El ministro de Desarrollo Social bonaerense es la primer baja de importancia del conflicto. Sólo un cambio radical de la situación política podría lograr que se cumpla su sueño de ser el candidato a vicegobernador de Scioli.
Baldomero “Cacho” Alvarez viene trabajando desde antes incluso de su ingreso al gabinete bonaerense un proyecto político muy definido: ser el próximo candidato a vicegobernador del peronismo bonaerense.
Apoyado en su liderazgo excluyente en el municipio de Avellaneda, organizó actos, pintadas, tapizó de carteles avenidas y calles del Conurbano y tejió con paciencia alianzas al interior del peronismo bonaerense, básicamente el que proviene del duhaldismo.
En ese tránsito jugó muy fuerte a Scioli Presidente. Y lo hizo por una razón de manual: sabe que si Scioli busca su reelección, el kirchnerismo pondrá el candidato a vicegobernador o al menos tendrá derecho a veto. Y Cacho Alvarez por su pasado duhaldista y la línea directa que tiene con los antikirchneristas líderes del Senado provincial, Federico Scarabino y Osvaldo Goicochea, es visto en la Casa Rosada como un enemigo político.
De hecho, fue el primer integrante del gabinete de Scioli en criticar públicamente a Sabbatella, lo que fue leído por los sectores más moderados de la Casa Rosada como una torpeza mayúscula. "¿Ustedes creen que mandar a un duhaldista a cuestionar lo de Sabbatella es una buena idea para desactivarlo?", fue el mensaje que llegó a los depsachos de la gobernación bonaerense.
Por eso, Cacho cree que si Scioli sube a disputar la Presidencia y enfrenta a Cristina, crecen sus chances de ser vice o hasta candidato a gobernador.
El inconveniente que se le presentó en las últimas horas es que comenzaron a vislumbrarse señales de repliegue en la embestida sciolista. Sobre todo en el eje Scarabino-Goicochea, sus principales respaldos. Habrá que ver si es un anticipo de lo que hará Scioli o por el contrario, el gobernador lo sorprende con una candidatura presidencial. (La Política OnLine).
Baldomero “Cacho” Alvarez viene trabajando desde antes incluso de su ingreso al gabinete bonaerense un proyecto político muy definido: ser el próximo candidato a vicegobernador del peronismo bonaerense.
Apoyado en su liderazgo excluyente en el municipio de Avellaneda, organizó actos, pintadas, tapizó de carteles avenidas y calles del Conurbano y tejió con paciencia alianzas al interior del peronismo bonaerense, básicamente el que proviene del duhaldismo.
En ese tránsito jugó muy fuerte a Scioli Presidente. Y lo hizo por una razón de manual: sabe que si Scioli busca su reelección, el kirchnerismo pondrá el candidato a vicegobernador o al menos tendrá derecho a veto. Y Cacho Alvarez por su pasado duhaldista y la línea directa que tiene con los antikirchneristas líderes del Senado provincial, Federico Scarabino y Osvaldo Goicochea, es visto en la Casa Rosada como un enemigo político.
De hecho, fue el primer integrante del gabinete de Scioli en criticar públicamente a Sabbatella, lo que fue leído por los sectores más moderados de la Casa Rosada como una torpeza mayúscula. "¿Ustedes creen que mandar a un duhaldista a cuestionar lo de Sabbatella es una buena idea para desactivarlo?", fue el mensaje que llegó a los depsachos de la gobernación bonaerense.
Por eso, Cacho cree que si Scioli sube a disputar la Presidencia y enfrenta a Cristina, crecen sus chances de ser vice o hasta candidato a gobernador.
El inconveniente que se le presentó en las últimas horas es que comenzaron a vislumbrarse señales de repliegue en la embestida sciolista. Sobre todo en el eje Scarabino-Goicochea, sus principales respaldos. Habrá que ver si es un anticipo de lo que hará Scioli o por el contrario, el gobernador lo sorprende con una candidatura presidencial. (La Política OnLine).
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