Por la queja de un estudiante de Derecho austríaco, Facebook será sometida a una auditoría de la Comisión de Protección de Datos de Irlanda. La queja reside en que la web estaría guardando datos de quienes decidieron eliminar sus perfiles. La red social podría ser multada con más de 100.000 euros.
“Cualquier compañía que opera en el mercado europeo o para cualquier producto online que tenga como compradores a consumidores de la Unión Europea (UE) debe cumplir con la reglas de la UE", opinó Viviane Reding, comisionada europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, cuando en marzo de este año la UE decidió incorporar una normativa que prevé el derecho al olvido en Internet.
Esto es, por ejemplo, que cuando el usuario de alguna red social quiere borrar sus datos, fotografías y demás cuestiones accesorias introducidas por él, desde el sitio no pueden conservar la información como ocurría antes en webs como Facebook, My Space y otras.
“Lo que necesitamos es encontrar mecanismos que puedan ocuparse de las excepciones en vez de imponer cosas a los usuarios mayoritarios que se sienten cómodos poniendo información online”, aseguró entonces Richard Allan, el encargado del área de privacidad de Facebook.
Por estos motivos, Facebook podría ser multado por más de 100.000 euros. Es que gracias a las más de 20 quejas que registró un estudiante de Derecho austríaco ante la Comisión de Protección de Datos de Irlanda, el organismo auditará a la red social más famosa del mundo para comprobar sus denuncias de violación de derecho al olvido.
Max Schrems, de 24 años, descubrió que Facebook tenía más de 1.200 páginas con datos personales de él, a pesar de que cuando abandonó la red social decidió borrar esa información.
El estudiante pudo acceder a los datos a través de un pedido a la misma página a quien denunció. De esa forma pudo constatar que todos los datos que él, personalmente, se encargó de borrar, aún permanecían en los anales de la red social.
El trabajo realizado por Facebook en relación al usuario era verdaderamente de inteligencia: había conversaciones, direcciones de mail, fotos, solicitudes. Todos sus movimientos habían sido registrados. La información fue dividida en 57 categorías, en lo que, a las claras, constituye un trabajo digno de una historia de George Orwell.
A partir de su experiencia, el estudiante austríaco hizo un llamado a toda la comunidad que integra la web para que los usuarios sigan su ejemplo, ya que le resulta “aterradora” la cantidad de información que maneja Facebook, y agregó que "la información es poder, y la información acerca de las personas es el poder sobre la gente". (Diario Judicial).
“Cualquier compañía que opera en el mercado europeo o para cualquier producto online que tenga como compradores a consumidores de la Unión Europea (UE) debe cumplir con la reglas de la UE", opinó Viviane Reding, comisionada europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, cuando en marzo de este año la UE decidió incorporar una normativa que prevé el derecho al olvido en Internet.
Esto es, por ejemplo, que cuando el usuario de alguna red social quiere borrar sus datos, fotografías y demás cuestiones accesorias introducidas por él, desde el sitio no pueden conservar la información como ocurría antes en webs como Facebook, My Space y otras.
“Lo que necesitamos es encontrar mecanismos que puedan ocuparse de las excepciones en vez de imponer cosas a los usuarios mayoritarios que se sienten cómodos poniendo información online”, aseguró entonces Richard Allan, el encargado del área de privacidad de Facebook.
Por estos motivos, Facebook podría ser multado por más de 100.000 euros. Es que gracias a las más de 20 quejas que registró un estudiante de Derecho austríaco ante la Comisión de Protección de Datos de Irlanda, el organismo auditará a la red social más famosa del mundo para comprobar sus denuncias de violación de derecho al olvido.
Max Schrems, de 24 años, descubrió que Facebook tenía más de 1.200 páginas con datos personales de él, a pesar de que cuando abandonó la red social decidió borrar esa información.
El estudiante pudo acceder a los datos a través de un pedido a la misma página a quien denunció. De esa forma pudo constatar que todos los datos que él, personalmente, se encargó de borrar, aún permanecían en los anales de la red social.
El trabajo realizado por Facebook en relación al usuario era verdaderamente de inteligencia: había conversaciones, direcciones de mail, fotos, solicitudes. Todos sus movimientos habían sido registrados. La información fue dividida en 57 categorías, en lo que, a las claras, constituye un trabajo digno de una historia de George Orwell.
A partir de su experiencia, el estudiante austríaco hizo un llamado a toda la comunidad que integra la web para que los usuarios sigan su ejemplo, ya que le resulta “aterradora” la cantidad de información que maneja Facebook, y agregó que "la información es poder, y la información acerca de las personas es el poder sobre la gente". (Diario Judicial).
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