La presidenta Cristina Kirchner participó del encuentro anual de la Unión Industrial Argentina afirmando que los políticos deben "respetar a los mercados", indicando a continuación que "los que gobiernan son los que han sido elegidos por el voto popular".
Al hablar en el cierre de la 17 Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante empresarios, sindicalistas y funcionarios estatales, la jefa de Estado reveló que "los políticos vamos a tener que decidir -yo ya he tomado la decisión hace rato- respetar a los mercados, pero los que gobiernan son los que han sido elegidos por el voto popular".
Asistieron también al encuentro los ministros de Economía, Amado Boudou, de Planificación, Julio de Vido, de Industria, Débora Giorgi, y el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
En un extenso discurso, la mandataria argentina planteó la necesidad de entrar en la etapa de la "sintonía fina", defendió la política establecida recientemente por el gobierno en materia de subsidios, y señaló que la distribución de las ganancias debe ser resorte de acuerdo entre empresarios y trabajadores.
En ese contexto, afirmó que en la etapa que se avecina se estudiará la competitividad, en la que hay que analizar inversiones, salarios, inflación, subsidios: "Tenemos que hablar muy en serio" -dijo- "y también sobre utilidades de las empresas".
Añadió que se debe "comenzar a precisar y estudiar a cada uno de los sectores bajo el tema central: la competitividad de la economía argentina, que solamente es sustentable con inclusión social”.
Volvió a insistir en que "es preciso innovar los comportamientos de cada uno de los sectores, los tres sectores: empresarios, trabajadores y el Estado".
Sobre las reinversión de las utilizaciones, la presidenta agregó que hay que saber que “para mantener el modelo hay que seguir reinvirtiendo para ampliar la capacidad productiva".
En esa línea apuntó que "el mercado interno nos permitió sortear la crisis y nos va a permitir tener un potente mercado intrazona en América del Sur, de allí van a venir las soluciones y no de ninguna otra parte”, acotó.
“Estoy dispuesta a abordar todos y cada uno de los problemas, no hay que hablarse por los diarios, cuando uno quiere solucionar un problema tiene que ir hasta la oficina del funcionario; nunca vi que nadie solucionara nada por los diarios, que siempre complican y no revelan ánimo de solución”.
La mandataria se refirió también a la distribución de las ganancias, señalando que "este modelo se ha regido por el acuerdo entre los trabajadores y los empresarios en convenciones laborales y la distribución de las utilidades también la tienen que decidir entre empresarios y trabajadores", ya que "la distribución de las ganancias no la puede imponer el Estado por la fuerza o el parlamento".
Otros oradores
Previo al mensaje de la presidenta, hablaron el embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer; y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, quienes coincidieron este martes en que la integración del campo y la industria permitirá dejar al descubierto la gran potencialidad industrial argentina.
Ferrer también advirtió sobre el riesgo de la “primarización”, por lo que llamó a la “transformación continua del aparato productivo” y destacó que “la ciencia, la tecnología y la industria son factores fundamentales”.
A su turno, Lavagna consideró que “no hay antinomia posible entre campo e industria” porque “el modelo de desarrollo del país tiene que ser único, absolutamente integrado, aprovechando todas las oportunidades que la naturaleza nos ha dado y el ser humano ha creado”.
“Estamos viviendo un momento desafiante a nivel internacional lleno de incertidumbre, de riesgos y posibilidades -prosiguió Lavagna-. Los cambios que se vienen son de tipo estructural, como un corrimiento hacia el este y hacia el sur desde Estados Unidos de los flujos que cambian las relaciones de poder en el mundo”, dijo Lavagna.
El economista consideró, por otra parte, que un programa de desarrollo tiene que tener como puntos fundamentales “que el consumo es el motor del proceso de crecimiento, el aliado de la inversión y de la inversión productiva” y que la combinación de ambos “pondrá dinámica y será un complemento perfecto para las exportaciones. Para mí esa dupla, que se debe ayudar con una reducción de impuestos y con productividad, es la que garantiza el círculo virtuoso para la distribución del ingreso más equitativa”, concluyó el ex ministro.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, llamó por su parte a trabajar en conjunto a empresarios y trabajadores en pos del desarrollo nacional, y dijo que esto es primordial cuando en las economías centrales se aplican "soluciones de ajuste que terminan profundizando las inequidades existentes".
En ese contexto, afirmó que para la Argentina "es en la estratégica conjunción del capital, el trabajo y el Estado, la que permite sustentabilidad a la hora de pensar el desarrollo económico con equidad y justicia social".
Para De Vido, "el Estado debe ser garante del desarrollo, utilizar la planificación como herramienta de fomento y promover el crecimiento y desarrollo con igualdad de oportunidades".
A su turno, el titular de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, sostuvo que "la justicia social hoy es un trabajo digno, un salario digno y una vivienda digna, y por eso tenemos que luchar y vamos seguir luchando los trabajadores".
Dijo también que "el Fondo Monetario ha desparecido y el Banco Mundial, no sé cual es realmente la misión que tiene, pero no tiene mucha trascendencia", y destacó que "hoy se vive una situación distinta”.
Sostuvo también que "si queremos construír un país que nos permita a todos vivir con mayor dignidad, las discusiones entre trabajadores y empresarios hay que darlas y nadie se puede sentir ni ofendido ni creer que estamos en contra de nadie por plantear nuestros reclamos".
