LUJAN, Marzo 24, (PUNTO CERO-El Civismo) Inspectores municipales intentaron verificar si en un campo había una pista de motocross pero fueron amenazados con un arma por el propietario del lugar.
La Justicia ordenó un allanamiento y la Policía encontró municiones y arma de guerra de distintos calibres.
En otro procedimiento, fue detenido un joven acusado de robar no menos de 5 viviendas en Open Door.
El miércoles 12, a las 10, tres inspectores municipales que ingresaron a un campo a raíz de una denuncia por ruidos molestos, fueron amenazados con un arma por el dueño del lugar. Tras haber efectuado la denuncia de lo sucedido, la Justicia ordenó un allanamiento logrando hallar la Policía un verdadero arsenal compuesto en su mayoría por armamento de diferentes calibres como así también varias cajas de municiones. Para el Código Penal se tratan de “armas de guerra”.
De acuerdo a información suministrada por la Policía, los inspectores entraron a la estancia “El Estribo” ubicada en el camino a Manzanares con el objetivo de certificar si en este lugar existe una pista para la práctica de motocross, tal como denunciaron en la Municipalidad vecinos de la zona.
A unos 200 metros de la tranquera, y ya en el interior de la propiedad privada, al móvil que transportaba a los inspectores se le apareció un auto con un hombre al volante y una mujer como acompañante instando a los trabajadores municipales a que se retiren del lugar.
Uno de los inspectores intentó explicar el motivo de la visita, pero el hombre descendió del vehículo con un arma -aparentemente de 40 milímetros- dando por concluida toda posibilidad de diálogo.
Los empleados municipales denunciaron en el Puesto de Vigilancia el hecho dando lugar a una causa por “amenazas calificadas”. Las actuaciones recayeron en la Dra. Cordiviola a cargo de la UFI Nro. 15 quien solicitó el allanamiento.
La orden se hizo efectiva este martes y arrojó el hallazgo de un verdadero arsenal. Además de varias cajas de municiones de grueso calibre, la Policía secuestró una escopeta 12/70, una carabina 22, un fusil, tres pistolas calibres 40, 22 y una réplica 9 milímetros respectivamente.
La Justicia ordenó un allanamiento y la Policía encontró municiones y arma de guerra de distintos calibres.
En otro procedimiento, fue detenido un joven acusado de robar no menos de 5 viviendas en Open Door.
El miércoles 12, a las 10, tres inspectores municipales que ingresaron a un campo a raíz de una denuncia por ruidos molestos, fueron amenazados con un arma por el dueño del lugar. Tras haber efectuado la denuncia de lo sucedido, la Justicia ordenó un allanamiento logrando hallar la Policía un verdadero arsenal compuesto en su mayoría por armamento de diferentes calibres como así también varias cajas de municiones. Para el Código Penal se tratan de “armas de guerra”.
De acuerdo a información suministrada por la Policía, los inspectores entraron a la estancia “El Estribo” ubicada en el camino a Manzanares con el objetivo de certificar si en este lugar existe una pista para la práctica de motocross, tal como denunciaron en la Municipalidad vecinos de la zona.
A unos 200 metros de la tranquera, y ya en el interior de la propiedad privada, al móvil que transportaba a los inspectores se le apareció un auto con un hombre al volante y una mujer como acompañante instando a los trabajadores municipales a que se retiren del lugar.
Uno de los inspectores intentó explicar el motivo de la visita, pero el hombre descendió del vehículo con un arma -aparentemente de 40 milímetros- dando por concluida toda posibilidad de diálogo.
Los empleados municipales denunciaron en el Puesto de Vigilancia el hecho dando lugar a una causa por “amenazas calificadas”. Las actuaciones recayeron en la Dra. Cordiviola a cargo de la UFI Nro. 15 quien solicitó el allanamiento.
La orden se hizo efectiva este martes y arrojó el hallazgo de un verdadero arsenal. Además de varias cajas de municiones de grueso calibre, la Policía secuestró una escopeta 12/70, una carabina 22, un fusil, tres pistolas calibres 40, 22 y una réplica 9 milímetros respectivamente.
El dueño del campo se llama Marcelo Carou, quedó imputado por “amenazas calificadas” y en caso de no poder probar la tenencia legítima de las armas podría ser detenido. (PUNTO CERO-El Civismo).
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