miércoles, abril 19, 2006

INAUGURARON LAS OBRAS DE RESTAURACION EN EL TEATRO FUNKE Y EL PORTICO DEL CEMENTERIO DE LAPRIDA

LAPRIDA, Abril 19, (PUNTO CERO) El Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires completó la refacción de dos joyas de la arquitectura patrimonial bonaerense: el teatro Funke, de Tornquist, una de las salas más importantes del interior de la Provincia y el monumental portal de entrada del cementerio de Laprida, obra del arquitecto Francisco Salamone. Las obras, que fueron inauguradas ayer lunes, forman parte de una iniciativa para recuperar 114 construcciones de alto valor histórico, artístico, cultural y social en todo el territorio bonaerense, 88 de las cuales ya están terminadas.
De los actos de inauguración, que se realizaron en las dos ciudades, participó el presidente del Instituto Cultural, Alberto Hernández, que destacó "la singular importancia de las obras que estamos inaugurando para el patrimonio cultural y la identidad de los bonaerenses". En ese sentido, Hernández explicó que las tareas de rescate del patrimonio no se agotan en el aspecto puramente material: "son una manera de asegurar los derechos culturales a todos los habitantes de la provincia, un tipo de derecho, además, tan importante como los derechos civiles".
Los actos en Laprida y Tornquist se transformaron en eventos de especial importancia para las dos comunidades, que esperaban desde hace tiempo volver a contar con el Teatro y el Pórtico en todo su esplendor, ya que, además de su importancia como marcas de identidad locales, ambos edificios forman parte del atractivo turístico de las dos ciudades. Junto al público y las autoridades del Instituto estuvieron presentes los jefes comunales: en Laprida lo hizo la intendenta Susana Iglesias y en Tornquist Marcelo Buschi.
Los trabajos en Tornquist y Laprida están incluidos en el Programa de Preservación de Obras Públicas de Ingeniería y Arquitectura, una iniciativa para restaurar edificios de gran valor cultural, histórico y social, que el Instituto implementa en forma asociada, desde julio de 2004, con el Ministerio de Infraestructura bonaerense. Es un programa regulado por el decreto 132, firmado por el gobernador Felipe Solá en 2004, por el que hasta ahora se repararon 88 edificios –sobre un total previsto de 114, en 100 municipios-, mientras que otros 23 estarán listos en los próximos meses.
El programa puso a la provincia de Buenos Aires a la vanguardia en materia de política patrimonial, ya que en el momento de ser implementado ningún otro estado argentino había incluido este tipo de iniciativa en la agenda de gestión. La metodología también es novedosa: se trata de un modelo asociado y descentralizado que reúne los esfuerzos del Estado provincial y los municipios. Así, las comunas se encargan de la implementación directa de los trabajos, en tanto que el Instituto realiza las tareas de supervisión.
Dos obras clave
Inaugurado en 1922, el Teatro Funke es una elegante construcción de dos plantas, con fachada italianizante y una sala en clásica forma de herradura, con palcos perimetrales y amplios camarines. Centro de la vida cultural de la ciudad, el Teatro sufrió a lo largo de su historia el destino de muchas instituciones de su tipo en el interior provincial: durante muchos años funcionó como un cine y hasta debió permanecer cerrado algunas temporadas. La última remodelación integral que había recibido la Sala data de 1978.
Para revertir esa situación, el Municipio de Tornquist recibió 100.000 pesos a través del Programa de Preservación de Obras Públicas, que se usaron para reparar de modo integral de los revoques interiores y exteriores del Teatro Funke, la restauración de las molduras y cielorrasos, la reposición del piso de madera, la reparación integral de la fachada y su iluminación, y para pintar muros y carpinterías del Teatro. Además de los fondos movilizados a través del Programa, el Instituto aportó otros 65 mil pesos de la Comisión de Ornamentación y Artes Plásticas bonaerense, que se usaron para construir rampas de acceso para discapacitados, poner a nuevo los telones, cortinados y bambalinas, y para calefaccionar el Teatro.
Por su parte, la municipalidad de Laprida recibió 70 mil pesos para restaurar el monumental portal de ingreso al Cementerio local, obra de Francisco Salamone, el arquitecto que, durante la gobernación de Manuel Fresco, sembró la provincia de algunos de sus edificios más importantes: palacios municipales, mataderos y portadas de cementerios que destacan por su perfil futurista y sus grandes dimensiones. Son obras absolutamente reconocibles, que ya forman parte –del paisaje bonaerense y son parte de su atractivo turístico.
El portal del Cementerio de Laprida, inaugurado en 1936, fue diseñado de acuerdo a una composición que responde a una simetría axial reforzada en el centro, mediante el vestíbulo de planta circular. Esta simetría se repite en la imagen de la fachada principal, caracterizada por sus componentes expresionistas como el cono central que apunta hacia la cruz y dos conos laterales. La cruz se recorta sobre un plano con rajas, que junto con los plegados, refuerzan la verticalidad de la construcción, de más de 30 metros de altura. Esta joya arquitectónica está rematada por una escultura del Cristo, que los bonaerenses le deben al escultor Santiago Chierico.Pese a su inestimable valor, el conjunto arquitectónico presentaba un importante grado de deterioro, certificado por los especialistas en patrimonio del Instituto. Para volver a darle su esplendor original, fue necesario reparar la estructura de hormigón armado y el tanque de agua, sallar fisuras y grietas y tratar la humedad que lo invadía, restaurar todo el revoque exterior y restaurar integralmente la escultura del Cristo. (PUNTO CERO).

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