La fachada del Palacio Legislativo se convirtió en un pizarrón para los manifestantes. Unas 50 personas están trabajando durante enero para arreglar los hechos de barbarie y acondicionar al parlamento porteño, que volverá a sesionar el 27 de febrero.
Las pintadas en la fachada de la Legislatura porteña ya se convirtieron en un clásico de las numerosas protestas que tienen su epicentro en el Palacio de calle Perú.
Las marchas de los docentes, de los puesteros de Constitución, los artesanos y manteros de calle Florida, las marchas de la izquierda, de los hinchas de San Lorenzo, Huracán, Ferro y San Telmo, entre otras tantas, se plasmaron en grafitis con aerosol con insultos destinados a la clase política y en especial al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
Los hechos de barbarie se acumularon durante las últimas sesiones del año pasado, cuando se efectivizó el acuerdo del PRO y el kirchnerismo, y la fachada de la Legislatura sobre calle Perú quedó prácticamente cubierta por aerosol.
Unas 50 personas del área de servicios generales a cargo de Roberto Vila están trabajando durante enero con la supervisión de Cristian Ritondo para acondicionar la fachada antes que los legisladores vuelvan de sus vacaciones.
Es que ya hay una sesión extraordinaria pautada para el 27 de febrero, durante la semana anterior a la apertura del período ordinario de sesiones. El temario de la sesión por el momento se circunscribe solamente a la aprobación de unos 55 nombramientos de jueces y fiscales de la Ciudad. Luego, el primero de marzo, Mauricio Macri debe presidir el acto de apertura.
Según informaron a La Política Online desde la Legislatura, sólo el gasto en pintura y alquiler de equipos superó en 2012 los 500 mil pesos, sin contar las horas de trabajo del personal de la casa, que trabajó horas extras incluso durante los fines de semana. (La Política OnLine).
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