La charla con Carlos Blando comenzó algunos minutos más tarde de lo pautado. El delegado de Tres Arroyos de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), que hace casi un año reemplazó al histórico César Loray, tiene una agenda bastante cargada y repleta de viajes. "Es fuerte el trabajo que estamos haciendo desde el gremio para hacerles entender a los empresarios el momento que estamos viviendo", dice.
- ¿Cómo definirías el momento que vive el obrero de la construcción?
- Complicado. Desde hace un año y medio que venimos con un déficit muy importante de trabajo a nivel nacional, y Tres Arroyos está incluido en ese panorama. Acá hemos tenido un pérdida de uno 500 puestos de trabajo. Teníamos muchos compañeros que estaban haciendo trabajos en casas, arreglos, ampliaciones, y que tenían su círculo armado y se habían hecho un lugarcito en la ciudad. Pero cuando las cosas se empezaron a complicar, todo ese tipo de obras bajaron, ya no se hacen muchas casas ni tantos arreglos.
- ¿Cómo hacés para estimar el número de trabajadores que están sin empleo?
- Porque empezaron a venir a anotarse a la bolsa de trabajo de la UOCRA. Hemos comprobado que ha crecido mucho el número, pero no solamente han venido trabajadores relacionados con la construcción, también vinieron de otros gremios. Han venido a buscar trabajo hasta chicos de la semilla. Obviamente eso tiene que ver con que cuando te quedás sin laburo tenés que buscar un escape por algún lado.
- ¿Cuántos anotados hay en la bolsa de trabajo?
- Son alrededor de 600 personas, lo controlamos todos los días. Te repito que notamos que hay muchos de otros rubros, se ofrecen de ayudantes, nos dicen, "dame algo, necesito laburar". Hoy vienen a anotarse entre 20 y 30 personas por día.
- ¿Y qué pasó a nivel país?
- En este año y pico a nivel nacional perdimos 80.000 puestos de trabajo. En los últimos tres o cuatro meses recuperamos unos 10.000. Pero nos quedan 70.000 afuera todavía. Es gente que estaba trabajando y que al terminar la obra en la que estaban no volvieron a conseguir. Lo que pasa también es que te dicen que ya van a arrancar nuevas obras, que van a necesitar 20 trabajadores, y en realidad después son cinco, y te dicen que no les pueden dar horas extras. Y después pasa que no llega la plata... Entonces si bien figura que tienen cinco personas trabajando, la verdad es que están parados y sin cobrar. Pero te suben el índice de empleo, cuando en la realidad no es así. Eso pasa en muchos lados. El parate se ha hecho general. Porque antes había alguna zona que tenía más obras, pero ahora se siente en todos lados.
- ¿Les bajó la cantidad de afiliados en Tres Arroyos?
- La cantidad de afiliados que teníamos en relación dependencia bajó un 40%, por lo menos. Los que estaban trabajando en blanco, que son los que trabajaban en obras que se empezaron a cerrar. Se van las obras que estaban en marcha y esa gente que va quedando desocupada, haciendo edificios por ejemplo. No está la rueda, no siguen trabajando, entonces vienen a la bolsa.
- ¿Y qué pasa con la obra pública?
- La obra pública gracias a Dios nos está sosteniendo. En el Polideportivo hicimos un ingreso de 30 personas, que hoy es mucho para una ciudad como ésta. La empresa que tiene la obra se portó muy bien, vino directamente a buscar a la bolsa de trabajo de Tres Arroyos, eso es para destacar porque muchas veces vienen con gente de afuera.
- Ante una situación como la que vive la actividad hoy, ¿cuál es el aporte que puede hacer el gremio?
- El trabajo fuerte que estamos haciendo hoy es tratar de que la mano de obra sea de acá. Respetamos algunas casos que se contrate de afuera porque hay puestos que acá no hay, como un armador oficial, un oficial carpintero... Los que hay están ocupados. En el puente Roca, por ejemplo, tuvimos que acelerar a unos chicos que estaban aprendiendo porque no teníamos mano de obra más calificada. Ese es otro punto en el que estamos trabajando, en la capacitación.
- ¿De qué manera?
- Vamos a realizar tres cursos para capacitar a la gente. Uno será de durlock, otro de electricidad y otro de plomería. Los daremos en el transcurso del año, y la organización es con la fundación UOCRA. Son cursos de 176 horas que serán dados por gente capacitada. Lo que más necesitamos, que hay empresas que nos van a ayudar, es para hacer la parte práctica.
- ¿Como es la relación con las empresarios?
- Con los empresarios desde que hemos llegado tenemos buena respuesta. Cuando vinimos teníamos casi 300 afiliados que estaban en relación de dependencia y 700 monotributistas. Hoy tenemos casi 600 afiliados y muy pocos monotributistas. Porque los empresarios empezaron a entendernos y a entender la circunstancia de los compañeros, que tienen que trabajar en blanco, tener sus aportes jubilatorios, sus vacaciones, su aguinaldo, su obra social. Y los empresarios nos están acompañando bastante. Las empresas nos ayudan mucho con sus premios, tratan de dar horas extras. Es es un trabajo conjunto del gremio con las empresas.
- ¿Hay mujeres en la actividad?
- Sí, y es algo que nos da mucho orgullo. Gracias al apoyo que tenemos de la UOCRA seccional, podemos darle la posibilidad a mujeres que estén en el rubro de la construcción. La mujer es muy detallista, entonces hay tareas para las que son ideales. Es más, cuando arranquen los cursos van a empezar a hacerlos siete mujeres. Ellas vinieron a pedir trabajo pero para limpiar, nosotros les dijimos que no teníamos una empresa de limpieza, y las invitamos a sumarse al gremio ayudando en algunas tareas, y se engancharon. Por ejemplo, hicieron los últimos detalles de la obra del hospital. (la Voz del Pueblo).
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