El ministro de Planificación dedicó buena parte de la semana pasada a cerrar acuerdos millonarios de obras públicas con los intendentes del Conurbano, que amenazan con empujar la candidatura presidencial de Scioli. Tan urgente fue la gestión que los fondos se liberaron con una velocidad desconocida. El rol de Zanini y la interna del gabinete de Cristina.
La división de tareas -¿o interna?- en el gabinete nacional quedo muy clara esta semana. El ministro de Planificación, Julio de Vido, lanzó junto a su par de la cartera de Interior, Florencio Randazzo, un operativo de contención de los intendentes del Conurbano, al borde de la rebelión por la decisión de Cristina Kirchner de habilitar una colectora a Martín Sabbatella.
De Vido empezó a cerrar acuerdos de fondos para obras públicas que venían muy demorados. Y lo más notable para los jefes comunales fue la fluidez con que se instrumentó la cesión de partidas, que en épocas de Néstor Kirchner solía ser más tortuosa.
La movida tiene la urgencia de la necesidad y se disparó luego que trascendiera un hecho real: intendentes como Jesús Cariglino y Hugo Curto, entre varios mas, no ocultaron que propusieron a Scioli que se presente a presidente si finalmente se confirma que Sabbatella tendrá colectora.
Frente a la reacción de Julio de Vido, ahora los intedentes no terminan de entender si la movida es la consecuancia de una feroz interna con Carlos Zanini, el principal ideólogo de la colectora “progresista” de Sabbatella, o por el contrario es una estudiada división de roles que dispuso Cristina.
En ese mundo de ambigüedades aguardan ahora una señal de Scioli, que recién regresado de Italia, deberá demostrar como nunca, si está a la altura de las circunstancias en las que lo ubicó la dinámica implacable del peronismo. (La Política OnLine).
La división de tareas -¿o interna?- en el gabinete nacional quedo muy clara esta semana. El ministro de Planificación, Julio de Vido, lanzó junto a su par de la cartera de Interior, Florencio Randazzo, un operativo de contención de los intendentes del Conurbano, al borde de la rebelión por la decisión de Cristina Kirchner de habilitar una colectora a Martín Sabbatella.
De Vido empezó a cerrar acuerdos de fondos para obras públicas que venían muy demorados. Y lo más notable para los jefes comunales fue la fluidez con que se instrumentó la cesión de partidas, que en épocas de Néstor Kirchner solía ser más tortuosa.
La movida tiene la urgencia de la necesidad y se disparó luego que trascendiera un hecho real: intendentes como Jesús Cariglino y Hugo Curto, entre varios mas, no ocultaron que propusieron a Scioli que se presente a presidente si finalmente se confirma que Sabbatella tendrá colectora.
Frente a la reacción de Julio de Vido, ahora los intedentes no terminan de entender si la movida es la consecuancia de una feroz interna con Carlos Zanini, el principal ideólogo de la colectora “progresista” de Sabbatella, o por el contrario es una estudiada división de roles que dispuso Cristina.
En ese mundo de ambigüedades aguardan ahora una señal de Scioli, que recién regresado de Italia, deberá demostrar como nunca, si está a la altura de las circunstancias en las que lo ubicó la dinámica implacable del peronismo. (La Política OnLine).
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