El presidente de Boca y el apoderado del PRO, los dos socios de Macri en el mundo judicial, ya pelean por cubrir la vacante que dejará Germán Garavano el año que viene. Los nombres que suenan para acordar con los K en los otros dos estamentos del Ministerio Público porteño.
Los dos máximos operadores de Mauricio Macri en el mundo judicial porteño ya se sacan chispas por el Ministerio Público porteño, que renovará sus autoridades en marzo de 2014.
Los nuevos mandatos serán aprobados por la Legislatura este año, por lo que ya comenzaron las disputas entre el presidente de Boca, Daniel “El Tano” Angelici y el apoderado del PRO, José Torello, que quieren controlar la Fiscalía General que dejará Germán Garavano.
Garavano está emparentado a la Fundación Unidos por la Justicia, cercana en su momento a Francisco de Narváez, y tiene muy buenos vínculos con Torello. No tiene buena relación con Angelici y tampoco con el presidente del Consejo de la Magistratura, Juan Manuel Olmos, una de las espadas principales del kirchnerismo en el ámbito judicial porteño.
Pese a esto último, Garavano, con el aval de Torello, propuso a dos personas para encaminar su sucesión. Uno es el fiscal Agustín Gamboa, que trabaja bajo su mandato. El otro es el consejero de la Magistratura Santiago Otamendi, emparentado al Colegio de Montevideo.
Pero en el mundillo judicial estiman que es difícil que Garavano pueda imponer su voluntad. Es que el jefe de los fiscales inicialmente se había alineado con la política judicial del PRO, pero luego adquirió aspiraciones de autonomía que le recortarían las posibilidades de forzar su sucesión.
El factor Tano
La presión de Angelici le quita aún más terreno a Torello y Garavano. El presidente de Boca, que es visto como el ministro de Justicia de Macri entre las sombras, perdió en los dos últimos movimientos grandes en el Poder Judicial porteño.
Primero resignó un cargo clave como el de Procurador General, que controlaba por medio de Ciudad Ramiro Monner Sanz, que fue forzado a renunciar. Su lugar fue ocupado por un hombre de Torello, el actual procurador Julio Conte Grand.
Y a fines del año pasado, Angelici volvió a perder luego de que Mauricio Macri enviara el pliego de la jueza Inés Weinberg de Roca, a quien conoció en el gimnasio, para cubrir la vacante que dejó Julio Maier en 2009 en el Tribunal Superior de Justicia. Para ese cargo, El Tano proponía al camarista Esteban Centanaro.
Es por eso que Angelici no le va a dejar el camino libre a Torello para retener la Fiscalía y también tiene a dos candidatos para reemplazar a Garavano. Uno es, tal como anticipó LPO, el legislador Martín Ocampo, la principal espada del Tano en la Legislatura que siempre suena para ocupar cargos en el ámbito judicial de la Ciudad.
El otro es el fiscal Martín Lapadú, que adquirió notoriedad cuando Angelici fue acusado en 2010 de operar para sacar a Juan Román Riquelme del equipo que ahora preside.
El resto del Ministerio Público
Las otras dos cabezas del Ministerio Público son la Defensoría General de la Ciudad y la Asesoría General Tutelar.
El acuerdo entre el PRO y el kirchnerismo –fundamental para llegar a los 40 votos que precisa en la Legislatura cada pliego del Ministerio Público– se mantendrá en la Defensoría. Allí, el kirchnerista Mario Kestelboim será reemplazado por otro kirchnerista. El nombre que suena con más fuerza es el del camarista Horacio Corti, que fue presidente del Consejo de la Magistratura.
En la Asesoría General Tutelar, que hoy está en manos de la radical Laura Musa, se repetiría el mismo esquema. El nombre que circula por estas horas es el de la asesora adjunta, María de los Ángeles Burundarena, una radical de buen diálogo con el PRO.
Como pudo saber LPO, el macrismo especula con enviar el pliego de Weinberg de Roca para el Tribunal Superior al recinto junto a los pliegos del Ministerio Público, para que formen parte del mismo paquete. Pero en algunos sectores estiman que el pliego de la jueza que eligió Macri podría ser tratado durante el primer semestre y el resto cerca de fin de año. (La Política OnLine).
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