Así lo demuestra la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que determinó que en 2005 el porcentaje de diabéticos en nuestra sociedad era de 8.4% y en 2009 de 9.6%, es decir creció un 14% en tan solo 4 años. Cambios en el estilo de vida, adecuada medicación y la colaboración de pacientes, son las claves para convivir con la enfermedad.
Ante esta realidad el doctor José Esteban Costa Gil dijo que las cifras “obligan e impulsan a que se busque la manera de estimular la predicción y la prevención de la enfermedad y a mejorar los recursos y las estrategias para que los diabéticos reciban un tratamiento adecuado”.
El ex presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes, recordó que la enfermedad “no suele presentarse sola, ya que la acompañan o acompaña a otras afecciones que hay que asistir con la misma fuerza que se trata a la diabetes”.
En ese sentido, explicó que la mayor parte de los diabéticos de tipo 2 (aquellos que no necesitan insulina al inicio de la afección) tienen sobrepeso o son obesos y muchos se encuentran con alta presión arterial y alteradas las grasas en la sangre (colesterol, triglicéridos) que se conocen como dislipidemias.
Para tratar esta situación compleja, Costa Gil recomienda que los equipos de salud asesoren en medidas básicas sin medicamentos; las que se denominan cambios en el estilo de vida, sumado a un número apropiado de remedios “de gran eficacia, seguridad y tolerancia, a los que se accede en su mayoría con facilidad”, explicó.
Enfatizó que los medicamentos “se suman a los cambios en el estilo de vida, no los substituyen”.
El profesional dio una buena noticia: no se necesita perder mucho peso para que se logre un resultado excelente sobre la diabetes, pues diversos estudios, como el que se realizó en Finlandia (Finnish Diabetes Prevention Study) y otro en Estados Unidos (Diabetes Prevention Program) demostraron que cuidar la alimentación, hacer ejercicio y descender solo un 7% del peso ya es eficaz para que personas que tienen alto riesgo de sufrir diabetes, directamente eviten o retarden la aparición de la enfermedad.
Recordó que en 2008, participó del Congreso Argentino de Diabetes, el doctor Peter Gaede, investigador que presentó su estudio denominado Steno 2, en el que demostró que el tratamiento simultáneo de la diabetes, la hipertensión arterial y las dislipidemias hasta que se logren lo objetivos que se han estipulado, disminuye el riesgo de enfermedad de las arterias y el corazón e incluso que extiende la expectativa de vida en los diabéticos.
Por otro lado, a los cambios en el estilo de vida y a la medicación, se debe agregar la predisposición a adherir al tratamiento por parte de la persona con diabetes. Nadie más importante para lograr buenos resultados, que la propia persona afectada., concluyó el especialista.
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