Luego de perder 12 diputados nacionales por su pésimo desempeño en las elecciones del año pasado, Carrió ordenó negociar con el macrismo para colocar a toda la gente que se quedó sin trabajo en los organismos de la Ciudad. Cómo fue el acuerdo con el PRO.
Luego de la desastrosa performance electoral que tuvo el año pasado, la Coalición Cívica pasó de tener 18 diputados nacionales a ostentar sólo 6. Elisa Carrió tuvo que definir entonces qué hacía con unas 80 personas que se quedaron sin trabajo en diciembre.
Antes de dejar de presidir el partido, la chaqueña ordenó que negociaran con el macrismo para ubicar a esa gente como fuera en los organismos e instituciones de la Ciudad de Buenos Aires.
Para lograr ese cometido, instruyó al bloque de la Coalición en la Legislatura porteño para que comenzara a aceitar acuerdos con el PRO en las votaciones de leyes claves para el macrismo, como la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente, el presupuesto y el aumento de la tasa de ABL.
De este modo, los diputados porteños salientes consiguieron puestos para desembarcar con personal que había quedado sin cobijo.
Un ejemplo es Diana Maffía, que votó a favor de la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente pese a la dura resistencia de los gremios porteños. Gracias a ello consigiuió que la Legislatura le creara el cargo de Directora de Formación Judicial en el Consejo de la Magistratura porteño.
Maffia fue nombrada en el Consejo a partir del 16 de enero de este año, percibe $24.540,33 mensuales por ese cargo y ubicó en la misma dirección a su hija Celeste Moretti, que cobra $7.400,45 mensuales. Además logró ubicar a 5 personas y dos de ellas consiguieron la planta permanente en tiempo récord.
Por otro lado, el ex legislador Sergio Abrevaya, fue clave en el avance de la eliminación de las Juntas al presentar un proyecto alternativo que finalmente terminó reemplazando al que había presentado el PRO. Ahora preside el flamante Consejo Económico y Social de la Ciudad, que tendrá un presupuesto de 5 millones de pesos anuales.
En tanto que todo el bloque de la Coalición que hasta el 10 de diciembre integraban 6 legisladores, se unió para empujar la renovación de Paula Oliveto en la Auditoría General.
En el organismo de control del sector público porteño desembarcaron como directores de Obras y Asuntos Institucionales dos de los dirigentes que encabezaron la lista de diputados nacionales de la Coalición en la provincia de Buenos Aires junto a Mario Llambías.
Ellos son Ricardo González Dorfman y Maricel Etchecoin Moro, ex diputada provincial que tuvo que comenzar a trabajar en Capital Federal pese a presidir el partido fundado por Lilita en territorio bonaerense.
En la Auditoría corrieron versiones de que allí también trabajaría el nuevo presidente de la Coalición, Adrián Pérez, que habría cobrado al menos en enero. Pero eso fue desmentido por las autoridades del organismo.
Desde el entorno de Pérez desmintieron que el ex diputado haya sido nombrado en el organismo y señalaron que "Adrián cobra honorarios como secretario general del Partido que paga el propio partido, desde que dejó su banca de diputado".
Todos estos reacomodamientos no alcanzaron para ubicar a toda la gente que quedó sin trabajo en la Coalición, lo que generó los consiguientes enojos de parte del partido tanto con Carrió como Pérez. (La Política OnLine).
Luego de la desastrosa performance electoral que tuvo el año pasado, la Coalición Cívica pasó de tener 18 diputados nacionales a ostentar sólo 6. Elisa Carrió tuvo que definir entonces qué hacía con unas 80 personas que se quedaron sin trabajo en diciembre.
Antes de dejar de presidir el partido, la chaqueña ordenó que negociaran con el macrismo para ubicar a esa gente como fuera en los organismos e instituciones de la Ciudad de Buenos Aires.
Para lograr ese cometido, instruyó al bloque de la Coalición en la Legislatura porteño para que comenzara a aceitar acuerdos con el PRO en las votaciones de leyes claves para el macrismo, como la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente, el presupuesto y el aumento de la tasa de ABL.
De este modo, los diputados porteños salientes consiguieron puestos para desembarcar con personal que había quedado sin cobijo.
Un ejemplo es Diana Maffía, que votó a favor de la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente pese a la dura resistencia de los gremios porteños. Gracias a ello consigiuió que la Legislatura le creara el cargo de Directora de Formación Judicial en el Consejo de la Magistratura porteño.
Maffia fue nombrada en el Consejo a partir del 16 de enero de este año, percibe $24.540,33 mensuales por ese cargo y ubicó en la misma dirección a su hija Celeste Moretti, que cobra $7.400,45 mensuales. Además logró ubicar a 5 personas y dos de ellas consiguieron la planta permanente en tiempo récord.
Por otro lado, el ex legislador Sergio Abrevaya, fue clave en el avance de la eliminación de las Juntas al presentar un proyecto alternativo que finalmente terminó reemplazando al que había presentado el PRO. Ahora preside el flamante Consejo Económico y Social de la Ciudad, que tendrá un presupuesto de 5 millones de pesos anuales.
En tanto que todo el bloque de la Coalición que hasta el 10 de diciembre integraban 6 legisladores, se unió para empujar la renovación de Paula Oliveto en la Auditoría General.
En el organismo de control del sector público porteño desembarcaron como directores de Obras y Asuntos Institucionales dos de los dirigentes que encabezaron la lista de diputados nacionales de la Coalición en la provincia de Buenos Aires junto a Mario Llambías.
Ellos son Ricardo González Dorfman y Maricel Etchecoin Moro, ex diputada provincial que tuvo que comenzar a trabajar en Capital Federal pese a presidir el partido fundado por Lilita en territorio bonaerense.
En la Auditoría corrieron versiones de que allí también trabajaría el nuevo presidente de la Coalición, Adrián Pérez, que habría cobrado al menos en enero. Pero eso fue desmentido por las autoridades del organismo.
Desde el entorno de Pérez desmintieron que el ex diputado haya sido nombrado en el organismo y señalaron que "Adrián cobra honorarios como secretario general del Partido que paga el propio partido, desde que dejó su banca de diputado".
Todos estos reacomodamientos no alcanzaron para ubicar a toda la gente que quedó sin trabajo en la Coalición, lo que generó los consiguientes enojos de parte del partido tanto con Carrió como Pérez. (La Política OnLine).
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