MERCEDES, Marzo 24, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) La semana pasada se informó sobre la existencia de soja en el terreno donde se va a construir la cárcel federal: 213 hectáreas más precisamente.
Si bien la noticia no tuvo demasiada repercusión a nivel local, varios medios foráneos y algunos porteños se interesaron por el tema.
Más allá de la explicación oficial sobre el denunciante original (ver aparte), lo cierto es que se oficializó la existencia de la operación. En realidad, quienes cultivan esa tierra no están violentando ninguna ley ya que si bien lo tiene como propietario al estado nacional, este no tiene ningún privilegio a la hora de que sus tierras puedan ser ocupadas al estar en desuso.
Se sabe que –desde el Ministerio de Justicia- se gestionó un interdicto de posesión para que las tierras sean devueltas a su legítimo dueño: el estado nacional.
Hasta el día viernes ni en la justicia, ni en la fiscalía federal habían tomado cartas en el asunto y aguardaban órdenes de la procu-ración federal.
Empresario
En torno a la identidad de quienes explotaban esos campos se tejieron mil hipótesis y ninguna de ellas pudo ser efectivamente contrastada porque –como se dijo- no existe ningún contrato que vincule al estado con esas personas.Se habla de que existiría una autorización verbal por un hombre vinculado a la justicia y también de que existiría un visto bueno de altas esferas gubernamentales. Lo cierto es que nadie parece querer decir qué sabe.
Otro más
Esta semana se pudo confirmar que un sector importante de la ex Colonia de Olivera (Capitán Sarmiento) que tiene cerca de 600 hectáreas también sería utilizada no solo para sembrar soja, sino que un sector se destinaría a la alimentación de ganado y otro tendría una importante cantidad de colmenas. Todas estas actividades tampoco tendrían autorización oficial, y se sindicaría a un reconocido banquero como el propietario de tales emprendimientos.
En este caso trascendió que tiempo atrás se habría realizado una denuncia, pero la misma no está registrada en ningún archivo ni de la justicia federal, ni de la ordinaria.
De nadie
El problema con ambos terrenos es que pertenecen al dominio del estado federal y sólo él puede disponer de los mismos. En razón de ello, el margen de maniobra del estado comunal es muy poco. Solo puede –si se anoticia- realizar la denuncia para que se investigue.
El caso de la colonia Capitán Sarmiento es bastante peculiar, porque desde hace varios años desde la comuna se busca la concreción de algún convenio que le otorgue, al menos, la tenencia del predio. Pero desde minoridad siempre se oponen obstáculos.
La presencia de sembradíos ‘clandestinos’ en medio de una medida de fuerza histórica del sector agropecuario ha dejado boquiabiertos a más de un medio periodístico foráneo.
La cárcel
Si bien la noticia no tuvo demasiada repercusión a nivel local, varios medios foráneos y algunos porteños se interesaron por el tema.
Más allá de la explicación oficial sobre el denunciante original (ver aparte), lo cierto es que se oficializó la existencia de la operación. En realidad, quienes cultivan esa tierra no están violentando ninguna ley ya que si bien lo tiene como propietario al estado nacional, este no tiene ningún privilegio a la hora de que sus tierras puedan ser ocupadas al estar en desuso.
Se sabe que –desde el Ministerio de Justicia- se gestionó un interdicto de posesión para que las tierras sean devueltas a su legítimo dueño: el estado nacional.
Hasta el día viernes ni en la justicia, ni en la fiscalía federal habían tomado cartas en el asunto y aguardaban órdenes de la procu-ración federal.
Empresario
En torno a la identidad de quienes explotaban esos campos se tejieron mil hipótesis y ninguna de ellas pudo ser efectivamente contrastada porque –como se dijo- no existe ningún contrato que vincule al estado con esas personas.Se habla de que existiría una autorización verbal por un hombre vinculado a la justicia y también de que existiría un visto bueno de altas esferas gubernamentales. Lo cierto es que nadie parece querer decir qué sabe.
Otro más
Esta semana se pudo confirmar que un sector importante de la ex Colonia de Olivera (Capitán Sarmiento) que tiene cerca de 600 hectáreas también sería utilizada no solo para sembrar soja, sino que un sector se destinaría a la alimentación de ganado y otro tendría una importante cantidad de colmenas. Todas estas actividades tampoco tendrían autorización oficial, y se sindicaría a un reconocido banquero como el propietario de tales emprendimientos.
En este caso trascendió que tiempo atrás se habría realizado una denuncia, pero la misma no está registrada en ningún archivo ni de la justicia federal, ni de la ordinaria.
De nadie
El problema con ambos terrenos es que pertenecen al dominio del estado federal y sólo él puede disponer de los mismos. En razón de ello, el margen de maniobra del estado comunal es muy poco. Solo puede –si se anoticia- realizar la denuncia para que se investigue.
El caso de la colonia Capitán Sarmiento es bastante peculiar, porque desde hace varios años desde la comuna se busca la concreción de algún convenio que le otorgue, al menos, la tenencia del predio. Pero desde minoridad siempre se oponen obstáculos.
La presencia de sembradíos ‘clandestinos’ en medio de una medida de fuerza histórica del sector agropecuario ha dejado boquiabiertos a más de un medio periodístico foráneo.
La cárcel
En torno a esta situación, algunos ediles opositores quieren presentar un pedido de informes para saber cuál es la situación de la construcción de la cárcel federal ante la presencia de esta sembradío y qué medidas tomará el gobierno nacional con el resto de las tierras que posee en esta distrito y que –al estar ociosas- son utilizadas con fines de lucro por particulares. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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