SAN VICENTE, Abril 07, (PUNTO CERO-Inforegión) En las periferias de la ciudad aún hay zonas donde falta el suministro eléctrico como consecuencia del desastre provocado por el feroz huracán que azotó el lugar el viernes 21 de marzo. En el centro el servicio ya está restablecido hace semanas, sin embargo, la gran cantidad de postes caídos y el robo de cables dejó sin luz a los barrios más alejados y el campo.
El terrible temporal que azotó la región el viernes 21 de marzo aún hace resonar sus ecos por un San Vicente que, a más de quince días de la catástrofe, sigue a oscuras en muchas zonas de la periferia.
En el centro el suministro eléctrico se restableció enseguida y apenas cuatro días después estaban repuestos los postes caídos y los cables cortados. Sin embargo, en algunos barrios humildes de la periferia y -sobre todo- en el campo la situación no fue igual y todavía carecen del servicio.
Desde el Municipio explicaron que eso se debe a que aún no fueron repuestos los palos y el cableado, los cuales en algunos casos “fueron arrasados por el huracán” y en otros “robados” por oportunistas.
Según expuso días atrás el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Vergara, “la situación se irá normalizando de a poco porque se debe hacer primero un exhaustivo control de todo el lugar”.
“Desde Edesur nos explicaron que no pueden mandar electricidad sin controlar cada uno de los palos. Un error allí podría generar algún tipo de accidente y terminar con alguien electrocutado”, comentó el edil justicialista en diálogo con Info Región.
La tormenta dejó como saldo dos muertos, 400 evacuados y provocó daños económicos por unos 2.000.000 de pesos. Además, destrozó un centenar de viviendas, arrancó techos en otras y arruinó plantaciones frutihortícolas completas.
En su recorrida por la zona afectada, horas después del temporal, este medio pudo comprobar que mientras el grueso de los habitantes del partido trabajaba en la reconstrucción, un pequeño grupo recorría la zona sacando provecho de la catástrofe: robándose las chapas voladas y los cables caídos.
Sobre esta cuestión Daniel Rodríguez, un boy scout de la Parroquia San Vicente Ferreira que colaboró con los bomberos y Defensa Civil, reconoció que “en pequeña escala esa nefasta conducta se vio”.
“En general la gente ayudó a los demás, aunque como siempre hubo algunos que se aprovecharon de la triste situación e intentaron sacar provecho”, comentó el joven.
El terrible temporal que azotó la región el viernes 21 de marzo aún hace resonar sus ecos por un San Vicente que, a más de quince días de la catástrofe, sigue a oscuras en muchas zonas de la periferia.
En el centro el suministro eléctrico se restableció enseguida y apenas cuatro días después estaban repuestos los postes caídos y los cables cortados. Sin embargo, en algunos barrios humildes de la periferia y -sobre todo- en el campo la situación no fue igual y todavía carecen del servicio.
Desde el Municipio explicaron que eso se debe a que aún no fueron repuestos los palos y el cableado, los cuales en algunos casos “fueron arrasados por el huracán” y en otros “robados” por oportunistas.
Según expuso días atrás el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Vergara, “la situación se irá normalizando de a poco porque se debe hacer primero un exhaustivo control de todo el lugar”.
“Desde Edesur nos explicaron que no pueden mandar electricidad sin controlar cada uno de los palos. Un error allí podría generar algún tipo de accidente y terminar con alguien electrocutado”, comentó el edil justicialista en diálogo con Info Región.
La tormenta dejó como saldo dos muertos, 400 evacuados y provocó daños económicos por unos 2.000.000 de pesos. Además, destrozó un centenar de viviendas, arrancó techos en otras y arruinó plantaciones frutihortícolas completas.
En su recorrida por la zona afectada, horas después del temporal, este medio pudo comprobar que mientras el grueso de los habitantes del partido trabajaba en la reconstrucción, un pequeño grupo recorría la zona sacando provecho de la catástrofe: robándose las chapas voladas y los cables caídos.
Sobre esta cuestión Daniel Rodríguez, un boy scout de la Parroquia San Vicente Ferreira que colaboró con los bomberos y Defensa Civil, reconoció que “en pequeña escala esa nefasta conducta se vio”.
“En general la gente ayudó a los demás, aunque como siempre hubo algunos que se aprovecharon de la triste situación e intentaron sacar provecho”, comentó el joven.
Actualmente, cuadrillas de empleados de Edesur y el Palacio comunal trabajan en el lugar para recomponer la red de cableado y normalizar el servicio. Mientras, los que aún esperan que se haga la luz, festejaron ayer un nuevo aniversario de San Vicente. A oscuras, pero con la esperanza de que algún día todo vuelva a ser lo que fue. (PUNTO CERO-Inforegión).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario