La reproducción no es sólo un tema de mujeres: los hombres también deben ocuparse. Es bastante común la infertilidad masculina y afecta hasta un 40% de las parejas que no pueden tener hijos. Cada vez más hombres acuden con su pareja a los centros de reproducción asistida concientes de que el problema para tener hijos puede residir en él.
La infertilidad masculina ha sido motivo de estudio de varios grupos de investigación del grupo IVI a lo largo de los últimos 20 años.
Algunos de los resultados obtenidos es que a partir de los 35-39 años comienza a decaer la fertilidad masculina, aunque la mayoría de la gente cree que los hombres son fértiles toda su vida, sin importar su edad.
"Lo que ocurre es una infertilidad devenida, son hombres que en su juventud fueron fértiles, sin problemas para concebir", explicó Fernando Neuspiller Director del IVI Buenos Aires.
"La edad aumenta la incidencia de fragmentación de ADN y disminuye la cantidad de semen que se produce", añadió el especialista.
Otras de las causas más frecuentes de infertilidad masculina son los problemas en los espermatozoides, como el bajo recuento o la falta de movilidad; las anomalías genéticas; y los factores externos, como los malos hábitos alimenticios: fumar, consumir alcohol, drogas y estrés. Además, entre los efectos del tabaco se encuentran el aumento de la oxidación en el ADN espermático, el incremento del grado de fragmentación del ADN del espermatozoide y la disminución de la concentración espermática tras exposición prenatal.
A diferencia de los ovocitos en la mujer los espermatozoides humanos conservan su capacidad fecundante durante toda su vida. Pero con la edad se produce una disminución de ciertos parámetros en la calidad seminal.
A partir de los 35-39 años la fecundidad masculina disminuye entre un 21% y 23%. Además, comienzan a intervenir distintos factores adicionales como la disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales, el aumento de la disfunción eréctil y los factores sociales.
Los estilos de vida sedentarios y el descenso en la actividad física se encuentran en el origen de por qué la obesidad está alcanzando proporciones epidémicas en las sociedades occidentales. El interés en estas tasas crecientes demuestra los efectos nocivos de esta condición sobre la salud en general y sobre la función reproductiva en particular.
Para ser padre, un hombre también debe mirar su reloj biológico y cuidarse porque sus hábitos de vida influyen en la calidad, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
Algunos consejos de IVI para los futuros padres:
* Practicar ejercicio regularmente para mantener un buen estado de salud, mantener un peso corporal sano y saludable, no fumar, evitar las drogas y el alcohol, entre otras cosas, son algunas de las actividades que los hombres pueden realizar para retrasar o disminuir los riesgos de infertilidad.
* La calidad y la cantidad de espermatozoides también están en función de los días de abstinencia sexual. La abstinencia sexual recomendable para ser padre está en torno a los 2 a 7 días. Pero si la calidad del esperma está disminuida en la movilidad y en la morfología, la probabilidad de que algún espermatozoide llegue al óvulo es menor. Si la calidad del esperma es tan baja que no se puede conseguir un embarazo natural, siempre existen tratamientos de fertilidad para la pareja como la inseminación artificial, que necesita un número mínimo de espermatozoides, hasta tratamientos más especializados como la fecundación in-vitro o la microinyección, técnica que puede lograr concretar un embarazo con un sólo espermatozoide.
* Es muy importante que si el hombre sospecha estar padeciendo insuficiencia hormonal, desórdenes o trastornos espermáticos o testiculares consulte de manera inmediata con un médico para poder obtener el asesoramiento adecuado de un especialista en fertilidad y encontrar la solución o tratamiento ideal para cada caso en particular.
* Mantener una vida y un cuerpo saludable y algunos tratamientos pueden colaborar. Pero el paso del tiempo corre por igual para todos. Por eso, la Clínica IVI recomienda el congelamiento de semen puede ser un buen antídoto contra la edad.
La infertilidad masculina ha sido motivo de estudio de varios grupos de investigación del grupo IVI a lo largo de los últimos 20 años.
Algunos de los resultados obtenidos es que a partir de los 35-39 años comienza a decaer la fertilidad masculina, aunque la mayoría de la gente cree que los hombres son fértiles toda su vida, sin importar su edad.
"Lo que ocurre es una infertilidad devenida, son hombres que en su juventud fueron fértiles, sin problemas para concebir", explicó Fernando Neuspiller Director del IVI Buenos Aires.
"La edad aumenta la incidencia de fragmentación de ADN y disminuye la cantidad de semen que se produce", añadió el especialista.
Otras de las causas más frecuentes de infertilidad masculina son los problemas en los espermatozoides, como el bajo recuento o la falta de movilidad; las anomalías genéticas; y los factores externos, como los malos hábitos alimenticios: fumar, consumir alcohol, drogas y estrés. Además, entre los efectos del tabaco se encuentran el aumento de la oxidación en el ADN espermático, el incremento del grado de fragmentación del ADN del espermatozoide y la disminución de la concentración espermática tras exposición prenatal.
A diferencia de los ovocitos en la mujer los espermatozoides humanos conservan su capacidad fecundante durante toda su vida. Pero con la edad se produce una disminución de ciertos parámetros en la calidad seminal.
A partir de los 35-39 años la fecundidad masculina disminuye entre un 21% y 23%. Además, comienzan a intervenir distintos factores adicionales como la disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales, el aumento de la disfunción eréctil y los factores sociales.
Los estilos de vida sedentarios y el descenso en la actividad física se encuentran en el origen de por qué la obesidad está alcanzando proporciones epidémicas en las sociedades occidentales. El interés en estas tasas crecientes demuestra los efectos nocivos de esta condición sobre la salud en general y sobre la función reproductiva en particular.
Para ser padre, un hombre también debe mirar su reloj biológico y cuidarse porque sus hábitos de vida influyen en la calidad, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
Algunos consejos de IVI para los futuros padres:
* Practicar ejercicio regularmente para mantener un buen estado de salud, mantener un peso corporal sano y saludable, no fumar, evitar las drogas y el alcohol, entre otras cosas, son algunas de las actividades que los hombres pueden realizar para retrasar o disminuir los riesgos de infertilidad.
* La calidad y la cantidad de espermatozoides también están en función de los días de abstinencia sexual. La abstinencia sexual recomendable para ser padre está en torno a los 2 a 7 días. Pero si la calidad del esperma está disminuida en la movilidad y en la morfología, la probabilidad de que algún espermatozoide llegue al óvulo es menor. Si la calidad del esperma es tan baja que no se puede conseguir un embarazo natural, siempre existen tratamientos de fertilidad para la pareja como la inseminación artificial, que necesita un número mínimo de espermatozoides, hasta tratamientos más especializados como la fecundación in-vitro o la microinyección, técnica que puede lograr concretar un embarazo con un sólo espermatozoide.
* Es muy importante que si el hombre sospecha estar padeciendo insuficiencia hormonal, desórdenes o trastornos espermáticos o testiculares consulte de manera inmediata con un médico para poder obtener el asesoramiento adecuado de un especialista en fertilidad y encontrar la solución o tratamiento ideal para cada caso en particular.
* Mantener una vida y un cuerpo saludable y algunos tratamientos pueden colaborar. Pero el paso del tiempo corre por igual para todos. Por eso, la Clínica IVI recomienda el congelamiento de semen puede ser un buen antídoto contra la edad.
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