SAN MARTIN, Octubre 03, (PUNTO CERO) Realiza reimplantes de dedos, manos, brazos y piernas. Opera gratuitamente a niños y adultos con excelentes resultados. El último registro anual en la provincia indica que 1231 personas sufrieron amputaciones.
Sufrir un accidente por sí solo aparece como un hecho altamente traumático y más aún si trae aparejado lesiones, como la amputación de algún miembro del cuerpo. La desesperación y el no saber qué hacer suelen ser denominadores comunes de quienes son partícipes directos del accidente.
La provincia de Buenos Aires cuenta con un centro de referencia nacional en reimplantes y microcirugías: el Hospital “Eva Perón” de San Martín. Con el doctor Héctor Lanza a la cabeza y un grupo de cirujanos de primer nivel secundándolo, ese centro ha realizado en el último tiempo 128 reimplantes de todo tipo: dedos, manos, pies y antebrazos, entre los más frecuentes.
“Es vital para poder hacer un reimplante el mantenimiento del miembro seccionado. Para eso se debe envolver la parte amputada con una gasa húmeda y colocarla en una bolsa plástica o en un frasco limpio y cerrarlo. Luego colocar todo en una caja de telgopor con hielo y rotularlo con nombre y hora del accidente”, detalló Lanza el procedimiento y agregó que “al paciente suele bastar con asistirlo con un vendaje compresivo y, en ocasiones, realizársele un torniquete en la zona afectada para evitar el exceso de sangrado”.
“Las operaciones de reimplante se ven dificultadas cuando el segmento amputado lleva más de seis horas a temperatura ambiente. En tanto, cuando el miembro se mantiene conservado en frío el período entre el accidente y la operación puede alcanzar hasta doce horas”, manifestó el profesional, quien aclaró que "tampoco puede efectuarse la operación cuando el paciente corre riesgo de vida o cuando la pieza está muy lesionada, ya sea por aplastamiento o por padecer un corte discontinuo en su lesión”.
Los accidentes de trabajo y de tránsito predominan, aunque las lesiones por tareas en el hogar ocupan un lugar importante. Los hombres son lo que más experimentan este tipo de contratiempos y las edades de los accidentados oscilan entre los 4 y los 50 años.
Del total de reimplantes que lleva realizados el hospital “Eva Perón” de San Martín, 35 corresponden a dedos de la mano, 18 de brazo, 8 de antebrazo, 24 de mano, 5 de miembros inferiores y 38 de colgajo libre. Estas operaciones, por lo general tienen una duración no menor a seis horas y no mayor a 15, todo depende del miembro a reimplantar.
Un caso testigo de la labor de estos profesionales es la operación a la que fue sometido Gabriel Benitez en 2001. Con 17 años sufrió la amputación de sus dos pies producto de un accidente sufrido arriba de un camión. Gabriel, junto con otros compañeros, estaba levantando árboles en la localidad de Ezeiza tras un temporal que azotó la ciudad. En medio de esa tarea una linga de acero se enredó en sus pies y al cortarse la misma produjo un efecto “latigazo” que desembocó en la amputación de sus pies.
Hoy, el joven Benitez camina, anda en bicicleta y goza de una vida absolutamente normal, según contó él mismo al equipo de médicos que lo operó luego de una visita de rutina al Hospital, hace dos meses.
La realidad en los hospitales provinciales indica que durante 2006 –último registro- los egresos por amputaciones involucraron a 1.231 pacientes. Un 25 por ciento de ellos ingresaron por amputaciones y desarticulaciones de los dedos de los pies y otro 30 por ciento por el seccionamiento de muslo y desarticulaciones de la rodilla, como datos más significativos.
Paralelamente al trabajo de reimplantes, el equipo de cirugía del hospital “Eva Perón” se traslada por todo el país realizando gratuitamente cirugías de labio leporino, fisuras del paladar, malformaciones, secuelas de quemaduras y reconstrucción mamaria a través de los operativos de salud conocidos como “Cirugía Patria Solidaria”.
Con un importante apoyo de la Provincia y el ministerio de Desarrollo Social de la Nación, estos especialistas han visitado varias provincias del norte argentino operando pacientes de escasos recursos que, de no ser así, no tendrían la posibilidad de superar el trauma físico.
REIMPLANTES EN LA PLATA:
El servicio de microcirugía del hospital de Niños de La Plata funciona hace 12 años. Hace un promedio de 12 reimplantes al año, mientras que superan largamente esa cifra las cirugías reconstructivas, donde se utilizan procedimientos microvasculares.
La mayoría de los pacientes son allí atendidos por accidentes domiciliarios, por el uso de máquinas de cortes manuales y cierre de puertas. También ocupan un lugar importante los accidentes de tránsito, como es el caso de César Puricelli, un adolescente de 13 años que a principio de 2008, en Zárate, iba en una camioneta con su brazo fuera de la ventanilla y un vehículo que circulaba por la mano contraria le produjo una amputación incompleta del miembro.
Al ingresar al Hospital de Niños, el equipo de microcirugía encabezado por el doctor Ariel Perelló le realizó una revascularización al brazo dañado y en la actualidad César goza de una excelente movilidad del miembro sin haber quedado secuelas del accidente.
“La mayor parte de los pacientes -enfatizó Perelló- oscila entre los 8 y los 12 años aunque hemos tenido casos de bebés con amputaciones”.
El profesional añadió que“ los niños, al igual que los adultos necesitan, luego de ser operados, sí o sí, una fuerte contención desde lo psicológico, ya que sufrir una amputación en la niñez es un escollo difícil de superar por si solo”.
Sufrir un accidente por sí solo aparece como un hecho altamente traumático y más aún si trae aparejado lesiones, como la amputación de algún miembro del cuerpo. La desesperación y el no saber qué hacer suelen ser denominadores comunes de quienes son partícipes directos del accidente.
La provincia de Buenos Aires cuenta con un centro de referencia nacional en reimplantes y microcirugías: el Hospital “Eva Perón” de San Martín. Con el doctor Héctor Lanza a la cabeza y un grupo de cirujanos de primer nivel secundándolo, ese centro ha realizado en el último tiempo 128 reimplantes de todo tipo: dedos, manos, pies y antebrazos, entre los más frecuentes.
“Es vital para poder hacer un reimplante el mantenimiento del miembro seccionado. Para eso se debe envolver la parte amputada con una gasa húmeda y colocarla en una bolsa plástica o en un frasco limpio y cerrarlo. Luego colocar todo en una caja de telgopor con hielo y rotularlo con nombre y hora del accidente”, detalló Lanza el procedimiento y agregó que “al paciente suele bastar con asistirlo con un vendaje compresivo y, en ocasiones, realizársele un torniquete en la zona afectada para evitar el exceso de sangrado”.
“Las operaciones de reimplante se ven dificultadas cuando el segmento amputado lleva más de seis horas a temperatura ambiente. En tanto, cuando el miembro se mantiene conservado en frío el período entre el accidente y la operación puede alcanzar hasta doce horas”, manifestó el profesional, quien aclaró que "tampoco puede efectuarse la operación cuando el paciente corre riesgo de vida o cuando la pieza está muy lesionada, ya sea por aplastamiento o por padecer un corte discontinuo en su lesión”.
Los accidentes de trabajo y de tránsito predominan, aunque las lesiones por tareas en el hogar ocupan un lugar importante. Los hombres son lo que más experimentan este tipo de contratiempos y las edades de los accidentados oscilan entre los 4 y los 50 años.
Del total de reimplantes que lleva realizados el hospital “Eva Perón” de San Martín, 35 corresponden a dedos de la mano, 18 de brazo, 8 de antebrazo, 24 de mano, 5 de miembros inferiores y 38 de colgajo libre. Estas operaciones, por lo general tienen una duración no menor a seis horas y no mayor a 15, todo depende del miembro a reimplantar.
Un caso testigo de la labor de estos profesionales es la operación a la que fue sometido Gabriel Benitez en 2001. Con 17 años sufrió la amputación de sus dos pies producto de un accidente sufrido arriba de un camión. Gabriel, junto con otros compañeros, estaba levantando árboles en la localidad de Ezeiza tras un temporal que azotó la ciudad. En medio de esa tarea una linga de acero se enredó en sus pies y al cortarse la misma produjo un efecto “latigazo” que desembocó en la amputación de sus pies.
Hoy, el joven Benitez camina, anda en bicicleta y goza de una vida absolutamente normal, según contó él mismo al equipo de médicos que lo operó luego de una visita de rutina al Hospital, hace dos meses.
La realidad en los hospitales provinciales indica que durante 2006 –último registro- los egresos por amputaciones involucraron a 1.231 pacientes. Un 25 por ciento de ellos ingresaron por amputaciones y desarticulaciones de los dedos de los pies y otro 30 por ciento por el seccionamiento de muslo y desarticulaciones de la rodilla, como datos más significativos.
Paralelamente al trabajo de reimplantes, el equipo de cirugía del hospital “Eva Perón” se traslada por todo el país realizando gratuitamente cirugías de labio leporino, fisuras del paladar, malformaciones, secuelas de quemaduras y reconstrucción mamaria a través de los operativos de salud conocidos como “Cirugía Patria Solidaria”.
Con un importante apoyo de la Provincia y el ministerio de Desarrollo Social de la Nación, estos especialistas han visitado varias provincias del norte argentino operando pacientes de escasos recursos que, de no ser así, no tendrían la posibilidad de superar el trauma físico.
REIMPLANTES EN LA PLATA:
El servicio de microcirugía del hospital de Niños de La Plata funciona hace 12 años. Hace un promedio de 12 reimplantes al año, mientras que superan largamente esa cifra las cirugías reconstructivas, donde se utilizan procedimientos microvasculares.
La mayoría de los pacientes son allí atendidos por accidentes domiciliarios, por el uso de máquinas de cortes manuales y cierre de puertas. También ocupan un lugar importante los accidentes de tránsito, como es el caso de César Puricelli, un adolescente de 13 años que a principio de 2008, en Zárate, iba en una camioneta con su brazo fuera de la ventanilla y un vehículo que circulaba por la mano contraria le produjo una amputación incompleta del miembro.
Al ingresar al Hospital de Niños, el equipo de microcirugía encabezado por el doctor Ariel Perelló le realizó una revascularización al brazo dañado y en la actualidad César goza de una excelente movilidad del miembro sin haber quedado secuelas del accidente.
“La mayor parte de los pacientes -enfatizó Perelló- oscila entre los 8 y los 12 años aunque hemos tenido casos de bebés con amputaciones”.
El profesional añadió que“ los niños, al igual que los adultos necesitan, luego de ser operados, sí o sí, una fuerte contención desde lo psicológico, ya que sufrir una amputación en la niñez es un escollo difícil de superar por si solo”.
La situación del hospital “San Martín”, en tanto, no es muy diferente al resto. El doctor Roberto Lamonega, jefe del servicio, sostuvo que “si bien también recibimos pacientes por accidentes hogareños o laborales, la accidentología ocupa un destacado lugar al ser un establecimiento de referencia provincial en la materia”. (PUNTO CERO).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario