Pañuelos en el aire, aplausos, gritos de alegría y lágrimas de emoción fueron algunos de los sentimientos que se expresaron en los alrededores de la plaza del barrio de Guadalupe cuando pasaba la imagen del Señor de Mailín. Cientos de personas se concentraron en la cercanía de la Iglesia para poder ver y peregrinar detrás de la imagen.
La fiesta en conmemoración al Señor de los Milagros de Mailín tiene como sede principal en la provincia de Santiago del Estero. Pero hace 36 años también se festeja en la localidad de Villa de Mayo, partido de Malvinas Argentinas. Todos estos años se acercaron miles de personas para pedir o agradecer al Señor de Mailín. “Yo vengo todos los años y siempre le pido al Señor por la salud de mi familia”, manifestó un vecino de la zona que caminaba hacia la Iglesia. Susana, en cambio, era la primera vez que venía a estos festejos y emocionada comentó que “yo soy de la capital de Santiago, el año pasado fui hasta Mailín para pedirle al Señor por trabajo y ahora estoy en Buenos Aires trabajando y me enteré que acá también se conmemora su día, así que me acerqué para agradecerle”.
Desde varios días pero principalmente el fin de semana, sobre la calle Malabia se fueron construyendo los puestos de ventas para ir armando una feria. Allí se vendían varios artículos de fe, productos artesanos o de otra índole. Pero lo que no faltó fue la comida regional, en especial alimentos típicos de Santiago del Estero. “Aquí se vende comida BIEN santiagueña”, estaba escrito en un cartel ubicado en una casa.
El domingo fue el día del gran festejo. A pesar de la mañana nublada, desde temprano, las personas se fueron acercando hacia la Iglesia para poder tocar o sólo mirar la cruz de Cristo de Mailín y desde allí pedir o agradecer. Mientras tanto, en el centro de la plaza comenzaban a sonar desde el escenario principal las primeras chacareras. Esta jornada además de caracterizarse por ser una muestra de fe, también fue un encuentro para una gran parte de la comunidad santiagueña que vive en la provincia de Buenos Aires.
Así durante todo el día los fieles y no fieles participaron a su manera de los festejos. Hasta que a las 17 horas, se hicieron presentes los músicos de la escuela militar Sargento Cabral. En aquel instante, la imagen del Señor de Mailín y de la virgen de Sumampa fueron sacados de la iglesia. Fue en ese momento, cuando las personas levantaron y comenzaron a mover sus pañuelos como señal de saludo aquellas imágenes.
Desde la puerta de la institución eclesiástica se empezó la procesión. Las personas caminaron detrás de las imágenes por las calles de Malabia, Ureña, Rawson y San Pedro hasta volver a su punto de partida.
Como símbolo de despedida, en el mini escenario ubicado en frente de la Iglesia los sacerdotes invitaron a subir al músico Segundo Arce para que con su violín toque algunas chacareras para homenajear al Señor de los Milagros de Mailín. Para que luego, las imágenes volvieran a entrar ala Iglesia y así, esperar hasta el año que viene a que todos sus fieles vuelvan a festejar en su honor.
* Autora del blog Solo soy una estudiante. (Agencia Malviticias).
La fiesta en conmemoración al Señor de los Milagros de Mailín tiene como sede principal en la provincia de Santiago del Estero. Pero hace 36 años también se festeja en la localidad de Villa de Mayo, partido de Malvinas Argentinas. Todos estos años se acercaron miles de personas para pedir o agradecer al Señor de Mailín. “Yo vengo todos los años y siempre le pido al Señor por la salud de mi familia”, manifestó un vecino de la zona que caminaba hacia la Iglesia. Susana, en cambio, era la primera vez que venía a estos festejos y emocionada comentó que “yo soy de la capital de Santiago, el año pasado fui hasta Mailín para pedirle al Señor por trabajo y ahora estoy en Buenos Aires trabajando y me enteré que acá también se conmemora su día, así que me acerqué para agradecerle”.
Desde varios días pero principalmente el fin de semana, sobre la calle Malabia se fueron construyendo los puestos de ventas para ir armando una feria. Allí se vendían varios artículos de fe, productos artesanos o de otra índole. Pero lo que no faltó fue la comida regional, en especial alimentos típicos de Santiago del Estero. “Aquí se vende comida BIEN santiagueña”, estaba escrito en un cartel ubicado en una casa.
El domingo fue el día del gran festejo. A pesar de la mañana nublada, desde temprano, las personas se fueron acercando hacia la Iglesia para poder tocar o sólo mirar la cruz de Cristo de Mailín y desde allí pedir o agradecer. Mientras tanto, en el centro de la plaza comenzaban a sonar desde el escenario principal las primeras chacareras. Esta jornada además de caracterizarse por ser una muestra de fe, también fue un encuentro para una gran parte de la comunidad santiagueña que vive en la provincia de Buenos Aires.
Así durante todo el día los fieles y no fieles participaron a su manera de los festejos. Hasta que a las 17 horas, se hicieron presentes los músicos de la escuela militar Sargento Cabral. En aquel instante, la imagen del Señor de Mailín y de la virgen de Sumampa fueron sacados de la iglesia. Fue en ese momento, cuando las personas levantaron y comenzaron a mover sus pañuelos como señal de saludo aquellas imágenes.
Desde la puerta de la institución eclesiástica se empezó la procesión. Las personas caminaron detrás de las imágenes por las calles de Malabia, Ureña, Rawson y San Pedro hasta volver a su punto de partida.
Como símbolo de despedida, en el mini escenario ubicado en frente de la Iglesia los sacerdotes invitaron a subir al músico Segundo Arce para que con su violín toque algunas chacareras para homenajear al Señor de los Milagros de Mailín. Para que luego, las imágenes volvieran a entrar ala Iglesia y así, esperar hasta el año que viene a que todos sus fieles vuelvan a festejar en su honor.
* Autora del blog Solo soy una estudiante. (Agencia Malviticias).
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