(DiarioHoy.net). Hay un fuerte malestar en los municipios del interior porque los efectivos recién formados no retornarán como ocurría históricamente. Se los envía al Conurbano. Incluso muchos uniformados se quejaron ante los jefes comunales y amenazan con renunciar.
La necesidad del Gobierno nacional, de mostrar acciones concretas, frente a la inseguridad llevó a disponer el envío de unos 1.300 policías bonaerenses recién graduados al superpoblado Conurbano. La consecuencia de esta medida (a la que muchos califican de electoralista) generó una dura reacción de los municipios del interior provincial que contaban con esos efectivos.
Pero además, incluso muchos de los flamantes uniformados, comenzaron a desfilar por las Comunas de su lugar de origen solicitando que se pida por su situación dadas las dificultades que les acarrea el tener que mudarse a cientos de kilómetros sin previo aviso. Como consecuencia de la polémica medida oficial, varios efectivos amenazan con renunciar a la fuerza.
El principal reclamo de los intendentes se originó en que, el 23 de marzo pasado, egresaron 163 cadetes de la Escuela de Policía Juan Vucetich de Olavarría y les confirmaron que no volverán a trabajar a sus ciudades de origen o localidades vecinas, sino que todos ellos serán destinados a patrullar el Conurbano bonaerense.
Días atrás, la presidenta Cristina Fernández había dicho que el plan de seguridad para el Conurbano consistía en sumar alrededor de 6.800 efectivos a los existentes para patrullajes. 4.000 de ellos serían efectivos retirados de las fuerzas federales de seguridad; 1.500 de la Gendarmería Nacional; y 1.287 serán policías bonaerenses recién graduados, entre estos últimos se cuentan los egresados de Olavarría.
Estos fueron reasignados a La Matanza, Tres de Febrero, Malvinas Argentinas, San Martín, Lanús y Avellaneda en vez de sus destinos originales como Azul, Tandil, Las Flores, Tapalqué, Rauch, Bolívar, La Madrid, Benito Juárez, Bahía Blanca, Punta Alta y Coronel Suárez, entre otras.Malestar y reclamo
Desde Junín, el intendente Mario Meoni cuestionó el plan de seguridad, anunciado por el Gobierno nacional, porque “responde a una necesidad electoral”, al tiempo que advirtió que muchos policías bonaerenses que egresaron en estos últimos tiempos podrían pedir su baja debido a que fueron enviados al Gran Buenos Aires.
“Estamos ante una posible solicitud masiva de bajas a la Policía. Esto se debe a que los oficiales de ciudades del interior, que egresaron en estas semanas, se habían inscripto para volver a trabajar a pueblos y todos fueron enviados a las ciudades del Gran Buenos Aires”, dijo Meoni, y afirmó que “con estas políticas sólo lograrán correr el delito y nunca solucionarlo.El malestar también llegó hasta Bahía Blanca y Coronel Rosales. “Todos entraron a la fuerza bajo la promesa de que, una vez que egresaran, serían destinados a sus lugares de origen o zonas vecinas. En los últimos años esa metodología se había respetado”, dijo Néstor Starc, jefe comunal de Coronel Rosales.
El intendente de Tandil, Miguel Lunghi, a través del jefe de gabinete comunal, Carlos Fernández, planteó su enojo: “Esta situación no sólo afecta a Tandil, sino también a muchas localidades del interior de la Provincia”, y agregó que “esta decisión rompe con la promesa que habían efectuado las autoridades del ministerio de Seguridad, ya que esos efectivos iban a estar destinados a Tandil”.
Finalmente, el intendente de 25 de Mayo, Mariano Grau, consideró que “siempre pedimos más personal y que aquellos egresados de los establecimientos de capacitación policial estén destinados a sus localidades de origen”.
Pero además, incluso muchos de los flamantes uniformados, comenzaron a desfilar por las Comunas de su lugar de origen solicitando que se pida por su situación dadas las dificultades que les acarrea el tener que mudarse a cientos de kilómetros sin previo aviso. Como consecuencia de la polémica medida oficial, varios efectivos amenazan con renunciar a la fuerza.
El principal reclamo de los intendentes se originó en que, el 23 de marzo pasado, egresaron 163 cadetes de la Escuela de Policía Juan Vucetich de Olavarría y les confirmaron que no volverán a trabajar a sus ciudades de origen o localidades vecinas, sino que todos ellos serán destinados a patrullar el Conurbano bonaerense.
Días atrás, la presidenta Cristina Fernández había dicho que el plan de seguridad para el Conurbano consistía en sumar alrededor de 6.800 efectivos a los existentes para patrullajes. 4.000 de ellos serían efectivos retirados de las fuerzas federales de seguridad; 1.500 de la Gendarmería Nacional; y 1.287 serán policías bonaerenses recién graduados, entre estos últimos se cuentan los egresados de Olavarría.
Estos fueron reasignados a La Matanza, Tres de Febrero, Malvinas Argentinas, San Martín, Lanús y Avellaneda en vez de sus destinos originales como Azul, Tandil, Las Flores, Tapalqué, Rauch, Bolívar, La Madrid, Benito Juárez, Bahía Blanca, Punta Alta y Coronel Suárez, entre otras.Malestar y reclamo
Desde Junín, el intendente Mario Meoni cuestionó el plan de seguridad, anunciado por el Gobierno nacional, porque “responde a una necesidad electoral”, al tiempo que advirtió que muchos policías bonaerenses que egresaron en estos últimos tiempos podrían pedir su baja debido a que fueron enviados al Gran Buenos Aires.
“Estamos ante una posible solicitud masiva de bajas a la Policía. Esto se debe a que los oficiales de ciudades del interior, que egresaron en estas semanas, se habían inscripto para volver a trabajar a pueblos y todos fueron enviados a las ciudades del Gran Buenos Aires”, dijo Meoni, y afirmó que “con estas políticas sólo lograrán correr el delito y nunca solucionarlo.El malestar también llegó hasta Bahía Blanca y Coronel Rosales. “Todos entraron a la fuerza bajo la promesa de que, una vez que egresaran, serían destinados a sus lugares de origen o zonas vecinas. En los últimos años esa metodología se había respetado”, dijo Néstor Starc, jefe comunal de Coronel Rosales.
El intendente de Tandil, Miguel Lunghi, a través del jefe de gabinete comunal, Carlos Fernández, planteó su enojo: “Esta situación no sólo afecta a Tandil, sino también a muchas localidades del interior de la Provincia”, y agregó que “esta decisión rompe con la promesa que habían efectuado las autoridades del ministerio de Seguridad, ya que esos efectivos iban a estar destinados a Tandil”.
Finalmente, el intendente de 25 de Mayo, Mariano Grau, consideró que “siempre pedimos más personal y que aquellos egresados de los establecimientos de capacitación policial estén destinados a sus localidades de origen”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario