada por CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), IDEA Internacional y Fundación RAP.
En una primera mesa expusieron Santiago Hernán Corcuera, de la Cámara Nacional Electoral; Eduardo Di Rocco, secretario de Asuntos Públicos; y Ana María Mustapic, vicepresidente del Consejo de Administración de CIPPEC y profesora de la Universidad Torcuato Di Tella.
En una segunda instancia, debatieron el secretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina; los diputados nacionales Mónica Fein (Partido Socialista), Jorge Landau (FPV), Adrián Pérez (CC), Federico Pinedo (PRO) y Margarita Stolbizer (GEN).
Felipe Solá (Peronismo Federal) y Ricardo Gil Lavedra (UCR) fueron los grandes ausentes del encuentro. Entre el centenar de asistentes, estuvo en primera fila el diputado Francisco Fortuna y un poco más atrás, también se la vio a Gabriela Michetti.
En un ámbito más descontracturado que el Congreso pero sin dejar de lado las críticas propias de cada símbolo partidario, funcionarios, expertos en la materia y distintos referentes de las fuerzas políticas más importantes, se dieron cita ayer en el Hotel Continental para saldar la deuda del debate por la flamante reforma política.
La reforma electoral propone internas primarias abiertas y simultáneas para todos los cargos electivos nacionales, y eliminar la propaganda paga en radio y TV, entre otras modificaciones.
La jornada de discusión “La reforma electoral: los desafíos de implementación y la agenda pendiente”, fue organizada por CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), IDEA Internacional y Fundación RAP.
En una primera mesa expusieron Santiago Hernán Corcuera, de la Cámara Nacional Electoral; Eduardo Di Rocco, secretario de Asuntos Públicos; y Ana María Mustapic, vicepresidente del Consejo de Administración de CIPPEC y profesora de la Universidad Torcuato Di Tella.
En una segunda instancia, debatieron el secretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina; los diputados nacionales Mónica Fein (Partido Socialista), Jorge Landau (FPV), Adrián Pérez (CC), Federico Pinedo (PRO) y Margarita Stolbizer (GEN).
Felipe Solá (Peronismo Federal) y Ricardo Gil Lavedra (UCR) fueron los grandes ausentes del encuentro. Entre el centenar de asistentes, estuvo en primera fila el diputado Francisco Fortuna y un poco más atrás, también se la vio a Gabriela Michetti.
No existe un cronograma
“Todavía no existe un cronograma para la reglamentación ni se ha previsto el presupuesto para que la Dirección Nacional Electoral pueda afrontar sus nuevas tareas”, reconoció Di Rocco, dejando al descubierto las falencias con las que habrá que lidiar de aquí a las elecciones.
Por su parte, justo después de los dichos del secretario de Asuntos Públicos, Corcuera señaló que “el Poder Legislativo debió haber incorporado un debate presupuestario, era indispensable porque la ley debe ser cumplida, el problema es que la ciudadanía debía tener derecho a elegir y saber cuánto le va a costar este sistema enormemente ambicioso, fundado en el principio de equidad, que es noble; ahora bien, no hemos tenido en claro cuánto nos va a costar ni cómo efectivamente se va a ejecutar”.
“Las elecciones generales van a ser sencillas, si es que logramos superar airosamente la instancia de las primarias", señaló Corcuera.
A su tiempo, Mustapic –de intervención escéptica para con la norma- aseguró que “esta ley crea un campo de juego desnivelado” que favorece a la dirigencia partidaria y da ventajas a quienes ocupan cargos.
“Todavía no existe un cronograma para la reglamentación ni se ha previsto el presupuesto para que la Dirección Nacional Electoral pueda afrontar sus nuevas tareas”, reconoció Di Rocco, dejando al descubierto las falencias con las que habrá que lidiar de aquí a las elecciones.
Por su parte, justo después de los dichos del secretario de Asuntos Públicos, Corcuera señaló que “el Poder Legislativo debió haber incorporado un debate presupuestario, era indispensable porque la ley debe ser cumplida, el problema es que la ciudadanía debía tener derecho a elegir y saber cuánto le va a costar este sistema enormemente ambicioso, fundado en el principio de equidad, que es noble; ahora bien, no hemos tenido en claro cuánto nos va a costar ni cómo efectivamente se va a ejecutar”.
“Las elecciones generales van a ser sencillas, si es que logramos superar airosamente la instancia de las primarias", señaló Corcuera.
A su tiempo, Mustapic –de intervención escéptica para con la norma- aseguró que “esta ley crea un campo de juego desnivelado” que favorece a la dirigencia partidaria y da ventajas a quienes ocupan cargos.
"No hay agenda"
De los representantes del Congreso, Stolbizer fue la primera en hablar en sus diez minutos correspondientes y fue también la que más cargó contra la reforma. “Aceptar el título de esta jornada sería reconocer que hay una agenda pendiente; yo no reconozco una agenda porque tengo críticas muy fuertes a lo que se ha hecho”, sostuvo la líder del GEN.
“Si de algo carece esta ley, es de algún mecanismo que plantee la equidad entre los partidos políticos”, disparó Stolbizer, a la vez que señaló que “muchas veces, los resultados de las elecciones terminan siendo un efecto directamente producido por el nivel de inversión que se ha hecho en la campaña”, poniendo de relieve el tema del financiamiento y poniendo de ejemplo el caso de Francisco de Narváez.
Otro tema que persistió en el tapete fue la discusión sobre la cantidad de partidos políticos. La ley 26.571 acotaría en la competencia a los 600 partidos que hasta el momento pretenden disputarse los cargos. “¿Quién dice cuántos son los partidos que es bueno que existan en un sistema?” consultó la representante del GEN y culpó a los partidos “tradicionales” por la atomización actual. Concluyó su exposición subrayando que “la reforma borra de un plumazo a todos los ciudadanos que se sienten representados por los partidos chicos”.
El reclamo por transparencia
Con menos reparos al nuevo sistema, Pinedo reivindicó la propuesta de la “boleta única o el voto electrónico, que busca terminar con el robo de boletas de la elección anterior. Es un sistema que deberíamos trabajar e implementar en la legislación”.
Pinedo también sumó al debate el tema de la “lista sábana”, haciendo diferencia entre la lista sábana horizontal de la vertical. “Este es el famoso tema de que se elija gente que los electores no tienen idea de quiénes son y después los ven actuar y votar en contra de lo que ellos pensaban o incluso pasarse de partido”, reconoció Pinedo.
En línea con lo expuesto por el PRO, Adrián Pérez se acopló al interés por la implementación de la boleta única y puso especial esmero en que se mejore la transparencia como tópico fundamental de la agenda.
Crítico con el oficialismo, fustigó que la ley fuera “más el traje a medida del gobierno de turno que unas nuevas reglas del juego surgidas de un amplio consenso”. A la vez, lamentó que no estuviera Gil Lavedra y apuntó a que “no existe el radicalismo como gran aparato político” en contraposición con el peronismo.
En un discurso más bien conciliador y moderado, la diputada Fein coincidió con Stolbizer en cuanto al “espíritu proscriptivo” del flamante mecanismo. Resaltó a su vez que “una reforma política no puede hacerse con cálculos electorales y menos con mayorías circunstanciales, debe ser una reforma institucional” a la vez que dijo que “debemos discutir un nuevo rol del estado, seguimos teniendo un estado unido a las políticas neoliberales”.
Frente a las objeciones de la oposición a la nueva norma, Jorge Landau sostuvo a su turno que “vale decir que se podría haber consensuado y enriquecido más, pero también es cierto que si los partidos de la oposición se hubieran involucrado más en esta ley y no hubieran dado a ultimo momento un paso atrás para votarlo en contra, distinta hubiera sido la conformación final del producto”.
De los representantes del Congreso, Stolbizer fue la primera en hablar en sus diez minutos correspondientes y fue también la que más cargó contra la reforma. “Aceptar el título de esta jornada sería reconocer que hay una agenda pendiente; yo no reconozco una agenda porque tengo críticas muy fuertes a lo que se ha hecho”, sostuvo la líder del GEN.
“Si de algo carece esta ley, es de algún mecanismo que plantee la equidad entre los partidos políticos”, disparó Stolbizer, a la vez que señaló que “muchas veces, los resultados de las elecciones terminan siendo un efecto directamente producido por el nivel de inversión que se ha hecho en la campaña”, poniendo de relieve el tema del financiamiento y poniendo de ejemplo el caso de Francisco de Narváez.
Otro tema que persistió en el tapete fue la discusión sobre la cantidad de partidos políticos. La ley 26.571 acotaría en la competencia a los 600 partidos que hasta el momento pretenden disputarse los cargos. “¿Quién dice cuántos son los partidos que es bueno que existan en un sistema?” consultó la representante del GEN y culpó a los partidos “tradicionales” por la atomización actual. Concluyó su exposición subrayando que “la reforma borra de un plumazo a todos los ciudadanos que se sienten representados por los partidos chicos”.
El reclamo por transparencia
Con menos reparos al nuevo sistema, Pinedo reivindicó la propuesta de la “boleta única o el voto electrónico, que busca terminar con el robo de boletas de la elección anterior. Es un sistema que deberíamos trabajar e implementar en la legislación”.
Pinedo también sumó al debate el tema de la “lista sábana”, haciendo diferencia entre la lista sábana horizontal de la vertical. “Este es el famoso tema de que se elija gente que los electores no tienen idea de quiénes son y después los ven actuar y votar en contra de lo que ellos pensaban o incluso pasarse de partido”, reconoció Pinedo.
En línea con lo expuesto por el PRO, Adrián Pérez se acopló al interés por la implementación de la boleta única y puso especial esmero en que se mejore la transparencia como tópico fundamental de la agenda.
Crítico con el oficialismo, fustigó que la ley fuera “más el traje a medida del gobierno de turno que unas nuevas reglas del juego surgidas de un amplio consenso”. A la vez, lamentó que no estuviera Gil Lavedra y apuntó a que “no existe el radicalismo como gran aparato político” en contraposición con el peronismo.
En un discurso más bien conciliador y moderado, la diputada Fein coincidió con Stolbizer en cuanto al “espíritu proscriptivo” del flamante mecanismo. Resaltó a su vez que “una reforma política no puede hacerse con cálculos electorales y menos con mayorías circunstanciales, debe ser una reforma institucional” a la vez que dijo que “debemos discutir un nuevo rol del estado, seguimos teniendo un estado unido a las políticas neoliberales”.
Frente a las objeciones de la oposición a la nueva norma, Jorge Landau sostuvo a su turno que “vale decir que se podría haber consensuado y enriquecido más, pero también es cierto que si los partidos de la oposición se hubieran involucrado más en esta ley y no hubieran dado a ultimo momento un paso atrás para votarlo en contra, distinta hubiera sido la conformación final del producto”.
"Se votará con esta ley"
El último orador fue el oficialista Juan Manuel Abal Medina, que comenzó respondiéndole a Stolbizer al señalar que “si me preguntan si esta ley garantiza la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral, obviamente que no; pero si me preguntan si avanza en ese sentido, digo que obviamente sí”.
“El 99% de la discusión sobre esta ley fue por el financiamiento”, aseguró el secretario de Gestión Pública, destacando la importancia de dicha cuestión y a la vez, “lo más transformador de esta ley, que es este tema sobre la equidad”.
Para defender la participación y la igualdad de oportunidades de los candidatos, sostuvo que “los requisitos para los partidos son los menores del mundo” y citó ejemplos.
Como conclusión, ante una pregunta del público y dadas las incógnitas que planteó la oposición, Abal Medina contestó que “se votará con esta ley en las próximas elecciones. Es un sí rotundo”.
El último orador fue el oficialista Juan Manuel Abal Medina, que comenzó respondiéndole a Stolbizer al señalar que “si me preguntan si esta ley garantiza la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral, obviamente que no; pero si me preguntan si avanza en ese sentido, digo que obviamente sí”.
“El 99% de la discusión sobre esta ley fue por el financiamiento”, aseguró el secretario de Gestión Pública, destacando la importancia de dicha cuestión y a la vez, “lo más transformador de esta ley, que es este tema sobre la equidad”.
Para defender la participación y la igualdad de oportunidades de los candidatos, sostuvo que “los requisitos para los partidos son los menores del mundo” y citó ejemplos.
Como conclusión, ante una pregunta del público y dadas las incógnitas que planteó la oposición, Abal Medina contestó que “se votará con esta ley en las próximas elecciones. Es un sí rotundo”.
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