Así lo afirma el Dr. Carlos Silva, Jefe de Oncología del Hospital Británico, quien desmitifica de este modo uno de los principales prejuicios asociados a la enfermedad: su incurabilidad.
El lunes 4 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer, cuya temática este año estará vinculada a los mitos que circulan sobre esta enfermedad. Bajo el lema “Cáncer, ¿Sabías que…?”, la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) lanzó su campaña 2013, cuyo objetivo todos los años es concientizar y educar acerca de esta patología que afecta a una de cada cuatro personas.
El doctor Carlos Silva, jefe de Oncología del Hospital Británico, advierte que uno de las primeros prejuicios que se asocian a la enfermedad es la incurabilidad.
“Sin embargo, la mitad de los pacientes con diagnóstico de cáncer va a curarse, entendiendo por esto la desaparición de la enfermedad luego de un tratamiento específico instituido sin necesidad de volver a tratarse una vez concluido el mismo“, explicó. Otro concepto erróneo es el de rápido desenlace cuando el cáncer es incurable.
“Sin embargo”, aclara el Dr. Silva, “el 68% de los pacientes está vivo cinco años después del diagnóstico, lo cual revela que de aquella mitad que no se cura, un tercio convivirá con su enfermedad durante muchos años”.
El oncólogo señala que esta posibilidad de convivir con la enfermedad no es un hecho menor, ya que “el rápido avance en la investigación ha llevado a la aparición de nuevas terapias que prolongan más la vida, e incluso aportarán a la curación de más pacientes a corto plazo”. También debe combatirse el mito del cáncer como una enfermedad necesariamente dolorosa. “No en todos los casos hay dolor, y si está presente, un adecuado manejo del mismo al alcance de las actuales herramientas farmacológicas o intervencionistas, pueden ejercer un efectivo control preservando la calidad de vida del paciente”.
La posibilidad de heredar el cáncer es otra preocupación frecuente, que disipa el Dr. Silva: “En este caso, cabe señalar que el cáncer no se hereda. Si bien es una enfermedad genética en el sentido de errores en la replicación del ADN, sólo el 5% de los cánceres implican formas hereditarias y lo que se hereda es la predisposición, no la enfermedad”.
En consecuencia, al identificación de grupos de riesgo sirve para aumentar el control sobre los mismos previniendo conductas de exposición a agentes que puedan inducir mutaciones que lleven al cáncer. La idea precedente conduce a revisar el concepto de prevención, la más importante y postergada de las medidas en la lucha contra cualquier enfermedad.
Recordando el concepto que “una sociedad sana no es la que más se cura sino la que menos se enferma”, la prevención primaria debe llevar a evitar las conductas perniciosas en términos de exposición a agentes carcinógenos (tabaco, radiación ultravioleta, otras formas de radiación, dietas excesivas en grasas, emanaciones de hidrocarburos) o fomentar medidas saludables (dietas ricas en fibras, ejercicio físico).
La prevención secundaria debe llevar a un hábito de control médico para la detección precoz de la enfermedad (a través del examen mamario/mamografía, PAP/colposcopía, tacto rectal, colonoscopía) “teniendo en cuenta que cuando más temprano se detecta un tumor, mayor es la probabilidad de la curación o control de la enfermedad”, afirma el Jefe de Oncología del Hospital Británico.
La investigación es otro de los pilares fundamentales en la lucha contra el cáncer que debe recordarse en esta fecha. Al respecto, el Dr. Carlos Silva informa que “los avances en el conocimiento de la biología molecular de esta enfermedad han permitido el desarrollo de nuevas moléculas que tienen un presente relevante en la lucha contra el cáncer y auguran un futuro aún más auspicioso a corto plazo con mayor especificidad contra el blanco terapéutico y disminuyendo la toxicidad o cambiándola por otra de manejo más sencillo”. Convivir con la enfermedad y su tratamiento implica continuar en la medida de lo posible con la vida habitual. “La información sobre el cáncer debe movernos a ocuparnos en igual o mayor grado que a preocuparnos. Con el diagnóstico de cáncer no hay que desesperarse, sino enfrentarlo como una de las tantas contingencias que pueden ocurrir en nuestra vida”, sugiere el Dr. Silva. (Asteriscos TV).
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