Al hablar en el cierre de la 17 Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante empresarios, sindicalistas y funcionarios estatales, la jefa de Estado reveló que "los políticos vamos a tener que decidir -yo ya he tomado la decisión hace rato- respetar a los mercados, pero los que gobiernan son los que han sido elegidos por el voto popular".
Asistieron también al encuentro los ministros de Economía, Amado Boudou, de Planificación, Julio de Vido, de Industria, Débora Giorgi, y el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
En un extenso discurso, la mandataria argentina planteó la necesidad de entrar en la etapa de la "sintonía fina", defendió la política establecida recientemente por el gobierno en materia de subsidios, y señaló que la distribución de las ganancias debe ser resorte de acuerdo entre empresarios y trabajadores.
En ese contexto, afirmó que en la etapa que se avecina se estudiará la competitividad, en la que hay que analizar inversiones, salarios, inflación, subsidios: "Tenemos que hablar muy en serio" -dijo- "y también sobre utilidades de las empresas".
Añadió que se debe "comenzar a precisar y estudiar a cada uno de los sectores bajo el tema central: la competitividad de la economía argentina, que solamente es sustentable con inclusión social”.
Volvió a insistir en que "es preciso innovar los comportamientos de cada uno de los sectores, los tres sectores: empresarios, trabajadores y el Estado".
Sobre las reinversión de las utilizaciones, la presidenta agregó que hay que saber que “para mantener el modelo hay que seguir reinvirtiendo para ampliar la capacidad productiva".
En esa línea apuntó que "el mercado interno nos permitió sortear la crisis y nos va a permitir tener un potente mercado intrazona en América del Sur, de allí van a venir las soluciones y no de ninguna otra parte”, acotó.
“Estoy dispuesta a abordar todos y cada uno de los problemas, no hay que hablarse por los diarios, cuando uno quiere solucionar un problema tiene que ir hasta la oficina del funcionario; nunca vi que nadie solucionara nada por los diarios, que siempre complican y no revelan ánimo de solución”.
La mandataria se refirió también a la distribución de las ganancias, señalando que "este modelo se ha regido por el acuerdo entre los trabajadores y los empresarios en convenciones laborales y la distribución de las utilidades también la tienen que decidir entre empresarios y trabajadores", ya que "la distribución de las ganancias no la puede imponer el Estado por la fuerza o el parlamento".
Otros oradores
Previo al mensaje de la presidenta, hablaron el embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer; y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, quienes coincidieron este martes en que la integración del campo y la industria permitirá dejar al descubierto la gran potencialidad industrial argentina.
Ferrer también advirtió sobre el riesgo de la “primarización”, por lo que llamó a la “transformación continua del aparato productivo” y destacó que “la ciencia, la tecnología y la industria son factores fundamentales”.
A su turno, Lavagna consideró que “no hay antinomia posible entre campo e industria” porque “el modelo de desarrollo del país tiene que ser único, absolutamente integrado, aprovechando todas las oportunidades que la naturaleza nos ha dado y el ser humano ha creado”.
“Estamos viviendo un momento desafiante a nivel internacional lleno de incertidumbre, de riesgos y posibilidades -prosiguió Lavagna-. Los cambios que se vienen son de tipo estructural, como un corrimiento hacia el este y hacia el sur desde Estados Unidos de los flujos que cambian las relaciones de poder en el mundo”, dijo Lavagna.
El economista consideró, por otra parte, que un programa de desarrollo tiene que tener como puntos fundamentales “que el consumo es el motor del proceso de crecimiento, el aliado de la inversión y de la inversión productiva” y que la combinación de ambos “pondrá dinámica y será un complemento perfecto para las exportaciones. Para mí esa dupla, que se debe ayudar con una reducción de impuestos y con productividad, es la que garantiza el círculo virtuoso para la distribución del ingreso más equitativa”, concluyó el ex ministro.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, llamó por su parte a trabajar en conjunto a empresarios y trabajadores en pos del desarrollo nacional, y dijo que esto es primordial cuando en las economías centrales se aplican "soluciones de ajuste que terminan profundizando las inequidades existentes".
En ese contexto, afirmó que para la Argentina "es en la estratégica conjunción del capital, el trabajo y el Estado, la que permite sustentabilidad a la hora de pensar el desarrollo económico con equidad y justicia social".
Para De Vido, "el Estado debe ser garante del desarrollo, utilizar la planificación como herramienta de fomento y promover el crecimiento y desarrollo con igualdad de oportunidades".
A su turno, el titular de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, sostuvo que "la justicia social hoy es un trabajo digno, un salario digno y una vivienda digna, y por eso tenemos que luchar y vamos seguir luchando los trabajadores".
Dijo también que "el Fondo Monetario ha desparecido y el Banco Mundial, no sé cual es realmente la misión que tiene, pero no tiene mucha trascendencia", y destacó que "hoy se vive una situación distinta”.
Sostuvo también que "si queremos construír un país que nos permita a todos vivir con mayor dignidad, las discusiones entre trabajadores y empresarios hay que darlas y nadie se puede sentir ni ofendido ni creer que estamos en contra de nadie por plantear nuestros reclamos".
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