MERCEDES, Julio 27, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) Las declaraciones del juez Héctor Echave publicadas la semana pasada y la anterior información vertida sobre la denuncia por contaminación que realizó la Fiscalía Federal han movilizado a los vecinos de distintos barrios lindantes quienes han decidido reunirse el próximo sábado 29 a las 15 en las puertas de ese establecimiento con el fin de decidir las medidas a tomar que tiendan a lograr un resarcimiento de la comunidad.
Entre las propuestas que podrían ser llevadas adelante por los mismos se destaca, y tiene más consenso, la que contemplaría solicitarle al municipio que inicie acciones civiles por daños a la comunidad e invertir el dinero obtenido en la construcción y funcionamiento de un Centro Oncológico para prevención y tratamiento de todo tipo de tumores, localizado en el predio de avenida 40 entre 37 y 39.
Para este fin, se estaría redactando una petición que se elevaría al HCD, que tienda a establecer las normas necesarias para llevar adelante el establecimiento especializado de salud, contemplando además la posibilidad de radicar en el predio, la iniciativa que en su momento tuviera la aprobación de ese cuerpo legislativo y la asignación de partidas presupuestarias municipales para llevarlo a cabo: el laboratorio de medicamentos genéricos.
Los vecinos pretenden que a esta convocatoria se sumen todos los ciudadanos, pero muy especialmente los ex empleados de la firma textil, y se descontaba el apoyo de diferentes organizaciones políticas, sindicales y sociales así como de algunas O.N.G.s.
Entre los puntos del orden del día de la reunión del próximo sábado, se menciona el pedido que se hace a todo aquel que pudiera aportar datos acerca de enfermedades y fallecimientos atribuibles al irresponsable accionar de Hisisa-Ducilo-DuPont y otras empresas, los que se sumarían al relevamiento realizado hace dos años por la Asamblea Popular de Mercedes que indicaban una marca mayor al 90 por ciento de casos de decesos por enfermedad cancerígena en el barrio cercano a la fábrica mencionada.
Los comentarios indican que se requeriría de un buen asesoramiento jurídico y decisiones legales que permitan que los juicios individuales que esta reunión de vecinos propiciará, sean canalizados en una misma causa a la que se deberían sumar las ya existentes.
También se considerará en esa reunión la necesidad de exigir la adecuada protección de denunciantes y testigos, algunos de los cuales han recibido amenazas; y en ese sentido se buscaría la forma de colaborar con las autoridades encargadas de la seguridad de los mismos.
En los barrios, ya habría gran expectativa por los alcances y decisiones de la asamblea de vecinos que se juntarán frente a la ya mítica "puerta 2 de DuPont" el próximo fin de semana; mientras a última hora se evaluaba la posibilidad de formar "brigadas escolares" para completar el relevamiento mencionado, imitando lo ya realizado en este mismo tema por estudiantes secundarios de la ciudad.
Cava en DuPont
En la semana que pasó vecinos a la empresa denunciaron que existió un importante trabajo en el predio retirando tierra del sector cercano a las vías del FF. CC. Belgrano produciendo una cava que -según algunos vecinos- llegó a las napas.
Un vecino ante la justicia
Movimientos extraños dentro de la planta
La semana última Raúl Obdulio Bottini, domiciliado en calle 40 y 39, se presentó ante la Justicia Federal por decisión propia a informar que desde hacía varios días en la planta industrial Dupont se realizaban movimientos inusitados con ingreso de camiones que extraían tierra en distintos sectores y que salían con rumbo desconocido. Para Bottini lo llamativo fue notar que tratan de ocultar la carga, ya la tierra que transportan no sobresalía de la caja. La comprobación -aseguró Bottini- sólo se puede constatar si se mira desde una altura superior como él que lo observó desde la terraza de su casa.
Bottini, recordó que de chico desde la fábrica se desagotaba Dowter, en la zanja de calle 39 y 40, donde él iba a cazar ranas. El líquido despedía vapor y el padre lo alertaba de que no fuera al lugar, que no respirara cerca. Sin embrago, él recorría el zanjón hasta el río, y cuando el líquido se mezclaba con el cauce veía que los peces comenzaban a flotar, moribundos. "Yo seguía el curso porque sabía que llegaba eso al río, y los pescaditos se morían. Quedaban todos con la pancita para arriba. Enseguida se morían".
Bottini también dijo que desde siempre se quejaron por los vapores de las chimeneas y que sólo lograron que las levanten, lo que trajo aparejado que los quejosos fueran de las zonas más alejadas. Y aseguró que desde la fábrica inducían al personal que vivía cerca de la fábrica a no quejarse, para no poner en riesgo la fuente laboral.
El vecino contó que su padre "murió de corazón, pero tenía una mancha de amianto en el pulmón" y que su tío, "Horacio Bottini, que murió en un accidente, también tenía amianto en la sangre. Además Gallo, de aquí a la vuelta, también murió con amianto en la sangre". (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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